La Maglia Verde. Algo más que falta de actitud 2-0. Real Sociedad vs Real Betis

Nueva jornada del campeonato nacional liguero, ya van quince y estamos a punto de darle finiquito a la primera vuelta. Pero antes convendría recordar el fiasco del pasado jueves en Conference League. Partido cien del Real Betis Balompié en Europa y  la puesta en escena fue nefasta. No pude ver el partido pero sí escuchar por radio la segunda parte. Como decíamos la semana pasada, el tío del mazo nos atizó bien fuerte en Valencia. Y lo peor de las pájaras muchas veces es que la recuperación es una incógnita, lo que se llama también cuándo volver a tener buenas sensaciones. Pero nada de nada en la República Checa.

En el fútbol, como en el ciclismo, se puede perder, faltaría más. Pero duele hacerlo de la manera que lo hizo el Betis, ante un rival que sobre el papel es inferior competitivamente. De nuevo dos goles en un intervalo de cinco minutos, y otra vez a balón parado el segundo tras saque de esquina y con pasividad manifiesta de la zaga en el primero. En el ciclismo hay corredores que luchan hasta la extenuación por lograr el triunfo de etapa, vaciándose en las fugas. La mayoría de las veces acaba en fracaso, incluso descolgados del pelotón. Pero queda esa satisfacción de haberlo dado todo a pesar de no ganar. También hemos visto llegar a corredores a meta tras espeluznantes caídas completamente magullados, todo por tener la posibilidad de ser de la partida al día siguiente. Todo eso es para mí el equivalente al manquepierda, el orgullo en la derrota tras darlo todo. Eso no es lo que transmite el Betis, de hecho hay jugadores que en el pospartido aludían a falta de actitud. Así no.

Ayer en San Sebastián, tras unos minutos iniciales donde parecía que el Betis se empezaba a sacudir el arreón inicial donostiarra, llega en el 13’ una desastrosa salida de balón en el centro del campo que provoca un fuera de banda en nuestro lateral derecho,  se defiende horrible y termina en gol en propia puerta. Desesperante. Vida para una Real Sociedad que se pone por delante sin haber tirado a puerta, como ciclista que se queda solo porque su acompañante en la fuga se desentiende.

Llegamos al 27’ y penalti en contra tras revisión en el VAR. Primer disparo a puerta de la Real, 2-0. Especialistas en darle vida al rival. Anoeta se viene arriba y la Real a la par. Distancia casi insalvable en el marcador, y todo por deméritos propios. Se llega al descanso y a la vista de que la intensidad local es más que suficiente para resolver un partido, imagen de equipo menor incapaz de superar la presión de la Real. Ni juego ni ocasiones. Nada de nada, encefalograma plano.

Segunda parte con muy poco que destacar, salvo la voluntad de Jesús Rodriguez, ni un disparo a puerta del Betis estando la Real muy cómoda atrás y bastándole con la presión en nuestra salida de balón. Ninguna sensación de que nos pudiéramos meter en el partido. Baste como dato que la Real hizo casi el triple de las faltas del Betis y se lleva el partido con el único disparo a puerta del penalti. Ciertamente, hay muchas bajas considerables, pero vuelvo a repetir que no puede servir como excusa porque para eso está una plantilla. No será sólo falta de actitud, sino también poca calidad en los que deben tirar ahora del carro.

Viene un calendario exigente, con puertos muy duros y pocas opciones de recuperar a jugadores clave. Habrá que esperar a que el aire deje de dar de cara, no queda otra que agarrarse abajo del manillar y apretar los dientes, si la calidad no acompaña al menos darlo todo en el campo. La afición, como siempre, estará ahí para tratar de revertir la situación. Vamos Betis.