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| Colegiado: Muñiz Ruíz |
| VAR: Pizarro Gómez |
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El Real Betis visitaba al colista UD Almería en la jornada 15 del Campeonato Nacional de Liga. Un equipo local casi desahuciado, sin ganar a estas alturas de temporada, sin puntuar en los últimos dos meses y solo con 3 empates que llevarse a la boca, para un Betis que venía de perder inesperadamente en Praga entre semana. En otras palabras: partido trampa en el que las confianzas había que dejarlas guardadas en el armario.
Ganar era vital no solo por la pésima forma del contrincante, sino porque de hacerlo los verdiblancos escalarían un peldaño en la clasificación, superando a la Real Sociedad. Por ello puede decirse que el empate y el punto conseguido en casa del colista son decepcionante para el Betis.
Pellegrini alineó a su once ya típico con un pequeño cambio: Abner y no Miranda partió de inicio en el lateral de izquierdo. Además, con respecto a la victoria liguera contra Las Palmas, Rui Silva y Marc Roca reemplazaron a Vieites y WIllian Carvalho en la alineación inicial. Enfrente, viejos conocidos como Édgar González y Leo Baptistao.
Partido malo de solemnidad en su primera mitad. El Almería no podía y el Betis no quería, el fútbol apenas existió en todo el primer tiempo. Los locales salieron mucho más intensos, y el Betis parecía estar a otra cosa. Aún así, con balones largos sobre todo a la espalda de Pozo se daba alguna sensación de peligro: en una de esas jugadas Ayoze estuvo cerca del premio.
El ecuador de la primera parte fue el momento clave: en el minuto 26, una ocasión muy clara que fabrican Marc Roca y Ayoze es fallada por Assane Diao casi en boca de gol. Y sin solución de continuidad, un minuto después, Bellerín comete sobre Embarba una entrada irresponsable en una zona intrascendente que el árbitro juzga como roja directa. Puede que algo rigurosa, pero reglamento en mano no cabe lugar a la protesta: innecesaria, absurda y justa expulsión. El Betis se quedaba con un jugador menos en el minuto 27.
Pellegrini movió el tablero, incluyendo a Ruibal por Willian José y colocando a Isco en punta.
La superioridad numérica espoleó al Almería, justo de ideas pero motivado por la situación, y así los locales dispusieron de dos ocasiones clarísimas al borde del descanso: una de Arribas que remata fuera y otra de Baptistao negada por una soberbia intervención, la primera de una tarde espléndida, de Rui Silva.
Sin embargo, el marcador no se movió y los jugadores se marcharon a vestuarios con el resultado inicial.
Pellegrini introdujo a Abde por Ayoze al descanso, buscando la velocidad del marroquí.
El segundo acto fue más de lo mismo. Los locales lo intentaron con todo y demostraron por qué están donde están: el Almería falló todo lo que tuvo ante un Betis inerte.
El equipo rojiblanco tocó zafarrancho y fue a por todas, pero se encontraron con un inconmensurable Rui Silva e incluso con el larguero. El portero verdiblanco cuajó una actuación perfecta que desquició al rival: Embarba, Arribas y Baptistao no consiguieron anotar en jugadas bastante claras.
Por parte visitante, muy poco en ataque. El Betis asumió su inferioridad numérica, cedió el control del balón por completo y solo en acciones aisladas intentaba crear peligro. Dos arrancadas de Assane Diao fueron bien cortadas por Edgar. Con Isco totalmente apagado, Abde era el único de arriba que parecía entender lo que pedía el partido para su equipo, y no dejó de arrancar por su banda en todo el segundo tiempo.
Para colmo, otra mala noticia para rematar la tarde: Pezzella se retiró con molestias, y Sokratis debutó reemplazando al argentino.
Hubo emoción hasta el final, con el equipo de Garitano desesperado por ganar su primer partido, pero el partido terminó con el marcador inicial.
El Betis jugó un mal partido, tanto con 11 como con 10 jugadores, y apenas fue capaz de hilar jugadas de mérito en todo el choque. La solidez del Villamarín se diluye como visitante: el equipo no gana fuera de casa desde la jornada 1.
Ahora viene la Copa del Rey y después el Real Madrid. Esperemos que se retome la senda del buen juego y que la enfermería se vaya vaciando.
