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Que hacer cuando estás solo

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  • #31
    Re: Que hacer cuando estás solo

    Originalmente publicado por Calavera Ver Mensaje
    Tu bebe joe! que eso siempre es bueno jejeje,en serio,me alegro que estés mejor.
    Y tanto que es bueno...si no se deshidrata

    Comentario


    • #32
      Re: Que hacer cuando estás solo

      Originalmente publicado por Er_Jose Ver Mensaje
      Bueno gracias a todos por los consejos y por la empatía que habeis tenido conmigo. Me voy recuperando poco a poco. Apenas paso por casa ya que estuve viviendo con ella 6 meses aquí y hay muchas cosas que me la recuerdan... pero bueno. Acabo de venir de echar un partido, mañana he quedado con una chavalita y pasado voy a casa de un colega a echarnos una play y coger una buena papa. Gracias a todos de verdad. Grandes personas hay en este foro
      deja alto el pabellón
      queremos dos orejas y rabo

      Comentario


      • #33
        Re: Que hacer cuando estás solo

        Originalmente publicado por TRiaNeR0 Ver Mensaje
        deja alto el pabellón
        queremos dos orejas y rabo
        no te gusta na...

        Comentario


        • #34
          Re: Que hacer cuando estás solo

          Originalmente publicado por TRiaNeR0 Ver Mensaje
          deja alto el pabellón
          queremos dos orejas y rabo
          jose, tu quédate las dos orejas, dale el rabo al trianero

          Comentario


          • #35
            Re: Que hacer cuando estás solo

            Originalmente publicado por Gemelo Ver Mensaje


            no te gusta na...
            Originalmente publicado por hormigobetico Ver Mensaje
            jose, tu quédate las dos orejas, dale el rabo al trianero

            os estaba poniendo a prueba
            veo que mis trolls siguen finos

            Comentario


            • #36
              Re: Que hacer cuando estás solo

              Jose, es un cuento de Bucay que a lo mejor conoces.
              Creo que te puede ayudar si lo lees,aunque es un poquito largo.
              A mí me lo han mandado con música, pero yo no sé copiarlo aquí, por más que lo intento. qué desastre!
              Si no, búscalo tú por Google con la música.

              Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio...Todos estaban allí. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Convivencia lograban aquietar el Descontento.
              Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes.
              Entonces, el Conocimiento dijo:

              -Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.

              Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:

              -¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!

              El Conocimiento repitió:

              -La isla se hunde.
              - ¡Pero cómo puede ser! ¡Quizá estás equivocado!
              - El Conocimiento casi nunca se equivoca- dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.
              - ¿Pero qué vamos a hacer ahora?- se preguntaron los demás.

              Entonces, el Conocimiento contestó:

              - Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla...Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
              - ¿No podrías ayudarnos?- le preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.
              - No –dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.

              Las emociones dijeron:

              -¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?


              Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.
              Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero...Todas...salvo el Amor.
              Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:

              -Dejar la isla...después de todo los que viví aquí...¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahhh...compartimos tantas cosas...

              Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra...y acarició cada rama...
              Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:
              “Quizá la isla se hunda por un ratito...y después resurja...¿por qué no?”

              Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible...

              La isla se hundía cada vez más...
              Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.
              Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona más alta... Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.
              Así que, una vez más, tocó las piedritas de la orilla...y se arrastró por la arena...y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que otrora fue enorme...
              Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hasta la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada...
              Y la isla se hundía cada día un poco más...
              Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño...

              - Después de tantas cosas que pasamos juntos...- le reprochó a la isla.
              Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.
              Justo en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no la dejaba, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra...


              Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.
              Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco entre sus ojos.
              Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.
              Observando el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza de acercó un poquito a la bahía.

              -Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote...

              Y la Riqueza le contestó:

              - Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento...- y siguió su camino sin mirar atrás.

              El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, cárieles, mármoles y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención.
              El Amor se estiró un poco y gritó:

              -¡Vanidad...Vanidad...llévame contigo!

              La Vanidad miró al Amor y le dijo:

              - Me encantaría llevarte, pero...¡tienes un aspecto!...¡estás tan desagradable...tan sucio y tan desaliñado!...Perdón, pero creo que afearías mi barco- y se fue.
              Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.

              - Tristeza, hermana- le dijo-, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo...¿Me llevarás contigo?

              Y la Tristeza le contestó:

              - Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaaan triste....que prefiero estar sola- y sin decir más se alejó.



              Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer.

              Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...

              De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba:

              - Chst- chst-chst...

              Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos.
              El Amor se sorprendió:

              -¿A mi?- preguntó, llevándose una mano al pecho.
              - Si, si- dijo el viejito- a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.

              El Amor le miró y quiso darle explicaciones:
              - Lo que pasó fue que me quedé...
              - Entiendo- dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.

              El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.
              No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecería para siempre.
              - Nunca volverá a existir una isla como esta- murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza.
              - No – dijo el viejito-, como ésta, nunca.

              Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo.
              Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo.
              Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.
              Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:

              -¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó...Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo no ni siquiera se quién es...

              La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo:

              - Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvó, Amor, es el Tiempo.

              Comentario


              • #37
                Re: Que hacer cuando estás solo

                Originalmente publicado por TRiaNeR0 Ver Mensaje
                deja alto el pabellón
                queremos dos orejas y rabo
                Trianero, que esté soltero no significa que lo esté para tí... Quizá por El Fontanal tengas alguien afín a tus gustos xDDD

                PD: Pasajera gracias por el cuento, ahora me voy a poner a leer
                Editado por última vez por Er_Jose; https://www.betisweb.com/foro/member/1020-er_jose en 03/07/11, 11:56:58.

                Comentario


                • #38
                  Re: Que hacer cuando estás solo

                  Originalmente publicado por pasajera verdiblanca Ver Mensaje
                  Jose, es un cuento de Bucay que a lo mejor conoces.
                  Creo que te puede ayudar si lo lees,aunque es un poquito largo.
                  A mí me lo han mandado con música, pero yo no sé copiarlo aquí, por más que lo intento. qué desastre!
                  Si no, búscalo tú por Google con la música.

                  Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio...Todos estaban allí. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Convivencia lograban aquietar el Descontento.
                  Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes.
                  Entonces, el Conocimiento dijo:

                  -Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.

                  Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:

                  -¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!

                  El Conocimiento repitió:

                  -La isla se hunde.
                  - ¡Pero cómo puede ser! ¡Quizá estás equivocado!
                  - El Conocimiento casi nunca se equivoca- dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.
                  - ¿Pero qué vamos a hacer ahora?- se preguntaron los demás.

                  Entonces, el Conocimiento contestó:

                  - Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla...Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
                  - ¿No podrías ayudarnos?- le preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.
                  - No –dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.

                  Las emociones dijeron:

                  -¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?


                  Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.
                  Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero...Todas...salvo el Amor.
                  Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:

                  -Dejar la isla...después de todo los que viví aquí...¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahhh...compartimos tantas cosas...

                  Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra...y acarició cada rama...
                  Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:
                  “Quizá la isla se hunda por un ratito...y después resurja...¿por qué no?”

                  Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible...

                  La isla se hundía cada vez más...
                  Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.
                  Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona más alta... Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.
                  Así que, una vez más, tocó las piedritas de la orilla...y se arrastró por la arena...y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que otrora fue enorme...
                  Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hasta la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada...
                  Y la isla se hundía cada día un poco más...
                  Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño...

                  - Después de tantas cosas que pasamos juntos...- le reprochó a la isla.
                  Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.
                  Justo en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no la dejaba, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra...


                  Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.
                  Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco entre sus ojos.
                  Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.
                  Observando el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza de acercó un poquito a la bahía.

                  -Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote...

                  Y la Riqueza le contestó:

                  - Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento...- y siguió su camino sin mirar atrás.

                  El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, cárieles, mármoles y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención.
                  El Amor se estiró un poco y gritó:

                  -¡Vanidad...Vanidad...llévame contigo!

                  La Vanidad miró al Amor y le dijo:

                  - Me encantaría llevarte, pero...¡tienes un aspecto!...¡estás tan desagradable...tan sucio y tan desaliñado!...Perdón, pero creo que afearías mi barco- y se fue.
                  Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.

                  - Tristeza, hermana- le dijo-, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo...¿Me llevarás contigo?

                  Y la Tristeza le contestó:

                  - Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaaan triste....que prefiero estar sola- y sin decir más se alejó.



                  Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer.

                  Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...

                  De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba:

                  - Chst- chst-chst...

                  Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos.
                  El Amor se sorprendió:

                  -¿A mi?- preguntó, llevándose una mano al pecho.
                  - Si, si- dijo el viejito- a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.

                  El Amor le miró y quiso darle explicaciones:
                  - Lo que pasó fue que me quedé...
                  - Entiendo- dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.

                  El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.
                  No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecería para siempre.
                  - Nunca volverá a existir una isla como esta- murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza.
                  - No – dijo el viejito-, como ésta, nunca.

                  Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo.
                  Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo.
                  Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.
                  Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:

                  -¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó...Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo no ni siquiera se quién es...

                  La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo:

                  - Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvó, Amor, es el Tiempo.
                  pasajera he leido el cuento y me has quitado un poco de Tiempo para estudiar la Maravillosa pero Temeraria literatura

                  Comentario


                  • #39
                    Re: Que hacer cuando estás solo

                    Como ya lo he dicho mas de una vez por aquí...

                    ¡¡EL MEJOR DIA DE NUESTRAS VIDAS ES ...HOY!!.

                    La vida te enseña a levantarte tras las caidas. Hay "hechos", mas importantes que un
                    "fracaso sentimental", para continuar "viviendo", y te lo dice, quién sufrió, el mayor de
                    los batacazos. Mi mayor consuelo, "mis amig@s", han estado, ahí, desinteresadamente
                    dándome las fuerzas, sus manos, para superar la caída. Refugiate en ellos, los amigos
                    estamos para eso. Les escribí esto:

                    [CENTER]
                    Hoy pienso en tí, mi buén amigo,
                    en tí, capaz de abrir tu fortaleza,
                    y ser de mi vida, fiél testigo,
                    de mis penas, mis tristezas,
                    en tí, que descubriste tu velo,
                    llegando a mi alma....mi desconsuelo.

                    Recibo en mí.....tu aliento vivo,
                    y me lo ofreces así: "calladamente",
                    abonando el aire que respiro,
                    abriendo en par mi negra mente,
                    calmando mi sed, mi ansia vana,
                    "llegandome hoy....y no mañana".

                    Llegastes a mi corazón, y lo alegra,
                    el no sentirte......indiferente,
                    fuiste la luz, que alumbraron mi sentidos,
                    dándome el agua, de tu generosa fuente,
                    inundándome tánto, que a voces yo digo:
                    "qué suerte tengo....yo tengo amigos".
                    [/CENTER]

                    Comentario


                    • #40
                      Re: Que hacer cuando estás solo

                      Originalmente publicado por pasajera verdiblanca Ver Mensaje
                      ........
                      mare mia, desde acabe de estudia me niego a leer nada de + de 3 líneas
                      un resumen? jaja
                      Editado por última vez por TRiaNeR0; https://www.betisweb.com/foro/member/2937-trianer0 en 03/07/11, 12:39:45.

                      Comentario


                      • #41
                        Re: Que hacer cuando estás solo

                        Originalmente publicado por Er_Jose Ver Mensaje
                        Bueno gracias a todos por los consejos y por la empatía que habeis tenido conmigo. Me voy recuperando poco a poco. Apenas paso por casa ya que estuve viviendo con ella 6 meses aquí y hay muchas cosas que me la recuerdan... pero bueno. Acabo de venir de echar un partido, mañana he quedado con una chavalita y pasado voy a casa de un colega a echarnos una play y coger una buena papa. Gracias a todos de verdad. Grandes personas hay en este foro
                        Bueno entonces veo que lo llevas canela ya,esa es la actidud un saludo!

                        Comentario


                        • #42
                          Re: Que hacer cuando estás solo

                          Originalmente publicado por beticopg Ver Mensaje
                          Bueno entonces veo que lo llevas canela ya,esa es la actidud un saludo!
                          y si no mira un rato mi avatar,que también sirve de terapia.

                          Comentario


                          • #43
                            Re: Que hacer cuando estás solo

                            Me alegro de que vaya marchando todo bien jose.

                            Comentario


                            • #44
                              Re: Que hacer cuando estás solo

                              Originalmente publicado por hormigobetico Ver Mensaje
                              pasajera he leido el cuento y me has quitado un poco de Tiempo para estudiar la Maravillosa pero Temeraria literatura
                              Menos mal, Hormigobético, que ya estás recobrando la sensatez.
                              Al menos ya dices maravillosa. Suerte para mañana.... ya me cuentas.

                              Comentario


                              • #45
                                Re: Que hacer cuando estás solo

                                Originalmente publicado por Er_Jose Ver Mensaje
                                Estoy solo, parece ridículo recurrir a esto pero lo he dejado con mi novia por una situación irreversible y no sé que hacer. ¿que soleis hacer vosotros cuando habeis pasado por esta situación?. Gracias a todos
                                Disfrutar de la soledad.

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