Otra derrota del Betis en Los Cármenes (1-0) en el que el equipo de Rubi no terminó de dar un golpe encima de la mesa y terminó cayendo por errores propios, tanto atrás como en ataque, que mantienen al equipo en descenso y a Rubi al borde de la destitución.
A pesar de la trascendencia del partido, Rubi solo cambió la doble punta en el esquema habitual, dejando solo arriba a Loren, y planteó 5 cambios con respecto a Anoeta, dando entrada a Emerson, Feddal, Pedraza, Guardado y Tello.
En los primeros minutos, el Granada fue el que llevó el peso del partido, con una presión alta que hacía imposible la salida de los béticos en corto. Aun así, los verdiblancos se mantenían con las líneas muy juntas y no permitían ocasiones a los locales. La primera clara del partido fue de Javi García, con una volea desde la frontal del área. El muleño rozó la expulsión poco después con una entrada a destiempo con tarjeta amarilla.
Poco a poco, el Betis fue encontrando cada vez más salidas desde atrás, aunque donde más peligro consiguió fue al contragolpe, con dos opciones claras al contragolpe que no llegaron a finalizar en el primer caso y con un remate desviado de Guardado en el segundo. Por su parte, el Granada dispuso de una clara ocasión de Yangel Herrera en el único despiste de la zaga bética que no conectó un buen remate.
En el segundo, el Betis comenzó mejor plantado que su rival, contando incluso con una clarísima ocasión en la cabeza de Mandi, que remató desviado en el segundo palo un centro lateral. Aun así, fue el conjunto nazarí el que se adelantó en el marcador por mediación de Vadillo tras otra pérdida en la salida de Javi García.
En ese momento se cayó el equipo, cosechando el Granada ocasiones importantes, como el balón que estrelló Azeez en el palo. Rubi se lo jugó el todo por el todo y dejó solo un central, provocando que su equipo se instalara en campo rival, aunque generando poco sobre la portería de Rui Silva. Canales fue el que dispuso de la más clara a cinco del final, con una falta que estrelló en el larguero.
Al final, otra derrota que deja al filo del precipicio a Rubi y al Betis una semana más en puesto de descenso antes de la visita del Celta del miércoles.
