Lo mejor, más para unos que para otros, es que este partido significa un punto y final a esta temporada eterna debido al coronavirus. Parecía no tener fin, pero el sufrimiento ha hecho que parezca aún más larga de lo que ha sido. Este domingo se cierra LaLiga 2020/21 y Valladolid y Betis, ya salvados, buscarán tres puntos para despedirse de la forma más amena posible, aunque lo de los verdiblancos haya sido una catástrofe sin solución.
El momento esperado
Pues sí, este era el momento que estaban esperando la mayoría de los aficionados béticos. Después de que el Real Betis tirase por la borda el objetivo europeo, el único deseo era acabar la campaña con dignidad, pero ni eso ha sido posible. Conseguir la permanencia matemática a cuatro jornadas del final no puede ser algo digno de elogio, al menos no en el caso de los de las trece barras. De hecho, hace falta más autocrítica para arreglar este suspenso.
Los de las trece barras llegan a este último duelo tras un vergonzoso encuentro contra el Alavés, que con esos tres puntos logró su mantenimiento en la Primera División. Eso volvió a demostrar que no se puede aplaudir a esta plantilla por ganar a Osasuna o por echarle ganas contra el Atleti. Porque ganar no debe ser una opción para un equipo que sueña con crecer, no debe ser una sorpresa, más bien debe ser lo habitual. Por eso, el enfrentamiento frente al Valladolid debe ser el fin para un nuevo principio y, para culminar, no estarán los sancionados Juanmi, Feddal, Álex Moreno, Mandi y Guido Rodríguez ni tampoco los lesionados Guardado y Pedraza.
Otra más
La temporada del Valladolid, a pesar de que podía haber ido mejor, sí es de aprobado. El conjunto pucelano ha conseguido mantenerse otro año más en la máxima categoría del fútbol español con el segundo presupuesto más bajo. No ha sido fácil. De hecho, llega a esta última jornada con cuatro puntos de ventaja respecto al descenso, pero con la tranquilidad de saber que ya tiene su trabajo hecho. Aun así, no se conforma y sabe que de ganar los tres puntos podría adelantar a los de Alexis Trujillo en la clasificación.
Los de Sergio González tampoco llegan en una buena dinámica a esta última jornada. Tras el parón, tan solo han conseguido dos victorias, aunque han sido contra rivales directos -Leganés y Alavés-. Sin embargo, llevan tres partidos sin lograr llevarse a su bolsillo ningún punto tras perder ante el Valencia, el Barça y el Eibar. De ganar frente al Betis, se llevarían ese buen sabor de boca y confirmarían la peor clasificación de ABA desde que se puso al mando de la entidad heliopolitana. Para hacerse con ese triunfo, sufren numerosas bajas, pues Joaquín Fernández, Raúl García Carnero, Hatem Ben Arfa, Mohamed Salisu, Míchel Herrero, Pedro Porro, Kiko Olivas y Toni Villa están lesionados.
¿Disputado?
El Betis quiere un triunfo para dar por cerrada la temporada -sería el segundo a domicilio-, pero es cierto que el Valladolid no se lo va a poner fácil. Desde que el equipo pucelano subió a Primera División, los de las trece barras tan solo han conseguido ganarle en una ocasión y fue en el encuentro de la segunda vuelta de la campaña pasada en el José Zorrilla (0-2). Sin embargo, los dos que han tenido lugar en el Benito Villamarín desde ese ascenso han acabado en derrota bética (0-1, 1-2).
Es un duelo en tierra de nadie y sin un objetivo en juego. Un final bastante triste, o quizás decepcionante, sobre todo para el club de la Avenida de La Palmera. La única esperanza que queda es que por fin abran los ojos en el club, se trabaje correctamente y la temporada que viene, a las órdenes de Pellegrini, se vea otra cara bastante distinta. Mientras tanto, los dos equipos que se reunirán en tierras pucelanas tendrán que dar gracias por seguir en Primera.