La Maglia Verde. El esfuerzo siempre ayuda al talento 1-0. Real Betis vs RCD Espanyol

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De nuevo analizamos desde la bicicleta de la Maglia Verde una doble jornada liguera, jornadas siete y ocho ya en un calendario frenético en este comienzo de temporada. El pasado jueves en el estadio Insular de Las Palmas y ayer, por fin en horario de fin de semana, en nuestro Benito Villamarín y ante más de cincuenta y tres mil personas recibiendo la visita del recién ascendido, pero histórico, RCD Espanyol de Barcelona. Dos etapas importantes para tratar de buscar los puestos altos de la clasificación.

Ayer en Zurich los aficionados al ciclismo asistimos a una jornada histórica con la celebración del campeonato del mundo de fondo en carretera. Desde el año 1987 nadie ha sido capaz de ganar Giro de Italia, Tour de Francia y Mundial. Solamente lo habían conseguido un tal Eddy Merckx (El Caníbal)  y el irlandés Stephen Roche (inolvidable su escena en meta recibiendo aire con una máscara de oxígeno en La Plagne) en aquel 1987 donde nuestro Perico Delgado mantuvo el maillot amarillo hasta casi al final (recuerdo las declaraciones del segoviano en la previa de la contrarreloj de Dijon donde decía “que se iba a comer el manillar”,  en clara alusión a que lo iba a dar todo con tal de mantener la preciada prenda amarilla de la ronda francesa y ganar su primer Tour de Francia). No pudo ser y tuvimos que esperar al año siguiente para ver de amarillo en los Campos Elíseos a Pedro Delgado. Pues ayer asistimos a la enésima demostración del ya uno de los dioses del Olimpo ciclista: el esloveno Tadej Pogacar (vestido de verde para más señas) se impuso al más puro estilo caníbal. Zarpazo a 100 kilómetros de la meta y demostración una vez más de manera brillante de cómo ganar una carrera con una superioridad que no le ha hecho tener rival en Italia, Francia y ayer en Suiza. Puro espectáculo y afortunados nosotros de poder disfrutar de sus exhibiciones ya sea en monumentos o en grandes vueltas. Talento y capacidad de sacrificio.

En nuestro Betis estamos disfrutando de la vuelta a casa de Gio Lo Celso, piedra angular del proyecto de este año y que con la ausencia de Isco es faro y guía del equipo. Cuando el balón pasa por él todo parece más claro: visión, rapidez, precisión, inteligencia… El partido del jueves no pude verlo, pero por visto en resúmenes y leído en crónicas, el Betis se hizo acreedor de los tres puntos, pero de nuevo la falta de puntería nos volvió de nuevo a penalizar. Es como el ciclista que, por más que lo intenta, se mete en todas las fugas y demuestra que es el más fuerte de la grupeta de escapados pero no es capaz de llevarse la victoria. De nuevo el rosarino fue clave en el gol del empate tras recibir una buena asistencia del joven Assane Diao.

Había que hacer bueno ayer ese punto conseguido en Las Palmas con el partido ante el Espanyol. Generó el Betis ocasiones en la primera parte aunque quizás no tan claras como en otros partidos. Otra vez tirando fuerte y un rival a rueda agazapado, esperando aprovechar cualquier contratiempo nuestro. Pero el Betis está muy mejorado en defensa con la pareja de centrales  y no concede. Sin embargo no hicimos bien la presión y el conjunto españolista sacaba con cierta facilidad el balón (como bien se le escuchó a su entrenador en la pausa de hidratación). Tampoco anduvieron muy finos los medio centros, la dependencia de lo Celso y su manera de generar fútbol era clave. Abde, que era de lo mejor del equipo por sus intentos constantes de desbordar, se fabricó un penalti que él mismo tiró y que no pudo transformar. Aire de cara.

Y si el día del Mallorca un desafortunado rechace hizo llegar el gol rival, ayer nos favoreció en un disparo de Fornals que rebotó en un defensa y el balón cayó a los pies de Lo Celso, que supo definir como sólo un futbolista de su calidad puede hacer. Talento y esfuerzo. A meta sin más sobresalto que el temor por  la cortedad del marcador. Final del partido,  brazos en alto con tres puntos fundamentales para mirar arriba.

La imagen más bonita del encuentro la volvió a generar nuestro protagonista. En el córner entre Gol Sur y Preferencia se hallaba en camilla el socio 105 de nuestro Club. D. Francisco Rodríguez volvía al estadio tras sufrir un ictus, gracias a la Fundación Ambulancia del Deseo. Gio compartió con él un buen rato tras el partido y la cara de felicidad de Paco representa a todos los béticos. Y es que la esencia del fútbol son sus aficionados, sobre todo los mayores.

Toca dos puertos duros esta semana: Varsovia el jueves en Conference League y derby, nada más y nada menos, el domingo. A por todas, Betis, pedalea con fuerza que estamos contigo. Siempre contigo, siempre con talento y esfuerzo.

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