Crónica. Faltaron minutos 0-0. Depor Alavés vs Real Betis

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El Real Betis viajaba a Vitoria para enfrentarse al Deportivo Alavés en la segunda jornada del Campeonato Nacional de Liga. Viaje, por cierto, que tuvo que efectuarse en la mañana del mismo día del partido debido a problemas técnicos que impidieron el traslado la tarde previa. 16623 espectadores casi llenan Mendizorroza para ver un empate entre vascos y andaluces.

Los verdiblancos venían de vencer entre semana a un flojo Kryvbas ucraniano en la previa de la Conference League. Por su parte, el equipo vitoriano cayó con algo de injusticia por la mínima en Vigo en la primera jornada de Liga, en la que el Betis empató en casa con el Girona. De todos modos, el equipo verdiblanco no se fiaba: la temporada pasada fue incapaz de doblegar al Alavés, con dos empates en Liga y una dolorosa eliminación copera a manos vascas. Con el empate de hoy la mala racha verdiblanca continúa contra este rival.  

Pellegrini no pudo contar para este choque con las bajas conocidas de Isco, Bakambu y Mendy, a las que se sumó la del guardameta Fran Vieites, con molestias. El gallego fue reemplazado en la convocatoria por el internacional sub17 Manu González. Mientras, Luis García Plaza tenía a su disposición a toda la plantilla, algo que en el Betis hace mucho que no disfrutamos. Eso sí, esta semana su plantel se ha debilitado con la salida de Luis Rioja rumbo a Mestalla. No olvidemos que durante el verano del equipo babazorro han salido futbolistas como Samu Omorodion, Javi López o Rubén Duarte, entre otros muchos. Eso sí, en Mendizorroza también han incorporado talento, con ejemplos como Luka Romero y Tomás Conechny. Es decir, el Alavés es un equipo en reconstrucción y el Betis no ha podido aprovecharlo.

Por parte bética, la gran incógnita en el once titular era la posición de delantero. La llegada reciente de Vitor Roque le asegura muchos minutos como punta, pero hasta que esté listo Pellegrini deberá definir planes B. Así, hoy le ha vuelto a tocar la papeleta de ser 9 a Aitor Ruibal. Junto al catalán formaron Rui Silva en portería; Ricardo Rodríguez y Sabaly en los laterales con Diego Llorente y Bartra en el eje de la zaga; el mediocentro fue para Marc Roca y William Carvalho y la línea de mediapuntas contó con Juanmi, Fekir y Fornals.

En el bando local bastantes sorpresas en la alineación inicial: Jon Guridi, en buen estado de forma, fue suplente. En ataque Luis García Plaza optó por los novatos Stoichkov y Conechny junto a Carlos Vicente, mientras que Kike García jugó de entrada en punta.

El Betis tardó muchos minutos en salir al campo. El inicio del partido fue un monólogo local, en el que el Alavés impuso intensidad y el equipo verdiblanco simplemente miraba a los rivales pasar. Con un juego de toda la vida, directo al ataque y buscando las bandas, el equipo vasco vivía cerca del área del Betis. El debut de Ricardo Rodríguez empezó siendo una pesadilla, con Carlos Vicente desbordándolo una y otra vez. El centro del campo verdiblanco no existía.

Solo los centrales y Rui Silva transmitían algo de seguridad, mientras en ataque era Aitor Ruibal el que ponía amor propio. Un pase milimétrico del catalán al área es rematado fuera por Juanmi en la mejor ocasión visitante de todo el primer tiempo, mientras el Alavés anotaba un gol bien anulado por claro fuera de juego.

Poco a poco el ímpetu local empezó a apagarse, y mediado el primer tiempo la cosa se igualó. Tuvo que ver el inexplicable cambio táctico de Luis García Plaza, que puso a Carlos Vicente en la banda izquierda y Conechny en la derecha. Y claro, Sabaly no es Ricardo Rodríguez. Por su parte, William Carvalho empezó a tocar algo más el balón, aunque sin darle demasiada profundidad, y Fekir y Fornals intentaban asociarse, con poca suerte. El Betis buscó los disparos lejanos sin ningún acierto.

Pero Ricardo Rodríguez, ya libre de su par del principio, empezó a subir la banda y tuvo varios centros de verdadero peligro: en uno de ellos es Ruibal quien le quita un gol casi seguro de cabeza a Fornals, que no pidió la bola.

El árbitro fue muy compasivo y no añadió ni un solo segundo a una primera parte soporífera. El Betis efectuó 7 disparos contra la portería rival, 5 de ellos salieron desviados y 2 fueron bloqueados por la defensa. El bagaje ofensivo alavesista no fue mucho mejor.

A Pellegrini no pareció gustarle el debut en Liga del lateral suizo y le cambió al descanso, incluyendo en el once a Perraud. Esto dio más estabilidad al lateral izquierdo del Betis, pero el juego del equipo tampoco mejoró en la fase inicial del segundo acto. El partido estaba en completo equilibrio, con el Alavés empujando arriba con poca calidad, mientras que los visitantes intentaban enlazar alguna contra. En una de ellas Fekir peca de individualismo y dispara fuera.

A la hora de partido los entrenadores movieron ficha, en ambos casos en ataque:  Luka Romero y Carlos Martín en el Alavés y Abde y el Chimy Ávila por el Betis saltaron al campo. El partido se abrió, con los dos equipos buscando el gol. Abde y el Chimy Ávila revolucionaron al Betis, y las ocasiones empezaron a sucederse. Fue Fekir el encargado de fallar lo infallable: primero, en un pase filtrado de Fornals que, en un mano a mano contra Sivera, no es capaz de transformar en gol. Y después, en un remate sencillo desde dentro del área, tras pase del Chimy, que se va fuera.

Aún quedaba más. El Betis se puso en superioridad numérica que el delantero argentino aprovechó para desplegar unos enormes minutos. De hecho, estuvo muy cerca del gol en un remate en el que Sivera lo negó, en la parada de la tarde.

Los de Pellegrini terminaron el partido en área rival, buscándolo de todas las formas posibles ante un Alavés rendido, pero no supieron abrir la lata y el partido terminó con el resultado inicial.

La falta de acierto, especialmente de Fekir, evitó sumar tres puntos. El Betis acumula así su segundo empate en 2 jornadas, un casillero demasiado vacío. La próxima parada es el jueves que viene, en la vuelta de la previa de la Conference en casa contra Kryvbas, antes de afrontar el Bernabéu. Esperemos que la pólvora se seque.