 
3 - 2Tiempo completo |
0-1 | 10' Antony | |
0-2 | 21' Diego Llorente | |
| Fran Beltran 62' | 1-2 | |
| Javi Rodriguez 64' | 2-2 | |
| Swedberg 88' | 3-2 | |
| Colegiado: Busquets Ferrer | ||
| VAR: Del Cerro Grande |
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Jornada vigésimotercera del campeonato nacional de liga con visita a Balaídos. Expectación por la puesta en escena del equipo tras el cierre de mercado y la incorporación de nuevos jugadores y salida de otros. Tenía pensada otra línea argumental del artículo de esta semana, pero tendremos que dejarlo para otra ocasión más propicia. Se trataba de la semejanza entre los apodos de ciclistas y futbolistas tras el último fichaje, el Cucho Hernández. Jugador de la misma nacionalidad que los ciclistas que vienen de Colombia, cuna de los mejores corredores sudamericanos. Pues eso, lo dejaremos para otro momento.
Sin embargo, el comienzo no pudo ser mejor, pues Antony, una de las recientes incorporaciones, marcó un soberbio gol en el minuto 10. Remate de calidad en estático que abría hueco con un Celta que ya empezaba a ir a remolque nuestro. Poco después, y sorprendentemente en la salida de un córner, Llorente ponía el 0-2 en el marcador. Mejor comienzo imposible.
El Betis estaba muy cómodo y siguió generando peligro. Así llegaron dos remates al larguero casi de manera consecutiva: primero Bakambu en remate de cabeza y poco después Jesús Rodríguez en un disparo desde la frontal del área en buena jugada. Llegamos al descanso con una buena ventaja, que bien pudo ser más amplia, pero importante al fin al cabo para conseguir los tres puntos.
Pero como hablaba con un amigo precisamente en el descanso, esto sólo lo puede estropear el propio Betis. Siempre nos queda a los béticos la sensación de que podemos echar todo al traste cuando no hay motivo aparente. Y el caso es que el comienzo de la segunda parte siguió con la misma tónica. Pero al cuarto de hora vino el momento fatídico del partido: los cambios.
El Betis se me asemejaba a un corredor escapado en el último puerto con tiempo suficiente para llegar a meta. El Celta empezó a aproximarse con peligro porque nuestro centro del campo dio un bajón considerable y nos asestó el primer gol, ese que se dice que te mete en el partido, de una manera perfectamente evitable pues Fran Beltrán remata sin oposición alguna desde la frontal del área. Ya nos veía el Celta en la distancia que era posible cazarnos. En ciclismo tener una referencia visual del que va delante tuya es una motivación extra. Y sólo dos minutos después, inexplicablemente, nos vuelve a marcar y nos captura. Dos minutos después… Dos goles encajados en dos minutos. Algo impropio del fútbol profesional. No quiero quitarle méritos al equipo vigués pero los celestes se aprovecharon de la extrema endeblez y falta de contundencia para manejar mejor los momentos posteriores al primer gol encajado.
Si ya parecía escaso botín el punto y llegar emparejados a meta era el triste consuelo, eso de que si no puedes ganar al menos no pierdas pues tampoco. El Betis se queda descolgado en la rampa previa a la llegada encajando el tercero, para más inri en propia puerta.
Otro tiro en el pie esta temporada y dándole vida a rivales en mala racha. Queda mucho, es cierto, pero la desazón y el mal cuerpo de ayer no es por perder, es por cómo se hizo. No queda otra que levantarse y seguir porque esta semana vuelve Europa.
Vamos Betis, devuélvenos la ilusión y déjate ya de pájaras, que no te cacen más. Que esta temporada ya nos ha pasado demasiadas veces. La afición no fallará, lo comprobaremos el jueves. A pesar de todo te quiero manquepierda. Vamos.
