Re: El déficit español no es culpa del gasto público
Es evidente que el desmantelamiento de los servicios públicos no es una mera cuestión técnica, tal y como dice el señor Rajoy. Cuando se clausuran casas de acogida para mujeres víctimas del maltrato, cuando se eliminan 27 pruebas médicas relacionadas con la prueba del talón para recién nacidos, cuando se bajan las becas para estudiar idiomas más del 50%, cuando se aprueba una reforma laboral que tiene como único objetivo bajar los salarios para equipararnos en competitividad a Camboya o Indonesia, cuando se aprueba el copago sanitario en Cataluña, cuando se dice que el problema de este país es que los parados apuran hasta el último instante para buscar trabajo cuando hay millones de personas que no cobran un mango en subsidios desde hace años, se está haciendo mucha ideología.
Y esa ideología está basada en la mentira de la insostenibilidad del sistema. Una falacia que cae por su propio peso cuando en este país el verdadero, que no único, problema es el endeudamiento privado, muy superior a la media europea; mientras que el endeudamiento público en relación con el PIB está por debajo del paraíso terrenal que se hace llamar ahora Alemania. Alemania que, por cierto, azota al Banco Central Europeo cuando éste actúa como lo que debe ser, un escudo del euro, y sin embargo calla que durante muchos años fue una de las principales incumplidoras del déficit.
En España, hasta ahora, podemos presumir de tener unos servicios públicos de mucha calidad en comparación con la de los países de nuestro entorno, y esos servicios públicos de calidad son los verdaderos ejes vertebradores de una sociedad equilibrada; la imitación del modelo estadounidense de nuestro estado, teniendo en cuenta que nuestro sistema productivo es el que es, puede condenar en un futuro próximo a generaciones de españoles/as a vivir notablemente peor (en salud, en educación, en asuntos sociales) de lo que vivimos ahora.
Es evidente que el desmantelamiento de los servicios públicos no es una mera cuestión técnica, tal y como dice el señor Rajoy. Cuando se clausuran casas de acogida para mujeres víctimas del maltrato, cuando se eliminan 27 pruebas médicas relacionadas con la prueba del talón para recién nacidos, cuando se bajan las becas para estudiar idiomas más del 50%, cuando se aprueba una reforma laboral que tiene como único objetivo bajar los salarios para equipararnos en competitividad a Camboya o Indonesia, cuando se aprueba el copago sanitario en Cataluña, cuando se dice que el problema de este país es que los parados apuran hasta el último instante para buscar trabajo cuando hay millones de personas que no cobran un mango en subsidios desde hace años, se está haciendo mucha ideología.
Y esa ideología está basada en la mentira de la insostenibilidad del sistema. Una falacia que cae por su propio peso cuando en este país el verdadero, que no único, problema es el endeudamiento privado, muy superior a la media europea; mientras que el endeudamiento público en relación con el PIB está por debajo del paraíso terrenal que se hace llamar ahora Alemania. Alemania que, por cierto, azota al Banco Central Europeo cuando éste actúa como lo que debe ser, un escudo del euro, y sin embargo calla que durante muchos años fue una de las principales incumplidoras del déficit.
En España, hasta ahora, podemos presumir de tener unos servicios públicos de mucha calidad en comparación con la de los países de nuestro entorno, y esos servicios públicos de calidad son los verdaderos ejes vertebradores de una sociedad equilibrada; la imitación del modelo estadounidense de nuestro estado, teniendo en cuenta que nuestro sistema productivo es el que es, puede condenar en un futuro próximo a generaciones de españoles/as a vivir notablemente peor (en salud, en educación, en asuntos sociales) de lo que vivimos ahora.
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