Recontracrónica. Por fin pasaron los grandes 1-1. FC Barcelona vs Real Betis.

No me gusta cuando el Betis juega con el Madrid o el Barcelona. Se me hace antipático el revuelo mediático, los seguidores más pendientes de los selfies que de sus equipos y cómo somos tratados en los medios.

La vorágine que envuelve a los grandes es tóxica, la forma a modo de sparring que usan los medios para referirse a cualquiera que juegue contra ellos es sucia. Es como si fuesen piedras a quitar del camino, los comentaristas apenas se conocen el nombre de algunos jugadores. Quizá si vienen de esos equipos muestren algo más de interés, como Isco. Peor poco más. Somos el siguiente escalón en su pelea constante y centralista, en el eterno clásico en que lo importante no es el tremendo partido que planteó el Betis ayer, sino que beneficia al Madrid.

Por eso estoy deseando que pasen estos partidos, que con su pan se lo coman. Pero analizando estos encuentros, donde lo normal es perderlos… Pues esta temporada no. De los cuatro sólo hemos perdido uno, empatado dos y ganado uno. No está mal este cambio. Tampoco está mal empatarle a un equipo tremendo, con jugadores de dibujos animados.

De los nuestros, que sabían dónde se metían, sólo decir que hasta el final podía haber pasado casi cualquier cosa. Y si no bajar los brazos ante este Barcelona se ve acompañado por un puntito muy importante, pues miel sobre hojuelas.

Tenemos equipo, pues no olvidemos que en el partido de ayer el «equipo B» se reivindicó y está subido al carro. Sabemos de más que el nivel de exigencia para el jueves será difícil mantenerlo, pero lo necesitamos.

No nos ha podido ganar el mejor equipo que hay ahora mismo en el mundo. Llevamos 7 partidos sin perder y, de ellos, seis ganados. Tenemos ganas de soñar, pero gracias a Pellegrini también mantenemos los piés en el suelo.