 
3 - 1Tiempo completo |
| Chimy Avila 13' | 1-0 | |
| Yuri B. 37' | 2-0 | |
2-1 | 45' Guruzeta | |
| Johnny Cardoso 66' | 3-1 | |
| Colegiado: Cuadra Fernández | ||
| VAR: Jaime Latre |
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Real Betis y Athletic Club medían sus fuerzas en el Benito Villamarín en la jornada 26 del Campeonato Nacional de Liga ante 53537 espectadores. La competición entra así en su tercio final con un interesante partido entre el séptimo y el quinto de la tabla.
Momentos muy diferentes los de andaluces y vascos: los locales venían de encajar el mazazo de la inesperada eliminación en la Conference League en Croacia, mientras los visitantes tienen la vuelta de la semifinal copera a la vuelta de la esquina.
Como es costumbre, Pellegrini tenía casi tantas bajas como jugadores disponibles. Hasta 9 futbolistas del primer equipo, entre lesionados y sancionados, no estaban en la cita. Esto generó incógnitas que el Ingeniero despejó pronto: Ruibal por derecha y Sabaly a pierna cambiada fueron los laterales, mientras que Altimira acompañó a un ya fijo Cardoso en el centro del campo. En línea de ataque, Willian José fue el 9 titular, con Fornals, el Chimy Ávila y Fekir por detrás de él. El resto, lo usual: Rui Silva en portería con Pezzella y Riad como centrales.
Con la mira puesta en la Copa, Valverde apenas tiró de algunas rotaciones: la más destacada fue la suplencia de Iñaki Williams, mientras que su hermano Nico sí fue de la partida.
Tanto cambio no desviaba la atención de la importancia de los puntos en juego. Los rivales más cercanos de ambos equipos ya jugaron y pincharon esta jornada: la Real Sociedad cayendo en casa y el Atlético de Madrid solo logrando un punto en el feudo del colista Almería. Precisamente el equipo colchonero será clave en el devenir de ambos: a su cita copera del jueves frente al Athletic se suma la liguera del próximo domingo contra el propio Betis.
Con tanto en juego comenzó el partido, en el que la primera parte dio para escribir un libro. Tras el tanteo inicial, en el que el Athletic parecía querer dominar la pelota, el Betis empezó a carburar de forma soberbia. Primero aplicándose en defensa, donde el equipo actuaba como un verdadero bloque mientras Ruibal secaba a Nico Williams, única alternativa de los visitantes en fase ofensiva. Para darle al choque un toque de épica, la lluvia empezó a arreciar en Heliópolis.
La solidez defensiva se trasladó al ataque. El Betis consiguió abrir la lata pronto: en el minuto 13, Pezzella corta un balón que le llega a Altimira. Este combina con Cardoso, cuyo pase largo a banda derecha es aprovechado por Willian José para darle una magistral asistencia a Chimy Ávila, que cruza con la zurda a la red. Gran gol coral del Betis para el 1-0, con dos diagonales y precisión milimétrica en una acción vertical al fin.
En la jugada del gol se produjo la desafortunada lesión de la árbitra asistente, Guadalupe Porras, que chocó con una cámara y tuvo que ser reemplazada por el cuarto árbitro. Esto produjo un descuento largo que fue importante como luego veremos.
El gol le sentó muy bien al Betis y muy mal al Athletic. Los verdiblancos, con un Fornals cayendo al centro para formar con frecuencia un trivote, más dos laterales en modo estelar, estaban eléctricos y ofrecieron una larga fase de dominio. El Chimy Ávila y Willian José tuvieron intentos de gol, y los locales consiguieron doblar la ventaja en el minuto 38: un centro de Fekir es mal rematado por Willian José y el balón le rebota a Yuri, que lo introduce en su propia portería.
Todo parecía ponerse de cara, porque al marcador de 2-0 le sucedieron una absurda expulsión de Nico Williams, que ve una amarilla por cometer falta y otra por protestarla, y la lesión de Yuri Berchiche. Incluso Fornals rondó el tercero en una ocasión que remata demasiado cruzado.
Pero el Betis es el Betis. Y con dos goles de ventaja y un jugador más, en un descuento largo debido al cambio de árbitro, los de Pellegrini cometieron un error antes de irse a vestuarios: en la última jugada del primer tiempo el Athletic bota un corner que Guruzeta peina a la red ante la pasividad de defensa y portero verdiblanco. De esta forma se llegó al descanso con un resultado parcial de 2-1, renta demasiado exigua para lo que el Betis buscó y mereció.
Pellegrini y Valverde tocaron sus equipos de cara a la reanudación: William Carvalho por Altimira e Iñaki Williams por Sancet fueron de la partida en el segundo tiempo. Y no tardando mucho, viendo que estaba amonestado, el Ingeniero cambió al Chimy Ávila por Rodri.
El Betis seguía sólido atacando, principalmente con internadas de Ruibal. Pero el Athletic no estaba muerto y buscaba su zarpazo. De hecho, Álex Berenguer puso nervios en las gradas con un remate cercano cruzado en el minuto 55 que estuvo a punto de entrar.
Sin embargo, el dominio era bético. Los locales tocaban el balón cerca del área rival, terminando las jugadas en remates más o menos claros. Carvalho lo tuvo cerca, pero el premio lo consiguió quien más lo merecía: Johnny Cardoso. En una jugada trenzada entre Willian José y Fekir, la pelota acaba en pies del norteamericano, que saca un disparo a la escuadra desde la frontal del área imposible para Unai Simón. Era el minuto 67 y el 3-1 parecía definitivo.
La mala noticia de la tarde fue la lesión de Aitor Ruibal en un mal apoyo, lo que enfrió un poco al Betis: en un despiste defensivo, Pezzella estuvo a punto de cometer penalty sobre Vivian, pero el VAR interpretó su contacto con como insuficiente.
De ahí al final, completo dominio del Betis, que monopolizó la pelota y las ocasiones. El Athletic tenía un jugador menos y la mente puesta quizás en la Copa, y el juego verdiblanco no le dio ninguna esperanza de obtener botín alguno. Los verdiblancos esta vez supieron leer bien el partido, lo terminaron en campo contrario y firmaron así una victoria tremendamente sólida ante un rival complicado.
Con este resultado final de 3-1 el Betis supera en la tabla a la Real Sociedad y se aúpa a la sexta plaza, con 42 puntos. El Athletic es quinto, pero aún está lejos, a 7 puntos. El siguiente partido en el Metropolitano dirá si lo de hoy ha sido un espejismo o lo que nos espera de aquí a final de temporada.
