Adjuntamos cartel y documento aprobado por la Asamblea Centro del 15-M, sobre movilización contra la derogación del Plan Centro. Acude, si quieres que el centro siga siendo un lugar donde pedalear a salvo. A continuación, el texto completo del comunicado del 15-M sobre el plan centro:
Desde el 15 de Mayo, cientos de miles de personas estamos ocupando calles y plazas del estado, manifestando nuestra indignación y reclamando la regeneración de nuestro sistema político y económico.
Entre las propuestas que han estimulado esta movilización se encuentra la de:
“Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici".
El modelo de desarrollo económico y urbanístico de nuestra ciudad, y su entorno metropolitano, se ha caracterizado en las últimas décadas por primar la lejanía y el uso indiscriminado del automóvil privado. Se han destinado millonarias inversiones en infraestructuras pensadas en su funcionamiento y abastecimiento, haciendo una terrible dejación en las inversiones dirigidas a los medios colectivos de transporte.
Dicho modelo se ha llevado al extremo de su saturación, provocando en grandes zonas de la ciudad un total colapso. El ejemplo más terminado ha sido el del Casco Antiguo, compuesto por un entramado de callejas que no fue construido ni pensado para el coche, por la simple razón histórica de que éste no existía.
Nuestro barrio es un marco ideal para el paseo, la sociabilidad y el encuentro de las gentes, que se encuentra perturbado al haber priorizado al vehículo sobre las personas a las que se les ha sustraído el espacio, las aceras, la tranquilidad y el oxígeno. Es por ello que reclamamos otro modelo, hecho a escala humana, en el que se restrinja la movilidad motorizada privada.
Pero dichas restricciones no sólo vendrían exigidas por otro modelo dictado por las leyes de la razón. Desde la lógica del actual modelo, las restricciones al coche privado vienen igualmente exigidas por las incuestionables leyes físicas: el volumen viario del casco antiguo no es capaz de absorber el tránsito motorizado que pretende circular por él. Dicho de otra forma: no se cabe.
Ello ha llevado a que en los últimos años la situación de la movilidad y las condiciones de vida en el Casco Antiguo estuvieran instaladas en un absoluto caos, que ha dibujado una hostil realidad: transportes públicos varados en los continuos atascos, ruido, contaminación, aceras invadidas por vehículos, etc… que a su vez conllevaba un paradójico bloqueo: la obsesiva fijación de acceder al Casco Antiguo en vehículo privado era una ineficaz opción de movilidad, y a su vez impedía la eficacia del transporte público colectivo. Sirvan a modo de ejemplo los eternos y permanentes atascos de c/Baños o San Pablo como monumentos a la estúpida situación.
Hace unos meses, tras un periodo de titubeos e incumplimientos, se puso en marcha por parte del Ayuntamiento el denominado “Plan Centro”, con el que se adoptaban medidas que limitan la accesibilidad del vehículo privado al Casco Antiguo. Aunque tímido y con defectos, se trataba de un primer paso en el camino correcto. Los resultados positivos fueron inminentes: reducción a la mitad del tránsito de vehículos privados, práctica desaparición de atascos, descenso significativo de la contaminación tanto de CO2, acústica y visual, mayor velocidad comercial del transporte público, etc…
Tras las elecciones municipales el nuevo gobierno municipal del PP está planteando la derogación en el próximo pleno a celebrar el 29 de julio del “Plan Centro”, autorizando nuevamente la invasión del coche privado sin limitación alguna. Sustenta la nueva corporación la decisión en el siguiente discurso: No se puede cerrar el centro a los coches hasta que no existan otras alternativas: metro y aparcamientos rotatorios en la corona del Casco Antiguo. Asimismo, se argumenta que al estar la propuesta en el programa electoral del PP y haber obtenido mayoría absoluta, existe apoyo mayoritario a la derogación del “Plan Centro”.
Merece la pena descomponer el simple argumentario en el que se sustenta la decisión. Plantear que no se puede “cerrar” el centro hasta que no existan otras alternativas, es todo un paradigma de la antipolítica. El “Plan Centro” responde a: “Hasta que no deje de serlo, existe un problema (colapso), adoptemos medidas que lo atenúen”, la derogación del plan responde a: “mantengamos el problema tal como está hasta que deje de serlo”.
Cuando se señalan las “alternativas”( el “dejar de serlo”) la propuesta de la red de metro aparece como la gran medida que acabará con todos los problemas de movilidad. No vamos a efectuar una valoración pormenorizada en este documento sobre la red de metro, su oportunidad, idoneidad, carácter quimérico, etc… basta que hasta en el supuesto de que la red de metro se hiciera, no estaría en funcionamiento hasta dentro de 20-25 años. Por tanto, lo que se está proponiendo es la total degradación del Casco Antiguo y la movilidad en la ciudad para los siguientes lustros.
La segunda “alternativa” que se plantea es la de la creación en la corona del casco antiguo de aparcamientos rotatorios, para albergar a los vehículos privados y desde ahí se transite por el casco antiguo mediante transporte colectivo. Tal premisa ignora que hasta con la aplicación del “Plan Centro” los actuales aparcamientos rotatorios existentes en la corona del casco antiguo la tasa de ocupación en horario comercial no supera el 50%, ignora que las empresas del sector han manifestado que no están dispuestas a su construcción debido a su escasa viabilidad económica, ignora una vez más, hasta en el supuesto de que se construyera, que no es una medida automática que la construcción y puesta en marcha conlleva varios años. Pero especialmente, ignora el que ese modelo está superado, que conllevaría trasladar el colapso a la corona del casco antiguo, afectando, una vez más a la velocidad comercial del transporte público, y que no tiene sentido que el vecindario de Cerro-Amate o Pino Montano, utilicen el vehículo privado para llegar a la corona del Casco Antiguo, para aparcar en un parking rotatorio y a partir de ahí tomar un transporte colectivo. Ignora que lo sensato es que el vecindario de Cerro-Amate o Pino Montano lo que deben tener es un transporte público, rápido, sostenible y eficaz que los trasladen directamente desde su barrio hasta el Casco Antiguo u otras zonas de la ciudad.
Asimismo, se argumenta que al estar la propuesta de derogar el “Plan Centro” en el programa electoral del PP y haber obtenido mayoría absoluta, existe apoyo mayoritario a la derogación del plan. Somos miles las personas que en calles y plazas estamos gritando que “lo llaman democracia y no lo es” a un sistema que se limita a que una élites políticas se dediquen a apropiarse de nuestra soberanía por la mera recaudación de papeletas de voto cada cuatro años, prescindiendo de la efectiva participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad. El PP tiene el 60% de las concejalías del Ayuntamiento de Sevilla, aunque no alcanzó ni el 50% de los votos válidos. Al PP lo votó el 23’52% de las personas que habitan en la ciudad. Es fraudulento entender que una papeleta en una urna a favor de una formación política equivale a un cheque en blanco por cuatro años por parte de la persona votante.
En este caso, se da además la paradoja de que aún siendo cierto que el PP hizo la promesa electoral de derogar el “Plan Centro”, también prometió aumentar la velocidad comercial de los autobuses públicos. Las promesas electorales lo aguantan todo, la realidad no. Ambas promesas electorales son incompatibles. Los decenas de kilómetros que componen el entramado de callejuelas del casco antiguo son de una única dirección, por tanto, coches y autobuses deben compartir la misma vía. Si se aumenta el volumen de vehículos privados, se reduce la velocidad de los autobuses que quedan, además, atrapados en interminables atascos, asimismo, abrir el centro indiscriminadamente al tráfico privado tiene un efecto llamada sobre las vías de acceso de su alrededor, incrementando así la densidad de vehículos y enlenteciendo al autobús.
Consecuentemente con todo lo dicho, la Asamblea Centro del 15-M, manifestamos nuestro rechazo a la derogación del “Plan Centro” por parte del Pleno del Ayuntamiento. Procede hacer un seguimiento y balance del Plan para analizar con sensatez todos los efectos que llega a desplegar. Una vez efectuado esto procederá su mejora, así como seguir impulsando medidas para restringir el acceso del vehículo privado al Casco Antiguo. Además, procede hacer una política decidida de apuesta por el transporte público, ecológico y colectivo:
- Impulso de la red de cercanías con el área metropolitana, conectada intermodalmente con otros transportes públicos y bicicletas.
- Aumento de la flota, líneas y plantilla de TUSSAM. Facilitando la permeabilidad interna del Casco Antiguo y la conexión y acceso de todos los barrios de la ciudad.
- Aumento de la red de carril-bus.
- Puesta en marcha de otras medidas complementarias que aumenten la velocidad comercial de los autobuses.
- Seguir impulsando estrategias de potenciación del uso de la bicicleta.
Pese a que pienso que de nada servirá dicha concentración dado que la derogación del Plan Centro ha sido de las principales promesas electorales de Zoido, no estaría de más una concentración multitudinaria para mostrar el descontento por la derogación del plan en el próximo Pleno. Leed el texto completo, no tiene desperdicio.
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