 
1 - 0Tiempo completo |
| Lukebakio 49' | 1-0 | |
| Colegiado: Martínez Munuera | ||
| VAR: Pizarro Gómez |
Jornada 9 del Campeonato Nacional de Liga con visita al campo de nuestro eterno rival, tras el decepcionante debut europeo el jueves. Semana para olvidar.
El pasado jueves tres de octubre se alzaba el telón de la Conference League. Visita al Legia de Varsovia, un rival con cierto nombre pero deportivamente venido a menos pese al exaltado ambiente que se vive en las gradas del Estadio del Ejército Polaco. No estuvo bien el Betis, que rotó pensando en el derbi del domingo, y nuevamente quedó en evidencia tras un córner mal defendido que hizo ponerse por delante al equipo polaco. Posteriormente, un ejercicio de quiero y no puedo, fútbol muy plano y previsible sin apenas ocasiones ante un equipo local que defendía con uñas y dientes la ventaja. Derrota para comenzar la andadura en este nuevo formato y malas sensaciones cara al derbi del domingo.
Llegaba a Sevilla el viernes un ofuscado Betis mientras que en la acera del frente se llevaba preparando el partido del domingo, sabedores que se jugaban media temporada. Es como el corredor que ganando una etapa, en este caso etapa reina, ha cubierto sus objetivos para todo el año porque su objetivo no es la general. Desde el club y la afición se prepara con mimo el partido mientras que nosotros llegábamos con el espíritu algo alicaído y con unas sensaciones que no eran los mejores.
Ambiente de las grandes ocasiones, ambiente grande de derbi. La alineación bética presumiblemente es de lo mejor que puede ser en estas circunstancias, pero particularmente echo de menos una mayor presencia canterana, nula en el once inicial. Históricamente el Betis ha afrontado mejor este tipo de partidos cuando gente criada en la casa estaba en el campo, o jugadores con una vinculación larga en el club.
Salió el Sevilla fuerte tras el banderazo de salida como era previsible, buscando las bandas especialmente la de Lukebakio. El público empujaba y generaba una adrenalina extra a los jugadores locales como ciclista que sube un puerto entre la muchedumbre. El Betis andaba incómodo y le costaba seguir la rueda aunque poco a poco ese arreón inicial fue menguando. Con un fútbol más directo que de control el Betis empezaba a aproximarse al área sevillista, hasta el punto de gozar de las dos mejores ocasiones de la primera mitad, Vitor Roque dispuso de dos claras que Nyland les sacó.
Con todo por decidir comienza la segunda parte y a los dos minutos de la reanudación, una falta en medio campo provoca que una nueva jugada a balón parado traiga desagradables consecuencias para nuestros intereses. Un inocente remate de Lukebakio de cabeza da en la mano de Diego Llorente cuando este se encontraba de espaldas y en posición natural. El árbitro no duda en decretar penalti haciendo gestos ostensibles de que el zaguero verdiblanco tenía los brazos en cruz, cosa que no es cierta pero el VAR ratifica la decisión del árbitro de campo. Si el reglamento lo dice así pues habrá que asumirlo pero el remate ni iba a puerta ni generaba opción de remate a otro jugador sevillista. El propio Lukebakio, el mejor de los locales, adelantó al Sevilla desde el punto de penalti. Golpe duro.
El Sevilla se vino arriba y el Betis acusó el golpe. El problema de este Betis es que no tenemos extremos que desborden por banda, sólo Abde ayer muy encimado como Lo Celso y con ciertas brusquedades. Para mí la clave ayer estuvo en medio campo donde apenas se ganaron balones divididos y los nuestros mostraron un bajo nivel.
Son varios los problemas aparte de las lesiones de jugadores clave de larga duración, los laterales apenas se suman en ataque lo que nos obliga a que todo gire por el juego interior y la clarividencia de Lo Celso en el último pase o la definición. Generamos pero no definimos, y a nivel defensivo tenemos un problema con la defensa del balón parado.
Al menos el fin de semana nos dejó una nueva exhibición de un exultante Pogacar vestido de arco iris en el Giro dell’Emilia en Italia con un ataque a cuarenta kilómetros de meta. Y el triunfo de otra de mis debilidades, el neerlandés Van der Poel en el mundial de gravel, precisamente en Bélgica. Conocida es la rivalidad entre Países Bajos y Bélgica en la historia del ciclismo. Por cierto en este mundial de gravel participó el piloto de Fómula 1 el finlandés Bottas.
No queda otra que levantarse y seguir, queda mucho y tenemos muchos frentes por los que pelear. Como ciclista que se levanta tras una dura caída, que no se mira los daños y se monta en la bicicleta. Semana dura pero la afición estará incondicionalmente contigo. A levantarse, vamos Betis, manquepierda.
