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Imputados dos policías por insultar y golpear a una joven que fue a denunciar el robo de su bolso - El Correo de Andalucía
Los dos policías imputados por insultar y golpear a una joven niegan los hechos - El Correo de Andalucía
Imputados dos policías por insultar y golpear a una joven que fue a denunciar el robo de su bolso
El Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla ha imputado a dos agentes de la Policía Nacional que supuestamente insultaron y agredieron con golpes y pisotones a una joven, identificada como M.R.L., que había ido a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules, y que terminó esposada y detenida en los calabozos de la comisaría de Blas Infante.
El abogado de la afectada, Luis de los Santos, ha informado a Europa Press de que el Juzgado instructor ha citado a declarar este miércoles a partir de las 10,00 horas a los dos agentes, imputados por sendos delitos de lesiones y contra la integridad moral, así como a una amiga de la denunciante que presenció los hechos acaecidos supuestamente el 21 de junio del pasado año 2011.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la joven relata que sobre las 00,30 horas del referido día le robaron el bolso en un bar de la Alameda de Hércules llamado 'La Guarancha', tras lo que en compañía de una amiga acudió a la comisaría para denunciar los hechos, donde fue atendida por un policía que incluso se ofreció a cortar el candado de la bicicleta de la denunciante para que pudiera marcharse a casa.
Tras ello, el agente fue a buscar "algún aparato" para cortar dicho candado, pero "viendo que el funcionario tardaba en regresar" la denunciante se dirigió a dos policías, "uno moreno y otro castaño de ojos juntos", que estaban en recepción "mirando una película, con los pies en alto y comiéndose un bocadillo", por lo que "ante tal aspecto de desocupados les preguntó cuánto tiempo creían que podía quedarle a su compañero para volver".
Ante tal pregunta, el agente "de cabello moreno" le contestó que "él qué sabía", por lo que "ante la mala contestación" la denunciante se dio la vuelta y le dijo a su amiga "ya les vale, podían parar de comerse el bocadillo y atenderme como deben", lo que motivó que los dos agentes "se levantaran, salieran de la habitación de recepción y le gritaran desde atrás '¿qué has dicho?'", utilizando además palabras malsonantes.
Así, la joven "le dijo que no podía hablarle a una ciudadana de ese modo y le pidió el número de identificación", pero el agente "se llevó la mano al pecho, tapando el número y diciendo 'Yo a ti no te enseño nada', tras lo que cogió el número de identificación por una esquina e intentó quitárselo para impedir que pudiera verlo", ante lo que la denunciada, "antes de que se quitara el velcro, lo cogió de la misma esquina de la que él estaba tirando y volvió a pegárselo en el pecho".
"ESTAMPADA" CONTRA LA PARED
Según la denuncia, el agente "le cogió por el pelo por detrás y le gritó 'tocar a un policía es atentado', tirándola al suelo", donde "se le echaron encima varios policías nacionales más, recibiendo golpes y pisotones por todo el cuerpo", e incluso "la estamparon contra la pared y la esposaron". Una vez esposada, tres agentes la llevaron a la sala de denuncias, lugar de donde "el policía moreno y el castaño la sacaron esposada".
Tras ello, "y sin decirle a dónde la llevaban, la condujeron hasta el sótano con las luces apagadas" y subieron a un coche en el cual la trasladaron hasta un hospital, donde llegaron "y el policía castaño la esposó con las manos por detrás y la llevó algunos metros con la porra metida por la espalda". Después de llevarla al médico, "volvieron a subirla al coche y, al quejarse de las esposas, el policía moreno se las apretó un poco más".
Así, salieron de Sevilla y, "una vez en las afueras, encendieron una potente luz en la zona de los asientos traseros mientras se fumaban un cigarrillo", para a continuación "tomar una carretera secundaria, sin iluminar, y estar dando rodeos 20 minutos antes de llegar a la comisaría de Blas Infante", donde los policías imputados la condujeron hasta una sala.
"COMO NO TE CALLES TE VOY A PARTIR LA CARA"
Allí, "el policía moreno se le quedó mirando fijamente y, al preguntarle la denunciante por qué la estaba mirando así, le dijo 'estoy haciendo la descripción de tu cara, estás muy seria, ¿por qué no me sonríes un poquito y te pones más guapa?', mientras que, "al requerirle varias veces que quería un abogado", el segundo de los agentes le dijo 'compórtate o te voy a meter en la celda con la peor compañía posible'".
Según la denunciante, en una de las ocasiones uno de los agentes "se levantó, golpeando la mesa con las manos, y le gritó 'como no te calles ya te voy a partir la cara, so ****', amenaza ante la que la denunciante se calló". Tras tomarle declaración y filiarla, la llevaron al calabozo y, antes de meterla en el mismo, uno de los policías gritó 'metedla en la celda de las *****', y concluyó con un 'adiós amiguita'".
Tras finalizar su declaración en sede judicial y ser puesta en libertad, la denunciante acudió al centro de salud de El Porvenir para ser explorada, presentando lesiones en ambos brazos y hematomas en ambas muñecas y en las rodillas, así como en la cara externa del muslo derecho y en la región costal izquierda.
La denunciante considera que los hechos relatados pueden ser constitutivos de un delito contra la integridad moral, otro de detención ilegal y varias faltas de lesiones.
El Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla ha imputado a dos agentes de la Policía Nacional que supuestamente insultaron y agredieron con golpes y pisotones a una joven, identificada como M.R.L., que había ido a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules, y que terminó esposada y detenida en los calabozos de la comisaría de Blas Infante.
El abogado de la afectada, Luis de los Santos, ha informado a Europa Press de que el Juzgado instructor ha citado a declarar este miércoles a partir de las 10,00 horas a los dos agentes, imputados por sendos delitos de lesiones y contra la integridad moral, así como a una amiga de la denunciante que presenció los hechos acaecidos supuestamente el 21 de junio del pasado año 2011.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la joven relata que sobre las 00,30 horas del referido día le robaron el bolso en un bar de la Alameda de Hércules llamado 'La Guarancha', tras lo que en compañía de una amiga acudió a la comisaría para denunciar los hechos, donde fue atendida por un policía que incluso se ofreció a cortar el candado de la bicicleta de la denunciante para que pudiera marcharse a casa.
Tras ello, el agente fue a buscar "algún aparato" para cortar dicho candado, pero "viendo que el funcionario tardaba en regresar" la denunciante se dirigió a dos policías, "uno moreno y otro castaño de ojos juntos", que estaban en recepción "mirando una película, con los pies en alto y comiéndose un bocadillo", por lo que "ante tal aspecto de desocupados les preguntó cuánto tiempo creían que podía quedarle a su compañero para volver".
Ante tal pregunta, el agente "de cabello moreno" le contestó que "él qué sabía", por lo que "ante la mala contestación" la denunciante se dio la vuelta y le dijo a su amiga "ya les vale, podían parar de comerse el bocadillo y atenderme como deben", lo que motivó que los dos agentes "se levantaran, salieran de la habitación de recepción y le gritaran desde atrás '¿qué has dicho?'", utilizando además palabras malsonantes.
Así, la joven "le dijo que no podía hablarle a una ciudadana de ese modo y le pidió el número de identificación", pero el agente "se llevó la mano al pecho, tapando el número y diciendo 'Yo a ti no te enseño nada', tras lo que cogió el número de identificación por una esquina e intentó quitárselo para impedir que pudiera verlo", ante lo que la denunciada, "antes de que se quitara el velcro, lo cogió de la misma esquina de la que él estaba tirando y volvió a pegárselo en el pecho".
"ESTAMPADA" CONTRA LA PARED
Según la denuncia, el agente "le cogió por el pelo por detrás y le gritó 'tocar a un policía es atentado', tirándola al suelo", donde "se le echaron encima varios policías nacionales más, recibiendo golpes y pisotones por todo el cuerpo", e incluso "la estamparon contra la pared y la esposaron". Una vez esposada, tres agentes la llevaron a la sala de denuncias, lugar de donde "el policía moreno y el castaño la sacaron esposada".
Tras ello, "y sin decirle a dónde la llevaban, la condujeron hasta el sótano con las luces apagadas" y subieron a un coche en el cual la trasladaron hasta un hospital, donde llegaron "y el policía castaño la esposó con las manos por detrás y la llevó algunos metros con la porra metida por la espalda". Después de llevarla al médico, "volvieron a subirla al coche y, al quejarse de las esposas, el policía moreno se las apretó un poco más".
Así, salieron de Sevilla y, "una vez en las afueras, encendieron una potente luz en la zona de los asientos traseros mientras se fumaban un cigarrillo", para a continuación "tomar una carretera secundaria, sin iluminar, y estar dando rodeos 20 minutos antes de llegar a la comisaría de Blas Infante", donde los policías imputados la condujeron hasta una sala.
"COMO NO TE CALLES TE VOY A PARTIR LA CARA"
Allí, "el policía moreno se le quedó mirando fijamente y, al preguntarle la denunciante por qué la estaba mirando así, le dijo 'estoy haciendo la descripción de tu cara, estás muy seria, ¿por qué no me sonríes un poquito y te pones más guapa?', mientras que, "al requerirle varias veces que quería un abogado", el segundo de los agentes le dijo 'compórtate o te voy a meter en la celda con la peor compañía posible'".
Según la denunciante, en una de las ocasiones uno de los agentes "se levantó, golpeando la mesa con las manos, y le gritó 'como no te calles ya te voy a partir la cara, so ****', amenaza ante la que la denunciante se calló". Tras tomarle declaración y filiarla, la llevaron al calabozo y, antes de meterla en el mismo, uno de los policías gritó 'metedla en la celda de las *****', y concluyó con un 'adiós amiguita'".
Tras finalizar su declaración en sede judicial y ser puesta en libertad, la denunciante acudió al centro de salud de El Porvenir para ser explorada, presentando lesiones en ambos brazos y hematomas en ambas muñecas y en las rodillas, así como en la cara externa del muslo derecho y en la región costal izquierda.
La denunciante considera que los hechos relatados pueden ser constitutivos de un delito contra la integridad moral, otro de detención ilegal y varias faltas de lesiones.
Los dos policías imputados por insultar y golpear a una joven niegan los hechos
Los dos agentes de la Policía Nacional imputados por insultar y agredir supuestamente con golpes y pisotones a una joven , identificada como M.R.L., que había ido a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules, y que terminó esposada y detenida en los calabozos de la comisaría de Blas Infante, han negado este miércoles los hechos y han asegurado que "usaron la fuerza mínima para reducirla" después de que le quitara la placa a uno de los agentes.
Durante su declaración como imputado en el Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla, uno de los agentes ha asegurado que la joven, que se encontraba "muy alterada", fue a comisaría a denunciar que le habían robado el bolso durante un concierto y, en un momento dado, entró en la garita de seguridad donde se encontraba él junto al otro compañero también imputado, cuando esa garita "es una zona restringida".
Según el acta de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, el imputado ha dicho que, en ese momento, su compañero salió de la garita con la joven, y ahí "no ve lo que ocurre entre su compañero y la chica, pero sí lo escucha", añadiendo que la joven "los acusó de que le han robado la bicicleta porque se están tocando los *******, como se demuestra porque se están tomando un bocadillo y viendo una película", todo ello "mientras se tocaba sus partes íntimas haciendo gestos obscenos".
En un momento dado, la denunciante "le arrancó" su placa y, al intentar recuperarla, "se produjo un forcejeo entre ambos, cayendo los dos al suelo, donde ella le propina arañazos y patadas", punto en el que ha negado también que le faltara al respeto en algún momento de su actuación, pues además "no es cierto que le cogiera de los pelos y la tirara al suelo, sino que cayeron al suelo debido al forcejeo".
Tras ello, y cuando el agente "estaba a punto de recuperar la placa, ella la tiró a la calle", momento en el que, junto a su compañero también imputado, procedieron a su detención, tras lo que la llevaron hasta el centro de salud de Carretera de Carmona, donde "se volvió a poner agresiva, levantándose la falda y haciéndoles comentarios obscenos". Desde allí se dirigieron a la comisaría de Blas Infante "por el camino que utilizan habitualmente y que es más rápido".
"MUY NERVIOSA"
Una vez en comisaría, y según la declaración de este policía, "se le pregunta a quien quiere que se le comunique su detención, a lo que contestó: a tu **** madre", momento en el que "le escupió", declaración que ha sido ratificada por su compañero, quien ha añadido además que la joven "estaba muy nerviosa y con síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol", y dicho que "no le faltó al respeto ni profirió ninguna frase vejatoria" contra ella.
Según este segundo agente, que ha negado que le pusieran la porra en la espalda para inmovilizarla, la denunciante mostraba una actitud "desafiante y provocadora", y ha subrayado que para reducirla "usaron una fuerza mínima", por lo que las lesiones "son de haberse caído al suelo y de los grilletes".
El Juzgado de Instrucción número 20 ha acogido este miércoles la declaración, como testigo, de la amiga que acompañaba a la denunciante, que ha ratificado su declaración. En la denuncia, aseguró que sobre las 00,30 horas del 21 de junio de 2011 le robaron el bolso en un bar de la Alameda de Hércules llamado 'La Guarancha', tras lo que en compañía de una amiga acudió a la comisaría para denunciar los hechos, donde fue atendida por un policía que incluso se ofreció a cortar el candado de la bicicleta de la denunciante para que pudiera marcharse a casa.
Tras ello, el agente fue a buscar "algún aparato" para cortar dicho candado, pero "viendo que el funcionario tardaba en regresar" la denunciante se dirigió a dos policías, "uno moreno y otro castaño de ojos juntos", que estaban en recepción "mirando una película, con los pies en alto y comiéndose un bocadillo", por lo que "ante tal aspecto de desocupados les preguntó cuánto tiempo creían que podía quedarle a su compañero para volver".
Ante tal pregunta, el agente "de cabello moreno" le contestó que "él qué sabía", por lo que "ante la mala contestación" la denunciante se dio la vuelta y le dijo a su amiga "ya les vale, podían parar de comerse el bocadillo y atenderme como deben", lo que motivó que los dos agentes "se levantaran, salieran de la habitación de recepción y le gritaran desde atrás '¿qué has dicho?'", utilizando además palabras malsonantes.
Así, la joven "le dijo que no podía hablarle a una ciudadana de ese modo y le pidió el número de identificación", pero el agente "se llevó la mano al pecho, tapando el número y diciendo 'Yo a ti no te enseño nada', tras lo que cogió el número de identificación por una esquina e intentó quitárselo para impedir que pudiera verlo", ante lo que la denunciada, "antes de que se quitara el velcro, lo cogió de la misma esquina de la que él estaba tirando y volvió a pegárselo en el pecho".
"ESTAMPADA" CONTRA LA PARED
Según la denuncia, el agente "le cogió por el pelo por detrás y le gritó 'tocar a un policía es atentado', tirándola al suelo" , donde "se le echaron encima varios policías nacionales más, recibiendo golpes y pisotones por todo el cuerpo", e incluso "la estamparon contra la pared y la esposaron". Una vez esposada, tres agentes la llevaron a la sala de denuncias, lugar de donde "el policía moreno y el castaño la sacaron esposada".
Tras ello, "y sin decirle a dónde la llevaban, la condujeron hasta el sótano con las luces apagadas" y subieron a un coche en el cual la trasladaron hasta un hospital, donde llegaron "y el policía castaño la esposó con las manos por detrás y la llevó algunos metros con la porra metida por la espalda". Después de llevarla al médico, "volvieron a subirla al coche y, al quejarse de las esposas, el policía moreno se las apretó un poco más".
Así, salieron de Sevilla y, "una vez en las afueras, encendieron una potente luz en la zona de los asientos traseros mientras se fumaban un cigarrillo", para a continuación "tomar una carretera secundaria, sin iluminar, y estar dando rodeos 20 minutos antes de llegar a la comisaría de Blas Infante", donde los policías imputados la condujeron hasta una sala.
"COMO NO TE CALLES TE VOY A PARTIR LA CARA"
Allí, "el policía moreno se le quedó mirando fijamente y, al preguntarle la denunciante por qué la estaba mirando así, le dijo 'estoy haciendo la descripción de tu cara, estás muy seria, ¿por qué no me sonríes un poquito y te pones más guapa?', mientras que, "al requerirle varias veces que quería un abogado", el segundo de los agentes le dijo 'compórtate o te voy a meter en la celda con la peor compañía posible'".
Según la denunciante, en una de las ocasiones uno de los agentes "se levantó, golpeando la mesa con las manos, y le gritó 'como no te calles ya te voy a partir la cara, so ****', amenaza ante la que la denunciante se calló". Tras tomarle declaración y filiarla, la llevaron al calabozo y, antes de meterla en el mismo, uno de los policías gritó 'metedla en la celda de las *****', y concluyó con un 'adiós amiguita'".
Tras finalizar su declaración en sede judicial y ser puesta en libertad, la denunciante acudió al centro de salud de El Porvenir para ser explorada, presentando lesiones en ambos brazos y hematomas en ambas muñecas y en las rodillas, así como en la cara externa del muslo derecho y en la región costal izquierda.
La denunciante considera que los hechos relatados pueden ser constitutivos de un delito contra la integridad moral, otro de detención ilegal y varias faltas de lesiones.
Los dos agentes de la Policía Nacional imputados por insultar y agredir supuestamente con golpes y pisotones a una joven , identificada como M.R.L., que había ido a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules, y que terminó esposada y detenida en los calabozos de la comisaría de Blas Infante, han negado este miércoles los hechos y han asegurado que "usaron la fuerza mínima para reducirla" después de que le quitara la placa a uno de los agentes.
Durante su declaración como imputado en el Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla, uno de los agentes ha asegurado que la joven, que se encontraba "muy alterada", fue a comisaría a denunciar que le habían robado el bolso durante un concierto y, en un momento dado, entró en la garita de seguridad donde se encontraba él junto al otro compañero también imputado, cuando esa garita "es una zona restringida".
Según el acta de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, el imputado ha dicho que, en ese momento, su compañero salió de la garita con la joven, y ahí "no ve lo que ocurre entre su compañero y la chica, pero sí lo escucha", añadiendo que la joven "los acusó de que le han robado la bicicleta porque se están tocando los *******, como se demuestra porque se están tomando un bocadillo y viendo una película", todo ello "mientras se tocaba sus partes íntimas haciendo gestos obscenos".
En un momento dado, la denunciante "le arrancó" su placa y, al intentar recuperarla, "se produjo un forcejeo entre ambos, cayendo los dos al suelo, donde ella le propina arañazos y patadas", punto en el que ha negado también que le faltara al respeto en algún momento de su actuación, pues además "no es cierto que le cogiera de los pelos y la tirara al suelo, sino que cayeron al suelo debido al forcejeo".
Tras ello, y cuando el agente "estaba a punto de recuperar la placa, ella la tiró a la calle", momento en el que, junto a su compañero también imputado, procedieron a su detención, tras lo que la llevaron hasta el centro de salud de Carretera de Carmona, donde "se volvió a poner agresiva, levantándose la falda y haciéndoles comentarios obscenos". Desde allí se dirigieron a la comisaría de Blas Infante "por el camino que utilizan habitualmente y que es más rápido".
"MUY NERVIOSA"
Una vez en comisaría, y según la declaración de este policía, "se le pregunta a quien quiere que se le comunique su detención, a lo que contestó: a tu **** madre", momento en el que "le escupió", declaración que ha sido ratificada por su compañero, quien ha añadido además que la joven "estaba muy nerviosa y con síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol", y dicho que "no le faltó al respeto ni profirió ninguna frase vejatoria" contra ella.
Según este segundo agente, que ha negado que le pusieran la porra en la espalda para inmovilizarla, la denunciante mostraba una actitud "desafiante y provocadora", y ha subrayado que para reducirla "usaron una fuerza mínima", por lo que las lesiones "son de haberse caído al suelo y de los grilletes".
El Juzgado de Instrucción número 20 ha acogido este miércoles la declaración, como testigo, de la amiga que acompañaba a la denunciante, que ha ratificado su declaración. En la denuncia, aseguró que sobre las 00,30 horas del 21 de junio de 2011 le robaron el bolso en un bar de la Alameda de Hércules llamado 'La Guarancha', tras lo que en compañía de una amiga acudió a la comisaría para denunciar los hechos, donde fue atendida por un policía que incluso se ofreció a cortar el candado de la bicicleta de la denunciante para que pudiera marcharse a casa.
Tras ello, el agente fue a buscar "algún aparato" para cortar dicho candado, pero "viendo que el funcionario tardaba en regresar" la denunciante se dirigió a dos policías, "uno moreno y otro castaño de ojos juntos", que estaban en recepción "mirando una película, con los pies en alto y comiéndose un bocadillo", por lo que "ante tal aspecto de desocupados les preguntó cuánto tiempo creían que podía quedarle a su compañero para volver".
Ante tal pregunta, el agente "de cabello moreno" le contestó que "él qué sabía", por lo que "ante la mala contestación" la denunciante se dio la vuelta y le dijo a su amiga "ya les vale, podían parar de comerse el bocadillo y atenderme como deben", lo que motivó que los dos agentes "se levantaran, salieran de la habitación de recepción y le gritaran desde atrás '¿qué has dicho?'", utilizando además palabras malsonantes.
Así, la joven "le dijo que no podía hablarle a una ciudadana de ese modo y le pidió el número de identificación", pero el agente "se llevó la mano al pecho, tapando el número y diciendo 'Yo a ti no te enseño nada', tras lo que cogió el número de identificación por una esquina e intentó quitárselo para impedir que pudiera verlo", ante lo que la denunciada, "antes de que se quitara el velcro, lo cogió de la misma esquina de la que él estaba tirando y volvió a pegárselo en el pecho".
"ESTAMPADA" CONTRA LA PARED
Según la denuncia, el agente "le cogió por el pelo por detrás y le gritó 'tocar a un policía es atentado', tirándola al suelo" , donde "se le echaron encima varios policías nacionales más, recibiendo golpes y pisotones por todo el cuerpo", e incluso "la estamparon contra la pared y la esposaron". Una vez esposada, tres agentes la llevaron a la sala de denuncias, lugar de donde "el policía moreno y el castaño la sacaron esposada".
Tras ello, "y sin decirle a dónde la llevaban, la condujeron hasta el sótano con las luces apagadas" y subieron a un coche en el cual la trasladaron hasta un hospital, donde llegaron "y el policía castaño la esposó con las manos por detrás y la llevó algunos metros con la porra metida por la espalda". Después de llevarla al médico, "volvieron a subirla al coche y, al quejarse de las esposas, el policía moreno se las apretó un poco más".
Así, salieron de Sevilla y, "una vez en las afueras, encendieron una potente luz en la zona de los asientos traseros mientras se fumaban un cigarrillo", para a continuación "tomar una carretera secundaria, sin iluminar, y estar dando rodeos 20 minutos antes de llegar a la comisaría de Blas Infante", donde los policías imputados la condujeron hasta una sala.
"COMO NO TE CALLES TE VOY A PARTIR LA CARA"
Allí, "el policía moreno se le quedó mirando fijamente y, al preguntarle la denunciante por qué la estaba mirando así, le dijo 'estoy haciendo la descripción de tu cara, estás muy seria, ¿por qué no me sonríes un poquito y te pones más guapa?', mientras que, "al requerirle varias veces que quería un abogado", el segundo de los agentes le dijo 'compórtate o te voy a meter en la celda con la peor compañía posible'".
Según la denunciante, en una de las ocasiones uno de los agentes "se levantó, golpeando la mesa con las manos, y le gritó 'como no te calles ya te voy a partir la cara, so ****', amenaza ante la que la denunciante se calló". Tras tomarle declaración y filiarla, la llevaron al calabozo y, antes de meterla en el mismo, uno de los policías gritó 'metedla en la celda de las *****', y concluyó con un 'adiós amiguita'".
Tras finalizar su declaración en sede judicial y ser puesta en libertad, la denunciante acudió al centro de salud de El Porvenir para ser explorada, presentando lesiones en ambos brazos y hematomas en ambas muñecas y en las rodillas, así como en la cara externa del muslo derecho y en la región costal izquierda.
La denunciante considera que los hechos relatados pueden ser constitutivos de un delito contra la integridad moral, otro de detención ilegal y varias faltas de lesiones.
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