Uno de los días más esperados del año ha llegado a la capital hispalense. Bueno, más que un día, una semana entera. Los sentimientos empiezan a estar a flor de piel y solo un pensamiento se apodera de la cabeza de béticos y sevillistas: el derbi. El gran derbi. Esa cita especial que hará del Benito Villamarín un escenario aún más impresionante de lo que suele ser y miles de almas se unirán bajo una misma voz con el objetivo de ver a su equipo campeón.
Cuando llega el momento de este partido, las sensaciones se vuelven a repetir, pero es algo único. Da igual en la situación que se encuentre un equipo u otro, si uno llega más arriba o más abajo, la diferencia de calidad en las plantillas, etc., lo único importante es que no es un partido cualquiera y la motivación se dispara a niveles extremos. De hecho, todos los jugadores lo saben, ya sean de Francia, Portugal, México o de la propia ciudad.
Ganas de guerra
El Betis llega a esta jornada con ganas de hacer que la Giralda vuelva a sentirse orgullosa, pero del verde. Los heliopolitanos quieren alzar la voz y mostrar esa firmeza que se vio la pasada jornada en el Santiago Bernabéu. Rubi y su plantilla tienen una ocasión de oro para recuperar la confianza de toda esa afición fiel, que no los ha dejado solos ni un segundo y gritarán con más fuerza si cabe este domingo. El Villamarín tiene que vibrar.
Los verdiblancos lograron encontrarse mucho más cómodos en el aspecto defensivo frente al Madrid. El técnico optó por poner a Bartra en el centro del campo, jugar con tres defensas y atacar con dos carrileros. Y no le salió nada mal el plan, pues fue uno de los partidos más sólidos de la temporada y lograron aguantar las envestidas del equipo blanco, contra el que se repartieron los puntos.
Además, ni Mandi ni Fekir vieron la tarjeta amarilla, por lo que estarán disponibles para hacer frente al cuadro de Lopetegui. Hay más buenas noticias, pues Joaquín vuelve a contar y William Carvalho ha dado un paso más en su recuperación, así como Javi García, Dani Martín y Francis.
Un equipo al completo
No es una novedad que el Sevilla fue uno de los equipos que mejor aprovechó el mercado de fichajes para reforzar su plantilla, todo debido a la vuelta de Monchi. Aunque en la punta del ataque aún no han rendido según lo esperado, el conjunto rojiblanco cuenta con grandes atacantes y es un equipo que puede crear peligro con mucha facilidad. Ocampos, Joan Jordán, Diego Carlos, Reguilón e, incluso, Oliver Torres, con sus detalles más recientes, han sido de lo más destacado de la ventana estival.
El cuadro de Nervión llega a este partido como quinto clasificado y con ocho puntos más en su casillero que el Betis. Ha sufrido tres derrotas en lo que va de campaña y dos (ante Eibar y Barcelona) han sido fuera de casa. En el Sánchez Pizjuán se ha mantenido firme, pues solo salió derrotado contra el Madrid. Asimismo, como visitante le ha costado un pelín sacar resultados, ya que ganó por la mínima contra Granada y Alavés y solo pudo rascar un punto en Mestalla. Los encuentros más recientes han sido ante el Atlético de Madrid (1-1) y una goleada frente al Dudelange en Europa League (2-5).
A pesar de estar mucho más arriba en la tabla, el Sevilla, que también utiliza mucho sus bandas para atacar, no ha logrado marcar muchos más goles que los heliopolitanos. Sólo suman un tanto más en Liga, pero han conseguido dejar la portería a cero en cinco ocasiones y han encajado 13 tantos.
Esa enorme ilusión
Los últimos resultados del Real Betis en los derbis disputados en el Benito Villamarín invitan al optimismo. Aficionados, jugadores y todas las piezas que conforman el conjunto de las trece barras quieren permitirse soñar. De hecho, ya lo están haciendo. Quieren volver a repetir, como mínimo, ese 1-0 de la temporada pasada, en la que el capitán, Joaquín, hizo que el feudo verdiblanco se convirtiera en una caldera.
Además, en la campaña 2017-18, los de Quique Setién conquistaron Nervión, aunque tuvieron que conformarse con un empate (2-2) en casa. El encuentro más reciente acabó en alegría sevillista, pues se impusieron en el Sánchez Pizjuán (3-2). Ahora, le toca al Villamarín sonreír y volver a darle la vuelta a la tortilla.
Este domingo la gente no solo debe levantarse para ir a la urnas y votar. Este domingo hay una celebración en la capital hispalense que pocos quieren (y deberían) perderse. De nada vale decir que el Betis-Sevilla es solo un derbi más. Está más que demostrado que eso no es así, pero el Benito Villamarín, esta jornada, volverá a a brillar más de lo que lo suele hacer y lo que ocurra dentro se convertirá en magia, para unos o para otros.