Mucho castigo para tanta constancia 1-3. Crónica Betis Deportivo – Linares Deportivo

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1 - 3
Tiempo completo
Raúl 86'
1-0
1-1
90' Copete
Colegiado: Domínguez Cervantes

olvió a quedar en evidencia la falta de experiencia y veteranía sobre el césped de la capital hispalense. De nuevo, no fue mala la imagen del Betis Deportivo, pero se notó que el Linares, a pesar de su situación en la clasificación, está algunos peldaños por encima. La diferencia de nivel fue evidente tanto en ataque como en defensa. El cuadro jienense es un equipo con muchos más recursos e ideas en ambas facetas y eso hizo que se reflejase la superioridad en el marcador. 
 
Aun así, hubo que esperar para que el Linares abriese la lata. La presión hacia mella en un equipo verdiblanco al que le costó encontrarse algo cómodo y que tuvo la más clara con Luis Martínez como protagonista. En el otro bando, un inspirado Fran Carnicer puso en apuros a los locales en más de una ocasión y brilló Marc Vidal dejando al equipo intacto hasta cerca del paso por vestuarios. 
 
No obstante, finalmente, fue inevitable, aunque en una jugada un tanto rara. Se pitó fuera de juega en una acción en la que un pupilo verdiblanco sacó el esférico bajo palos, pero la pelota ya había entrado y, finalmente, el tanto fue dado como legal. Fue Barbosa el que puso esta primera piedra para finiquitar la primera parte. 
 
Con la segunda mitad se buscó un cambio de actitud de los de Del Pino que se vio empañado con el segundo gol del encuentro. Fran Carnicer llegó desde atrás para coger la asistencia de Barbosa y poner más tierra de por medio. Gracias a ese ventaja, el Linares se relajó y el Betis Deportivo fue de menos a más gracias a los cambios. La entrada de Mizzian y Moha se notó y la creatividad aumentó. De hecho, eso hizo que Raúl gozase de más ocasiones y en una de ellas consiguió recortar distancias. 
 
Aun así, las alegrías son breves esta temporada en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Ganas, actitud, constancia y demás sinónimos que quedan en frustración. El castigo volvió a ser excesivo con el último gol por parte de los visitantes. Fue Copete el que puso la guinda en el pastel y desató la euforia de todos los que se desplazaron desde la ciudad linarense hasta la Avenida de Italia.