De Redención, historia y éxtasis. Real Betis – Rayo Vallecano

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1 - 1
Tiempo completo
0-1
80' Bebé
Borja Iglesias 92'
1-1
Colegiado: Martínez Munuera
VAR: Mateu Lahoz

Cuando la historia escribe en verdiblanco, lo hace con tinta envuelta en sufrimiento y pasión. El Betis abarca la redención en la apertura de Bravo, la línea temporal en el pase capitán – capitán y el éxtasis y la superación en la figura del goleador.

Imposible contemplar un epílogo sin heroicidad ni sufrimiento. Somos el Betis. No busquen más que no lo hay.

Guion a la altura de nuestra historia porque, cuando las fuerzas fallaron, nos miramos el escudo. Tal como pedía @jjromerog5, porque no hay nada más bonito.

El Betis se presentaba con una ventaja de un tanto que debía defender para pasar la eliminatoria. Si bien es verdad que los de Pellegrini no tuvieron el día de tres cuartos de campo para adelante, no es menos cierto que en defensa estuvieron realmente sólidos.

Iraola detectó los puntos débiles del Betis en el derbi e intentó calcar la estrategia. Evidentemente el Rayo no es el Sevilla y, si bien presionaba de forma muy efectiva y conseguía cortocircuitar el caudal ofensivo bético, no tenía esa finura a la hora de atacar el marco local.

Y aquí sí quiero hacer una mención especial al paso adelante que han dado los de Pellegrini.

Comentaba Sergio Canales que el equipo estaba aprendiendo a competir en este tipo de situaciones: Zenit, Rayo…

¡Y es cierto!

No tienes que ir a meter cuatro en todos los contextos.

También tienes que aprender a cerrar resultados, apretar los dientes y pasar eliminatorias.

Cuando el rival es el que tiene que arriesgar porque va por detrás es normal sufrir.

Pese a sufrir y no estar fino arriba, ¡el Betis duplicó en duelos ganados al Rayo!

Pellegrini: la eliminatoria la empieza a ganar en rdp cuando reafirma a Bravo. Es imposible que un jugador sin confianza dé el pase que da el chileno para abrir la jugada de gol.

Ajeno al ruido, primó, como lleva haciendo desde que llegó, los valores y el espíritu de la unidad.

Bravo: es de los pocos porteros que juega con cuatro guantes: dos en las manos y dos en los pies. Brutal el pase a Joaquín. Va más allá de parar. Es la seguridad que transmite. En los saques de esquina mandó él. Ante el misil de Bebé, lo único que puede hacer es aplaudir.

Sabaly: para mí, el MVP del partido. Estuvo inconmensurable. Tenía una papeleta difícil con Álvaro García y le secó. Lo hizo todo bien en defensa, pero es que en ataque falló ¡¡1 pase (54/55)!! Y era un centro al área.

Pezzella: notable de nuevo el argentino. No se complicó con balón, donde estuvo impreciso, en buena parte, por la presión del Rayo. En defensa volvió a completar un buen encuentro.

Á. Moreno: esta vez sí le ganó la partida a Balliu. Una roca en defensa y una vía de escape en ataque, donde pudo generar para salir del atasco de la zona central.

Guido: espectacular su trabajo sucio. Pellegrini sabía que el hombre clave del Rayo era Trejo y Guido no le dejó respirar. El ’21’ fue el jugador que más duelos ganó durante el choque: 11. Imposible entrar en su zona. Este sí que limita bien los «cordones sanitarios».

W.C: el jugador que mejor representa lo que ha conseguido el equipo de Pellegrini. Ya no desaparece cuando el contexto no acompaña, ya no quiere jugar solo los partidos de enjundia.

Canales: no andaba fino en la primera parte, donde le cerraban todos los espacios por dentro. Encontró la chispa poco antes del gol de Bebé, pero no dejó de creer. Le iba la vida, a él y a todos nosotros, en llegar a ese desmarque y llegó. Cómo has cambiado el Betis, amigo.

Fekir: se echó de menos que interviniese más, aunque cuando lo hizo estuvo impecable. Se peleó contra todos. El Rayo le desactivó y volvió a encenderse tras el gol de Bebé. Tiene entre ceja y ceja levantar títulos con las XIII barras.

Juanmi: incansable en la presión. Con balón no estuvo bien. La zona central tan poblada por el Rayo imposibilitó su mejor arma: los desmarques de ruptura a la espalda de los centrales. Tuvo una y casi la manda a guardar.

W.J: apareció poquito. No fue su mejor día. Estuvo torpe en la falta que propicia el gol de Bebé. Eso sí: vaya abrazo le pega al panda…

Joaquín: levantó al Betis y levantó sus compañeros.

En cuanto mete el Rayo le sangran los ojos, arenga a los suyos y, como si tuviera 19 años, corre una vez más por el jardín de su casa. Canta Calamaro ese: «Dicen que hay algo que tener, y no muchos tenemos». Pues eso.

Borja: nadie se lo merece más. Lo que ha tenido que sufrir hasta que las cosas empezaron a salir. Fijaos en su mapa de calor: no le dio tiempo ni a generar estadísticas. Salió, marcó y se volvió loco. Vino para esto, para hacernos grandes. Y para hacerse grande con nosotros.

Guardado: sin tiempo para ‘El Principito’.

Este Betis es una familia, porque honran tu escudo como lo haríamos cualquiera de los que te animamos.

¡VAMOS ?!

¡BETIS, ALÉ! ?

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