 
1 - 2Tiempo completo |
| Aitor Ruibal 2' | 1-0 | |
1-1 | 26' Barry | |
1-2 | 47' Ayoze | |
| Colegiado: Pulido Santana | ||
| VAR: De Burgos Bengoechea |
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De nuevo otro fin de semana de altos vuelos tanto para los béticos como para los aficionados al ciclismo. Jornada trigésimo primera de nuevo en el Villamarín, tras la comparecencia europea del jueves en los cuartos de final de la Conference League, donde el equipo puso de cara el pase a las semifinales con el 2-0 pero todo quedará por decidir en tierras polacas este Jueves Santo.
Mientras estábamos pendiente de la previa del partido se disputaba la clásica de las clásicas, El Infierno del Norte, la dura prueba entre París y Roubaix con sus famosos adoquines. Se dice que el que es capaz de llegar a meta tras los doscientos sesenta kilómetros, preñados de casi sesenta de duro e irregular pavés, ya se le puede dar el carnet de ciclista. Pues bien, Mathieu van der Poel se impuso y lo hace por tercer año consecutivo, nada más y nada menos. Sólo el italiano Francesco Moser (preciosa la rivalidad transalpina con Giuseppe Saronni en los finales de los setenta y principios de los ochenta) lo había conseguido. Pogàcar, debutante en el temido Nord, hizo segundo y es que a treinta y ocho kilómetros de meta se salió en una curva perdiendo definitivamente contacto con van der Poel cuando ambos iban escapados hacia el icónico Vélodrome André – Pétrieux. Un error puntual le costó la carrera.
La primavera que nos están brindando ambos ciclistas hace que los aficionados disfrutemos de lo lindo y convendría valorar lo que posiblemente dicen algunos respecto a vivir en el presente la nueva edad de oro del ciclismo. Empate a ocho monumentos. Y en el horizonte la Lieja – Bastogne – Lieja… La “Decana» (sus primeras ediciones fueron a finales del siglo XIX). Casi nada.
Poco después del desenlace de la carrera saltaban Betis y Villarreal al césped de Heliópolis. En juego la quinta plaza que muy probablemente permita jugar la Champions la temporada que viene. Salió el Betis como un torbellino, por inercia de la buena racha del último mes y medio. De este modo, Aitor Ruibal metió uno de los goles de la temporada enganchando un balón que caía de un despeje local. Apenas se llevaban tres minutos de juego y ya mandaba el Betis en el marcador.
Sentó bien el gol y el equipo se sentía a gusto, pero enfrente hay un buen equipo como la clasificación acredita. En el 26´ llegó el empate visitante tras un barullo en el área a la salida de un córner. El partido entró en fase de enfriamiento como pelotón agrupado que sabe que queda mucha tela por cortar, con kilómetros por delante y conscientes ambas escuadras del talento que había en la hierba para decidir el partido. El problema vino cuando terminando la primera parte Llorente se hace daño en un muslo y tiene que salir en camilla30 te . Mala pinta la lesión y eso pareció dejar tocado al equipo.
Y tocado pareció salir del descanso nuestro Betis, pues en el 48’ Ayoze resuelve ante Adrián en un balón en largo mal defendido por nuestra parte. Minutos de pájara momentánea donde el equipo acusó este nuevo golpe y el equipo amarillo aprovechó para casi sentenciar pero no lo hizo.
A partir de ahí el Betis lo intentó por todos los medios, hubo incluso un penalti a nuestro favor que en la revisión fue inexplicablemente desestimado, posteriormente hubo otro a Antony que pareció claro pero tampoco fue pitado. Isco gozó de una ocasión clarísima en un pase filtrado de Lo Celso extraordinario, pero se marchó ajustado al palo. No había manera.
En los compases finales el acoso no dio frutos ante un Villarreal bien ordenado defensivamente. Se van tres puntos, pero queda la satisfacción de que el equipo se vació en el campo. A pasar página, pensar en el ilusionante envite del jueves en tierras polacas y las últimas jornadas ligueras con el desenlace definitivo en juego.
A seguir pedaleando sin decaer, lo mejor está por venir. Vamos Betis, siempre contigo.
