 
1 - 2Tiempo completo |
0-1 | 6' Vitor Roque | |
| Torró 59' | 1-1 | |
1-2 | 72' Chimy Avila | |
| Colegiado: Muñiz Ruíz | ||
| VAR: Trujillo Suárez |
Nueva web ➡ Ficha del partido ➡ Post del partido ➡ Galería de fotos
Jornada 10 del Campeonato Nacional de Liga. Vuelve la Maglia Verde tras dos semanas de parón por los compromisos de las selecciones nacionales con visita a un estadio siempre complicado como es el feudo navarro del Sadar. El equipo pamplonica se mantenía invicto hasta la fecha en casa con visita incluida del líder de la competición, que claudicó ante el equipo local encajando cuatro goles. Puerto duro y, como sucede en ciclismo, las sensaciones previas no eran las mejores tras el mal debut europeo y, sobre todo, por la derrota ante el eterno rival. Para más inri se confirmó a lo largo de la semana previa al partido que Lo Celso, jugador clave y fundamental, no sería de la partida por lesión con su selección. Lesión que lo mantendrá alejado de los terrenos de juego mes o mes y medio según los especialistas.
Pero he aquí una gran similitud que aprecio entre el fútbol y el ciclismo. La figura del entrenador y la del director deportivo en ambas disciplinas son fundamentales. Cuando el equipo se ve desprovisto de sus referentes principales hay que tocar, sabiendo, teclas. Hacer ver al equipo que se puede seguir peleando por la victoria desde otro camino. Y ese camino debe ser mostrado para que los jugadores o corredores se lo crean. En el caso del partido de la tarde del sábado Pellegrini cambió el modelo táctico, planteó el partido en función de los recursos que disponía y lo hizo de manera satisfactoria porque se consiguió la victoria. Una victoria balsámica a todas luces, necesaria para espantar nubarrones y para preparar con mejor ánimo y confianza lo que se viene.
El partido lo he visto como me gusta ver los sprints en las llegadas masivas, en diferido. No es el directo pero te puedes fijar en muchos aspectos del juego sin la tensión del momento. Lo de las llegadas masivas es porque estoy más pendiente de que no se líe una montonera gorda, pero luego viendo repeticiones logras apreciar el trabajo de los compañeros de equipo por su sprinter de manera perfectamente sincronizada. No pude verlo por compromiso familiar con mi amigo Aurelio, bético excelso, y familia. Aurelio es puro Betis, sesenta años de beticismo reposado y sabio, que sabe del amor incondicional por las trece barras como nadie. Andábamos de reojo consultando la evolución del partido: el esperanzador 0-1, la desazón del empate… Y cuando pensábamos que ya estaría terminado la alegría con el 1-2. Pudimos ver la llegada a meta, esos minutos de descuento final que terminaron felizmente y que justo tras pitar el árbitro el final nos dimos un abrazo como aquellos que se daban en mi viejo y añorado Gol Norte con la persona que tuvieras al lado. Felicidad compartida.
Tres puntos vitales en un momento crucial por muchas cosas que ya habrán leído y escuchado en diferentes reportajes y crónicas. Poquito a poco nos vamos acercando a los puestos altos en la clasificación general y el futuro se antoja esperanzador cuando podamos tener de regreso a Lo Celso primero e Isco después.
Hay plantilla, entrenador y sobre todo afición incondicional, como la numerosa muestra de ella que se citó en el Sadar. Ahora viene de nuevo la competición europea, el jueves en casa ante el Copenhaghe, y el fin de semana ante un hueso históricamente duro de roer como el Atlético de Madrid.
A seguir pedaleando con ilusión y dándolo todo. Desde ahí todo es posible. Vamos Betis, siempre contigo.
