Encuentro correspondiente a la 7ª jornada de liga de segunda división el disputado este domingo en el Centro Deportivo Amate entre el Real Betis Futsal B y el Atlético Benavente.
Mal partido de los de David Zamorano que pese a la intensidad mostrada no supieron en ningún momento hincarle el diente a un Benavente que supo jugar su partido con poco juego pero efectivo y mucho físico, lo suficiente para descentrar a unos chavales que pusieron en la pista más corazón que cabeza, lejos de lo que nos tienen acostumbrados con un juego más táctico y de conjunto.
El primer disparo con peligro sería para Álvaro Otero estrellándose en el palo en una ocasión que parecía clara para batir a Dani Simón, Preciado respondería con un lanzamiento que se marcharía fuera por muy poco, Raúl López metía la pelota al segundo palo pero no llegaría Pablo Cendán para empujarla al fondo de la red, en el 13´ llegaría el tanto de Preciado tras recibir después de un saque de banda, ajustando la pelota al palo izquierdo de Raúl Sánchez. Benavente salía con portero jugador a falta de 3 minutos para llegar al descanso con el fin de que pasaran los minutos y cortar el juego verdiblanco que acosaba cada vez más la portería de Dani Simón, con el 0-1 llegaríamos al descanso.
Tras la reanudación, el filial verdiblanco salía en busca del empate, una falta en pared sacada por Guido sobre Charly significaría el 1-1 obra de Guido. Después del saque de centro del conjunto visitante y en un desajuste de todo el equipo, Ibarra anotaba el 1-2. De un tanto que podía haber significado la tranquilidad para los verdiblancos al gol del Benavente que subía más si cabe la desesperación de los jugadores locales que lo intentaban más en jugadas individuales y a trompicones que en un juego claro posicional, situación que aprovechaba Benavente para imponer su físico creando situaciones que ponían en verdaderos aprietos al cancerbero bético. La presión defensiva visitante se traducía en la 5ª falta cuando restaban 9 minutos para el final, faltaba desbordar a la defensa contraria, crear ocasiones de uno contra uno en busca de la sexta falta pero era imposible y David Zamorano apostaba por el juego de cinco en busca de más control de la pelota, un saque rápido de fondo significaría el tercer tanto visitante a puerta vacía aprovechando el lento repliegue del conjunto local.
1-3, jarro de agua fría para unos chavales que están bordándolo en una categoría nueva para ellos como la de plata pero que les sirve para tener los pies en el suelo, aprender de los errores y coger experiencia ante equipos que con lo mínimo pero con una gran capacidad en ataque son capaces de llevarse un partido que a priori parecía indicar que podía decantarse para el lado verdiblanco.