Recontracrónica del Real Betis – Girona CF. Ya no sé qué decir…

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No sé qué decir con el Panda, puede parecer serio, pero es muy gracioso que una burla sea el punto de inflexión involuntario para una catarata de goles que lo han catapultado a la selección. Ay si hubiese tenido a Juan Miguel, pero ¿cúantos goles lleva el Panda?
 
Ya no sé qué decir con el esfuerzo del equipo. Se nota muchísimo, como dice mi amigo Jesús, la falta de Fekir y de JuanMi, el sobreesfuerzo de Canales. Pero el equipo está unido e incluso en las desaplicaciones hay esa solidaridad que mete una puntita y nos hace salvar el partido.
 
No sé qué decir del recibimiento a Montoya. Es uno de los de verde que ayer jugó después de nueve meses. No hizo su mejor partido, pero justo antes de su cambio salvó el segundo del Girona. Pellegrini es especialista en sumar gente al carro. Yo quiero pensar que si está ahí es porque Pellegrini suma.
 
No sé qué decir de la afición, partido tras partido con más de 50.000 personas es para hacérselo mirar. No dudo que muchos se frotan los ojos, sobre todo los mayores, que salen del campo al son de «a plaza nueva hay que volver».
 
No sé qué decir de la gestión del tráfico cuando termina el partido que, una vez más, no encuentra el camino para no convertir la salida del campo en una ratonera donde esperar una hora metido en el coche. Muy muy mejorable.
 

Tampoco sé qué decir del vértigo de estar ahí arriba. Esta vez quizá no merecimos ganar, pero para eso también hay que estar preparado, para aprovechar lo que el Girona no hizo, para ganar partidos casi perdidos, para creernos que estamos terceros por méritos propios, por ganas y por un poquito de magia de esa que se produce cuando el sol toca la portería de gol sur y suena el himno, algo que simplemente dándose una vuelta por las redes, causa una gran impresión a nuestros visitantes, que partido tras partido, a pesar de salir derrotados, se van con un buen sabor de boca porque ellos tampoco saben qué decir, salvo quedarse con la boca abierta nada más pisan el Villamarín.