Las balas están agotadas en Heliópolis. Ya no quedan esperanzas ni sueños para mucho más esta temporada. El Real Betis está en tierra de nadie y lo único que debe buscar antes de que LaLiga culmine es algo de honor. Los resultados tan negativos están dejando muy tocados a los jugadores de la plantilla verdiblanca, pero también a su afición. Lo único que queda ahora es nadar a contracorriente y conseguir, al menos, dar una buena imagen en lo que resta de campaña. Para ello, tendrán que empezar por conquistar Mestalla, que tampoco vive su mejor momento y tiene mucho en juego.
A la deriva
Ni crecimiento, ni Europa League, ni dignidad. Pocas cosas quedan ahora mismo en la Avenida de La Palmera para sacar algo positivo de esta temporada. De hecho, después del empate ante el Mallorca en el Benito Villamarín y cinco jornadas consecutivas sin una victoria, los ánimos no están como para sentir optimismo. Tampoco es que haya muchas razones. Lo único cierto, a estas alturas de la campaña, es que el Real Betis se encuentra más cerca del descenso -a ocho puntos- que de puestos europeos -a diez puntos-.
La gran labor del Betis en la zona de tres cuartos, con un Fekir y un Canales que son dignos de aplaudir, no son suficientes para sacar tres puntos o dejar buenas sensaciones sobre el verde. Es una historia que se repite, pues la debilidad defensiva sigue pasándole factura al conjunto de Rubi y no parece que las cosas vayan a cambiar ya demasiado. Los errores han costado muchos tropiezos y ahora la condena va a ser un tormento. Vienen partidos muy complicados: Valencia, Madrid, Sevilla; y en ninguno de ellos se puede apostar al verdiblanco.
Centrados en la visita a Mestalla, el técnico Rubi tendrá no contará con Bartra, por sanción, y Lainez, quien fue operado de apendicitis. Por otro lado, recupera a Borja Iglesias, aunque el nivel del delantero está dejando mucho que desear y su ausencia en la jornada pasada tampoco es que haya significado un problema para el Real Betis. Aunque es una incógnita lo que el entrenador catalán decidirá, sería justo apostar por Loren como titular.
Continuas pesadillas
Son múltiples los malos momentos que está teniendo que vivir el Valencia. Su racha no es tan mala como la del Betis, pero sus objetivos se están viendo cuestionados debido a los malos resultados cosechados. Se quedó sin semifinales de Copa del Rey ante el Granada y está peligrando su andadura en la Champions League después de la goleada sufrida ante el Atalanta a domicilio (4-1). Mucho tendrá que espabilar el cuadro che para darle la vuelta a ese marcador en la vuelta disputada en Mestalla.
No obstante, eso no es lo único que preocupa en territorio valenciano. No serán las fallas, pero el club está que echa chispas. En la competición doméstica llevan tres jornadas consecutivas sin saborear un triunfo. De hecho, la última victoria la firmaron ante el Celta y la mínima (1-0). Lo más positivo que tienen es que, en Liga, aún no han salido derrotados de Mestalla, pero, con la fragilidad reflejada a domicilio, eso no es suficiente si quieren volver a estar en competición europea la próxima campaña.
Aunque no están al mismo nivel, el Valencia tiene unos problemas parecidos a los de su rival de este sábado. Los fallos defensivos también le han pasado factura y, al encajar tantos goles, se han visto obligados a tirar de un ataque que tampoco ha aportado ninguna solución. Además, para este duelo, Celades tendrá que hacer frente a las bajas de Garay, quien se pierde toda la temporada, Piccini, Mangala, Rodrigo y Vallejo; mientras que son duda Coquelin y Gayà. Sin embargo, a pesar de las ausencias, será una cita muy especial para el valencianismo y, los que estén disponibles, se dejarán el alma sobre el terreno de juego, pues se aprovechará este encuentro para homenajear a una leyenda del fútbol español, David Villa.
Mestalla, misión complicada
Al Real Betis siempre le ha costado mucho sacar los tres puntos del feudo blanquinegre. Solo ha conseguido conquistar Mestalla en una ocasión, y fue en la temporada 2016/17 con un dos a tres. En el resto de encuentros, no ha conseguido tumbar al Valencia en su propia casa. No obstante, son dos equipos que están viviendo un momento muy frágil y cualquier cosa puede pasar. Los verdiblancos llegan con un precedente muy positivo de la primera vuelta, ya que en el Villamarín consiguieron imponerse (2-1).
Hay que decir que pocos precedentes sirven ahora. Puede pasar de todo en Mestalla. Ambos conjuntos están muy necesitados, quieren recuperar confianza en ellos mismos y devolvérsela a sus aficiones. Pero, sobre todo, tienen la urgencia dar un golpe sobre la mesa y cambiar la dinámica tan mediocre que están viviendo. No es la imagen que quieren dar y hay que buscarle una solución a esta situación tan desesperante, aunque para unos sea más tarde que para otros.