La Maglia Verde: Manquepierda 2-1. Real Betis vs Sevilla FC

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Normalmente, suelo escribir la Maglia Verde una vez que el partido ha terminado, y en última instancia e incluso a muy última hora me decido por el titular correspondiente. Sin embargo, en esta ocasión y por ser un partido tan especial he procedido de manera inversa, empezando por el encabezado horas antes del comienzo del partido. Viene a colación este titular porque, pase lo que pase, la incondicionalidad de los béticos es inquebrantable. Y lo digo porque hay algo que especialmente me ha llamado la atención. Esta semana he vuelto a encontrarme con un antiguo artículo de un juntaletras (me niego a llamarle periodista) de un medio afortunadamente vetado por nuestro club en un momento de esplendor del Sevilla y no precisamente bueno de nosotros. Hacía alusión a que nuestros problemas siempre han tenido su origen en el “maldito manquepierda”. Lo que es la ignorancia unida a la mala inquina. Este sentimiento universal siempre ha hecho referencia al amor incondicional e inquebrantable en cualquier situación, y así es conocido el Real Betis Balompié en todo el mundo.

Siempre que en ciclismo se presenta una gran vuelta o ronda por etapas se pone el punto de mira en la etapa reina. Todas tienen el mismo premio y cuenta igual para la general, pero es indudable que la relevancia y repercusión que otorga no tiene parangón. Igual sucede con el calendario de la Liga, y señalamos en el almanaque los derbis. Ciertamente son tres puntos, pero todos sabemos lo que significa para las aficiones y la ciudad.

La semana pasada no tuvimos artículo por el parón de selecciones, lo que ha hecho que la espera del derbi sea más intensa si cabe. En estos días asistimos al extraordinario desenlace de la Milán San Remo con la espectacular victoria de Van der Poel ante el  local Ganna y el favorito Pogacar tras 289 kilómetros. El corredor neerlandés resistió lo indecible dándolo todo en la subida final del Poggio para no descolgarse y rematar en la meta de la mítica Vía Roma. Darlo todo, esa es la clave, como decía nuestro Luis del Sol, luego pasará lo que tenga que pasar. Los tres corredores se vaciaron y batieron el cobre dando un espectáculo colosal. Sólo puede ganar uno, pero pudimos apreciar la auténtica dignidad en la derrota, el manquepierda, la que mostraron los vencidos en el podio.

En esta semana hemos disfrutado de la primera ronda de una semana en España con presencia de figuras que afinan su estado de forma cara al Giro. El esloveno Roglic se exhibió en la montaña olímpica de Montjuic y se hizo con el maillot de líder más bonito que existe… Blanco con rayas verdes transversales. Juan Ayuso lo ha intentado hasta el final por conservar el liderato pero no ha podido ser. Sus declaraciones felicitando al esloveno demuestran su deportividad. Ejemplo de manquepierda.

En cuanto al partido, pues ya habrán visto y leído de sobra. Primera parte donde el Sevilla renunció completamente a dar un relevo y le entregó el balón al Betis. Los primeros compases dejaron claro que el árbitro iba a ser condescendiente con la dureza sevillista. Estábamos teniendo el balón con fluidez y rondando el balcón del área sevillista, aunque no gozamos de ocasiones especialmente claras. Pero en un balón en largo de ellos se plantaron con facilidad en nuestra área y marcaron en su primera aproximación. Menos mal que empatamos pronto con golazo de Johnny tras magnífico pase de Sabaly, y ya en el descuento jugada para el Museo de las Bellas Artes de Sevilla con el golazo de Cucho previa  asistencia sublime de Isco. 

En la segunda más o menos el guión previsto. El Sevilla estaba obligado a dar un paso adelante para buscar el empate, pero en ningún momento dio sensación de peligro. Pudo ampliar distancias el Betis con un disparo lejano de Cardoso pero se marchó fuera por poco, antes de eso otra de Antony en jugada ensayada que desvió el portero sevillista en una buena intervención.

Final, triunfo tan importante como necesario para estar arriba en la clasificación y que tanto significado tiene para los que sentimos en verdiblanco. A Barcelona a por todas y con los cuartos de Conference a la vuelta de la esquina. A seguir metiendo riñones.

Contigo siempre Betis, en la victoria o la derrota. Porque el manquepierda es bético pero también ciclista. En definitiva, patrimonio de la humanidad.

 

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