La confianza. Depor. Alavés vs Real Betis

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       En el mundo del deporte, como en la vida, la confianza es clave. Es un elemento necesario tanto para quien la da como para quien la recibe, siendo imprescindible para poder disfrutar y competir.  

Según la RAE  la confianza es la “esperanza firme que se tiene de alguien o algo”. No es fácil de obtener y cuesta mucho entregarla.

      En un fútbol mundial cada vez más enfocado en el consumo instantáneo de noticias en redes sociales, en la panacea del marketing, en la venta de camisetas… es entendible que, como aficionados, cueste otorgar la confianza a los equipos profesionales en los que las cantidades económicas y las expectativas son elevadas. No hay paciencia en un mundo sin descanso informativo. Se señala el error y se buscan culpables. Se quiere rendimiento inmediato. Seguramente, con toda la razón del mundo. ¿O no?

      De igual manera, es complicado para los jugadores ganarse la confianza de la afición que espera un rendimiento admirable desde el primer minuto. Ellos, los atletas, son los primeros que quieren rendir de manera perfecta desde que entran en el campo… pero en muchos casos no tienen paciencia consigo mismos ni con los demás ante el menor error. Creen que no pueden fallar, que no les está permitido errar. Sienten que viven en una realidad impaciente que no espera a nadie. Seguramente, con toda la razón del mundo. ¿O no?

     La confianza entregada siempre hace mejores a los demás, pero debe empezar necesariamente en nosotros mismos. Debemos confiar en nosotros. Perseverando en el esfuerzo, teniendo tranquilidad ante los golpes del destino, afrontando con entereza los errores y demostrando el temple necesario para continuar el camino. Como individuo o como grupo, la confianza te permite saber esperar. Te permite perdonar los fracasos, tuyos o ajenos, con la calma del que percibe que lo mejor está siempre por venir. Sentir que confían en ti pase lo que pase, suceda lo que suceda, te permite dar tu mejor versión.

     Imagina que son más de 50.000 personas las que sujetan a un equipo de jugadores ante las acometidas de los adversarios… les harán sentirse inquebrantables. Serán capaces de todo y estarán en deuda con aquellos que, desde la grada, les apoyan y animan cada segundo del encuentro.

      Hay esperanza, en este mundo del fútbol mercantilista actual existen todavía casos de confianza auténtica. De aficiones que, dando igual el lugar, siempre caminan muy cerca de su equipo con la capacidad asombrosa de soportar fracasos, decepciones y padecimientos, pero siempre con la certeza de que hay amores que se forjan desde la entrega incondicional, la humildad más sincera y la esperanza de la victoria.

     En esos escenarios los deportistas entienden que deben devolver esa seguridad con entrega absoluta, máximo esfuerzo y compromiso diario. Darlo todo porque les dan todo. Tras la entrega de esa confianza debe haber exigencia, nunca conformismo. Devolver la confianza con responsabilidad para estar en disposición de competir independientemente del rival o competición. En el fútbol la confianza se obtiene ganando partidos, pero se construye cada día con el ejemplo.

        El pasado jueves vimos ese ejemplo de confianza en la Conference League ante el Kryvbas. En Eslovaquia, un sector de la grada era verdiblanca. Los cánticos se escuchaban en la retransmisión. Llegaron seguro al césped. Fue una muestra más del amor incondicional por un equipo de fútbol que es más que un equipo de fútbol, es una hermosa manera de vivir. El Betis siempre juega en casa.

Esa confianza absoluta es la mejor manera de motivar al futbolista. Saben que en verdiblanco siempre estarán en deuda. En el libro “Liderazgo Pellegrini” * se recogen muchos de los sabios matices, ejemplos y anécdotas que hacen del ingeniero un entrenador especial para elevar la confianza de la plantilla. Hace mejores a los futbolistas, quienes creen en el liderazgo de chileno. Esa exigencia diaria, la meritocracia en el reparto de minutos y la justicia deportiva son innegociables.

Es la mejor manera de demostrar respeto: Comprobar que la confianza es mutua entre afición y equipo. Es la suerte de ser del Betis, que siempre hay verde esperanza.

*Liderazgo Pellegrini. Editorial Wanceullen.

Jesús Botello

Es profesor Real Federación Española de Fútbol, entrenador UEFA PRO, analista deportivo, asesor deportivo y escritor.

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