La Maglia Verde: Diferencias. 0-0. Real Sociedad vs Real Betis.

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Mi intención con el artículo de esta semana es intentar desgranar una serie de diferencias entre fútbol y ciclismo de ahora y antes, entre fútbol y Betis, entre prensa y aficionados, entre béticos… No es que sea partidario de la frase “cualquier tiempo pasado fue mejor”, sencillamente nos toca vivir otros  donde las cosas han cambiado, una a  mejor otras no tanto. A ver si lo consigo.

Es diferente el ciclismo de antes al de ahora. Afortunadamente, la evolución de lo medios técnicos, carreteras, hoteles, presupuestos… nos hacen ver a los ciclistas como deportistas de élite aunque evidentemente las diferencias salariales siguen existiendo. Pero por otro lado, la incorporación de las nuevas tecnologías (que si vatios, potenciómetros, pinganillos…) convierten a los corredores en robots dando menos margen a la épica y a  episodios memorables que cada vez se ven menos y todo es más estandarizado. En este sentido recomiendo una serie de Netflix sobre el Tour de Francia visto desde dentro. Es espectacular. No todo es tan fácil como verlo desde el sófa y decir “aquí tendría que haber atacado”.

El fútbol y el periodismo que lo trata también ha cambiado una barbaridad. De comunicadores e informadores hemos pasado a forofos de bufanda con comentarios de barra de bar. Siempre fue difícil vivir en esta profesión y los “sobres” iban y venían, pero parece que hoy se antojan imprescindibles. No existe otra explicación aparte de que lo que más vende hoy es el extremismo sin sentido, tal y como vemos en determinados medios. También es cierto que todo esto se ve multiplicado por las interacciones en las redes sociales. Yo en el Villamarín he escuchado comentarios absurdos pero hoy todos podemos hacerlo en redes sociales con la repercusión que conlleva. Siempre han existido fobias y filias, pero hoy vivimos en un mundo excesivamente crispado y considero, en parte, que es responsabilidad de los profesionales de la comunicación. Yo procuro siempre ver fútbol con gente que sabe, como mis amigos Gonzalo o Juande, entrenadores de verdad, que te explican cosas que uno por su cuenta no apreciaría. Es como visitar una ciudad con guía o sin él. No hay color.

Lo sucedido este fin de semana en San Sebastián es una muestra de cómo el fútbol también está cambiando. Las desafortunadas declaraciones del presidente de la Real, aplaudidas en Junta de accionistas, son una muestra. He ido al Sánchez Pizjuán a derbis, trofeos Ciudad de Sevilla incluso… de local. De local sí, cuando por motivo de las obras del Mundial 82 en nuestro estadio, nuestro eterno rival nos cedió el suyo. Eso hoy en día es impensable y hasta un entrenador de infantiles de dicho club, sí infantiles que están edad formativa, se ha dedicado a insultar gravemente a los béticos. Yo, como padre de hijos que disfrutan con el fútbol y lo practican desde pequeños, no estoy dispuesto a admitir que un personaje de tal catadura los entrene. Hay líneas que no se pueden traspasar, y todo lo que genere violencia está totalmente fuera de lugar.

Es un diferente Betis y béticos diferentes. Un Betis establecido en los puestos altos de la clasificación y que asiduamente juega en Europa. Mi amigo Aurelio Del Pozo, y aludo a su apellido porque es lo que tiene de sabiduría en muchas, muchas cosas y por supuesto de Betis,  lleva mucho vivido y sabe muy bien de lo que habla cuando le escucho analizar nuestro querido club, el de ahora y el de antes. Hemos vivido históricamente una inestablidad que ahora parece lejana, Europa y descenso, Copa y descenso… Y es cierto que el pasado jueves sufrimos una decepción. Un gol nos privó del primer puesto y quedamos terceros que nos envía a la Conference League, que es una competición menor claro pero ¿Es que nosotros estamos en disposición de ningunearla? No se puede tildar de fracaso cuando se compite aunque no se consigan los objetivos. Que hubo errores en la planificación, pues puede ser, pero es que “a toro pasado todos somos Manolete”. Harían bien la nueva, y afortunadamente numerosa, hornada de béticos ver vídeos históricos, leer y conocer nuestra historia, escuchar a gente como D. Alfonso Jaramillo, D. Pedro Buenaventura o muchos más. Mi padre me enseñó el manquepierda como lema de vida y así trato de hacerlo. Es una lección de vida sobre lo que debe ser el amor incondicional y la superación. Para nada es conformismo como algún periodista avezado ha tratado de denigrar.

Decepción sí, fracaso no. ¿O fue un fracaso lo de Fignon con Lemond? ¿Lo fue lo de Roglic con Pogacar? ¿O lo de Robert Millar con Perico? No, no lo fueron porque lo dieron todo y es que el deporte y la competición tiene esto y el rival también cuenta.

Visitamos ayer San Sebastián, preciosa ciudad que además tiene el privilegio de tener una de las UCI WorldTour. Y ayer el Betis se enfrentó al equipo local, tan duro y complicado como el puerto de Jaizkíbel que suele decidir la preciosa carrera donostiarra. Pero el Betis no fue diferente al que nos estamos acostumbrando en esta época reciente. Aguantó muy ordenadamente las embestidas de los locales y contragolpeamos con peligro, teniendo distintas ocasiones como las de Abde en el 20’, Willian José 29’ o el tiro al palo de Ayoze en el 39’. En la segunda parte nuestras mejores ocasiones estuvieron en las botas de Mar Roca en jugada de estrategia con Isco (63’) y Diao (74’). La Real las tuvo, pues a parte de los goles anulados por fuera de juego, tuvo diversas ocasiones con dos disparos a la madera también. Equipo rápido y con calidad, y con una cosa que me encanta: cuajado de canteranos. Punto muy meritorio porque no perdimos la rueda al partido y estuvimos a la altura de tan potente rival como si fuéramos dos trenos preparando el sprint.

Vamos Betis, pedalea fuerte. Queda la última jornada del año y en casa. A vaciarse y darlo todo.

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