Manel Ruano, ese técnico que pisó la Avenida de Italia y comenzó a poner en práctica su guión. Quizás lo hizo sin pensar en todo lo que le esperaba por delante. Estaba claro que tenía frente a él un reto apasionante y ambicioso, pero la cosa ha ido mucho más allá de lo que algunos pensaban. No se conformó con trabajar y hacer trabajar a los suyos para conseguir el ascenso de Tercera División a Segunda B, sino que, ahora, tiene por delante una nueva aventura. La segunda fase para luchar por el ascenso a la categoría de bronce está a tan solo unos días y la afrontará de la misma forma que siempre. Esfuerzo, carácter y humildad. Tres palabras que podrían definir perfectamente al míster y a su Betis Deportivo.
- ¿Qué pensó y sintió cuando le llegó la propuesta del Real Betis? Usted dijo que Miguel fue el que confió en ti el día de la victoria en El Arcángel, ¿cómo fue esa conversación?
Con Miguel siempre he mantenido el contacto. Desde que decidió venirse al Betis y yo seguir perteneciendo al Málaga, siempre mantuvimos el contacto. Cuando el club decidió que era hora de cambiar de entrenador, me llamó y me comentó esa posibilidad. Mantuvimos una entrevista en el estadio con el jefe de recursos humanos y con Pablo, presenté mi proyecto y, finalmente, se decidieron por mí.
- ¿Qué tiene el Betis que no tenga otro equipo? ¿El entrenador siente igual que los jugadores ese sentimiento que dicen que te atrapa?
Lo mejor que tiene el Betis es su gente. Ellos te hacen ver cómo viven ellos ser del Betis y eso hace que tanto jugadores como técnicos sintamos esto de una manera especial.
- ¿Alguna vez ha sentido presión o miedo por no conseguir el objetivo? El ascenso de Tercera a Segunda B era algo que el club tenía como obligación.
Presión no. Los objetivos se marcan en junio con relación a las plantillas. Es verdad que el año anterior teníamos el objetivo de ascender sí o sí. Este año es una cosa que nos hemos ido ganando semana a semana en el campo. Quizás hubo una parte en la que parecía que iba a ser muy fácil, pero nada más lejos de la realidad. Al final, hemos quedado en esa tercera posición, muy cerca del líder. Difícilmente podíamos mejorarlo.
- ¿Cómo vivió ese duelo frente al Córdoba? ¿Qué se le pasó por la cabeza con ese primer gol de Rebollo?
El Córdoba es un equipo súper potente con jugadores de superior categoría. Aun estando mal, solo con la presencia de esos futbolistas ya se ve un equipo hecho. Fue un campo muy difícil y nosotros no estuvimos bien durante el primer tiempo. Se permitió mucho, pero llegamos vivos al final. Hicimos subir al portero ya que muchas veces se queda solo y tuvimos la fortuna de que el balón fue ahí. Una vez marcamos el primero intentamos que se quedase mucha gente arriba para que se montase una contra. No pensábamos en la segunda fase, pensábamos en ganar. Y tuvimos la fortuna de marcar ese segundo gol.
- ¿Cuál es el jugador de la plantilla que más le ha sorprendido? ¿Pensó que se iba a encontrar con tanta calidad cuando llegó a la Avenida de Italia? Supongo que no será fácil configurar el once ni elegir los cambios con tanta competencia.
Hay muchos jugadores. No me gusta nunca hablar de uno en particular. Esto es el fruto de todos. En todos los filiales hay talento y por eso están en un filial. Mi trabajo es conseguir que peleen por un puesto y, en esa competitividad, conseguir que crezca el equipo. No es fácil dejar a jugadores que están entrenando bien, pero, al final, lo pones por otro que también está compitiendo. Yo intento ser justo con lo que yo creo y siempre me he movido así.
- Fichajes con madurez y veteranía era algo que llevaba mucho tiempo pidiéndose para poder competir de más «tú a tú» con los rivales y lograr ese ascenso. ¿Cree que ha sido vital la llegada de jugadores como Luis Martínez o David Ramos?
Tenemos a Luis Martínez que tiene 27 años y a tres futbolistas que no son sub-23 por un año. La media es de 21 años y medio. Es una media muy joven. La llegada de estos dos futbolistas fue importante, nos dio un salto de calidad que necesitábamos y este año los hemos mantenido. Al final no es por la edad, es por lo competitivos que son. En los filiales es lo de siempre. Si te val mal, es que son jóvenes; y si te va bien, es porque son muy buenos. Cada uno tira para su casa.
- Como se ha podido comprobar, el club confía en su persona. Han sido dos renovaciones antes de acabar cada temporada, incluso sin saber si el Betis Deportivo iba a conseguir ese ascenso a la categoría de bronce. ¿Cómo se siente usted cuando la entidad decide alargar su contrato sin haber cumplido aún con la meta? Está claro que es el premio a un gran trabajo.
El año anterior me renovaron en una pandemia. Era muy complicado trabajar en esa situación, pero el club, al final, valoró el trabajo. Este año creo que ha sido distinto. Nosotros estamos para formar futbolistas y, por mi manera de trabajar, de entrenar y de entender el entrenamiento, creo que ayudamos a los futbolistas. Eso es lo que el club ha premiado. Da igual que ascienda o no, lo que se tiene que valorar es el trabajo porque estamos para empujar a los futbolistas al primer equipo. Lo de los ascensos es una consecuencia del trabajo diario de todo el cuerpo técnico.
- ¿Piensa que el ascenso a Segunda A sería positivo para el Betis Deportivo o quizás ya es un reto demasiado exigente para un filial?
Yo no pienso nada. Solo entreno para ganar cada domingo. Si lo logramos, pues ya se verá lo que nos encontramos el próximo año.
- Hemos visto que los jugadores son una piña y que no solo hacen vida sobre el terreno de juego, sino también fuera. El entrenador parece siempre quedar más en segundo plano, pero ¿qué tal con ellos? ¿Qué piensa de esa relación que tienen? ¿Puede ser eso clave para que se entiendan luego en el campo? Porque ya hemos visto que conectan muy bien.
No solo los jugadores. Todos (cuerpo técnico, juveniles, etc.) tenemos que ir en la misma dirección y tenemos que entender que, si queremos hacer crecer al club, tenemos que dar un paso hacia delante. Estamos muy unidos. Al final es el día a día el que lo hace. Luego, cada uno se llevará mejor con uno que con otro, pero, en líneas generales, trabajamos para que seamos un equipo también por estas cosas.
- A día de hoy, viendo todo lo que vendrá en el próximo mes, ¿qué propósitos tiene? ¿Y de cara a un futuro lejano? ¿Podríamos verle algún día dirigiendo el banquillo de un Primera División?
No me pongo objetivos a largo plazo porque creo que distraen. El equipo va a ir partido a partido, muy exigentes en el día a día y me centro en que entrenen al máximo. No pienso en el próximo partido y no me pongo objetivos ni de equipo ni individual. Llegaré donde tenga que llegar.
- Por último, ¿qué le diría a la afición? ¿Qué llamamiento le haría de cara a lo que se presenta?
Le diría que disfrute. Sé que lo ha hecho y así me lo ha hecho saber. Nosotros lo vamos a seguir intentado. Está claro que si puede venir público será un orgullo y un placer que nos vean y disfruten de este Betis Deportivo. No hace falta que diga que vengan porque sé que van a venir. Cuando las cosas van bien hay que disfrutarlas porque la vida es ya bastante jodida. Y más con todo lo que estamos viviendo.
Desde Betisweb, queremos felicitarle por el gran trabajo y todo lo conseguido hasta el momento. Es cierto que cuando las cosas van mal, se tacha mucho al entrenador, pero cuando todo va bien, se le da menos repercusión. Sin embargo, está claro que el Betis Deportivo está en muy buenas manos y seguro que seguimos celebrando muchas victorias y viviendo muchas alegrías con usted como técnico. ¡Enhorabuena!
Gracias por vuestra entrevista y por vuestras palabras. ¡Un abrazo!
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