En el Villamarín, más allá de una derrota del Betis ante la Real Sociedad por 0-3, hoy se vio un arbitraje absolutamente manipulado agravado por la presencia del VAR contra un equipo, con dos acciones claras que repercutieron directamente en el marcador y que mancharon aún más la honestidad del gremio arbitral y de la institución en general.
Debido a la baja a última hora de Emerson, Pellegrini tuvo que inventarse como lateral derecho a Aitor Ruibal para no cambiar el esquema, además de devolver la portería a Bravo y la delantera a Borja Iglesias, manteniendo también a Sidnei en la zaga.
El inicio del partido fue de ida y vuelta lo que provocó que ambos equipos gozaran de claras opciones. Primero fue la Real, que en un centro lateral tuvieron que intervenir Bravo y posteriormente la defensa para evitar el tanto visitante. Después fue Tello, que se sacó un duro disparo desde la frontal que despejó a córner Remiro.
A partir de entonces, el partido se estabilizó y el equipo visitante atacó de forma decidida las dos debilidades actuales del equipo bético: el parche en la banda derecha y la adelantada línea defensiva.
El cuadro verdiblanco, en cambio, adelantó más que nunca su línea de presión para intentar dinamitar la salida de balón txurriurdin, algo que le permitió dar algún susto, pero ninguna ocasión de peligro.
En cambio, el equipo de Alguacil avisó de forma clara hasta en tres ocasiones. La primera fue de Silva, que anotó tras intentar burlar la línea de fuera de juego, pero la jugada fue anulada de forma correcta. La segunda fue de Willian José, que tras una gran jugada elaborada desde su portería remató fuera desde el área pequeña.
Pero a la tercera fue la vencida y el que no perdonó fue Portu, que batió justo antes del descanso a Bravo por bajo tras conectar la asistencia de Oyarzábal, que aprovechó el hueco dejado por Ruibal en su banda.
Si bien la Real fue muy superior sobre el campo, en el segundo tiempo Estrada Fernández fue el que impidió de forma directa y clara el empate del Betis. Primero, anulando un gol de Sanabria por fuera de juego totalmente inexistente (solo tenía el brazo más allá de la ‘supuesta’ línea) a expensas del VAR. Poco después, no señalando un penalti sobre el delantero paraguayo al que rompieron la camiseta de un agarrón dentro del área.
Ya con el Betis desquiciado y cansado, el colegiado sí vio un penalti por agarrón de Bartra a Isak en torno al minuto 70, pena máxima que se encargó de transformar Oyarzábal. Ya con el equipo verdiblanco volcado, Januzaj en una contra puso el 0-3, un resultado que ya casi daba igual con todo lo que había pasado anteriomente en el Villamarín.