 
2 - 1Tiempo completo |
| Miranda 52' | 1-0 | |
Fekir 83'  | 2-0 | |
2-1 | 91' J. Larsen | |
| Colegiado: Martínez Munuera | ||
| VAR: Prieto Iglesias |
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Ay mi Betis, qué gran verdad que nunca hay que dejar de esperarse lo peor. Tocar el cielo y mirar el suelo es una constante bética, por los batacazos, por los sueños inalcanzados, y por los recuerdos de los que fueron y parece que nunca volverán.
Mi amigo, mi Betis, me ha dado muchas alegrías, y no sólo en forma de goles, ha dotado a mi armazón vital de cuadernas que crean una armadura llena de amistades simplemente béticas.
Eso te debo Betis, que mire como más que conocidos a muchos béticos con los que he podido compartir lo bueno y lo malo de tu quehacer diario, de tus pocas alegrías y de tus muchas penas.
He visto nacer béticos y béticas que ahora me llevan en coche al campo, he visto irse grandes béticos, y a pesar de todo, quedarme con su alegría, con su forma de vida para enseñarla, para protegerla y para hacer con ella una amalgama de luz verde esperanza.
Y mira que soy capaz de disfrutar más de un regate que de un gol. Así es mi forma de ver el Betis, mi razón de subir las escaleras a mi fondo bajo bajito, donde se cruzan las caras y cada temporada vuelvo a ver bajar el número de abono al mismo tiempo que veo subir las canas.
Y son mis béticos de verdad, esos que cuento con los dedos de una mano, los que sujetan el mástil de mi beticismo, los que si sufren, sufro, los que si ríen, rio, los que saben cómo soy y yo sé cómo son. Los que a lo largo de los años has visto avanzar, has visto crecer a sus hijos, y que bajo el nexo común del Villamarín te alegras de sus logros y te preocupas de sus males.
Hay balones en la vida que son difíciles de parar, pero se puede, hay regates que te dejan tirado en el suelo, pero hay que levantarse, hay momentos en la vida que necesitas y te necesitan, hay que seguir dando palmas sobre los asientos del Villamarín para defender el triunfo que es seguir viviendo y aunque llegue la derrota, que no sea por haber dejado de luchar.
