Alternativa para Alemania arrasa en Alemania del Este y se convierte en la primera fuerza política de la ex RDA
En las tres elecciones regionales celebradas en el este del país el año pasado, el partido de ultraderecha había experimentado un fuerte crecimiento, pero solo se había convertido en la fuerza más fuerte en Turingia

Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en las elecciones generales de ayer en la fuerza más votada en todos los estados federados de Alemania Oriental excepto en Berlín, según datos de las juntas electorales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandemburgo, Sajonia-Anhalt, Sajonia y Turingia.
"El resultado de las elecciones también es una advertencia a los demás partidos para que no sigan excluyendo a la AfD", afirmó el copresidente de AfD, Tino Chrupalla en una rueda de prensa con la también copresidenta y candidata a la Cancillería, Alice Weidel. Han hablado en varias ocasiones de la voluntad de los votantes, han derrochado buen humor por el triunfo, el cual se ha desvanecido un poco con cada pregunta crítica de los periodistas. Weidel ha acusa finalmente a la prensa capitalina de ser "medios de comunicación convencionales" que siempre se limitan a reflejar la posición del Gobierno. La sala ha estallado en murmullos y el moderador, Tim Szent-Iványi, ha terminado dando las gracias a Weidel por la "instrucción".
Weidel también señaló que recibió la llamada de Elon Musk para felicitar a su formación.
En Turingia, el partido obtuvo el 38,6% de los votos, en Sajonia el 37,3 %. En Sajonia-Anhalt, la AfD también obtuvo con diferencia la mayoría de los votos, con un 37,1%. En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, según los resultados provisionales, el 35% de los votantes eligieron a la AfD, que desbancó así al SPD del primer puesto. En Brandeburgo, obtuvo el 32,5 % de los votos secundarios.
En las tres elecciones regionales celebradas en el este del país el año pasado, la AfD había experimentado un fuerte crecimiento, pero solo se había convertido en la fuerza más fuerte en Turingia. Las oficinas regionales de protección constitucional de Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt clasifican a las asociaciones regionales de la AfD como de extrema derecha.
Pero AfD ha ampliado su presencia en todo el territorio federal hasta convertirse en la segunda fuerza política del país. De los 630 escaños que tendrá el Bundestag esta legislatura, AfD obtendrá 152 escaños, 69 más. La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Friedrich Merz, ganadora de los comicios, contará con 164, es decir, 12 escaños más que hasta ahora, pero añadirá los 44 obtenidos por su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU)
El Partido Socialdemócrata (SPD) pierde 86 escaños y se queda en 120. Ha sido una derrota histórica que ya está teniendo consecuencias en el partido. Tras una reunión de la Presidencia a última hora de la tarde, Rolf Mützenich, que ha liderado el grupo parlamentario durante seis años, anunció su renuncia. "Hoy hemos llegado a la conclusión en la dirección del partido de que es bueno que los más jóvenes sigan tirando del carro y que se unan las fuerzas", reza la carta enviada por Mützenich. Le sucederá el copresidente del SPD, Lars Klingbeil. Eso despeja la duda de hasta donde la Ejecutiva de los socialdemócratas asumiría la responsabilidad de salir a la carrera electoral con el impopular canciller Olaf Scholz en vez de con el ministro de Defensa, Boris Pistorius, el político más popular de Alemania.
Klingbeil había calificado el resultado de punto de inflexión: "Este resultado exigirá cambios en el SPD". Habrá que reorganizarse, replantearse el programa y también será necesario "replantearnos el personal". El cambio generacional en el SPD debe iniciarse ahora. Y será sin Scholz, que, sale de la Cancillería, pero no de la política. Ganó el mandato directo en su circunscripción y su intención es representar esos intereses como diputado. "Ser diputado es el cargo más alto al que se puede ser elegido directamente en Alemania. Por eso, es un honor para mí representar a mi circunscripción también en el próximo Bundestag alemán", declaró.
Los Verdes han perdido 33 escaños y se quedan en 85. El candidato a la Cancillería de esta formación, Robert Habeck, perdió su circunscripción de Flensburg-Schleswig en las elecciones al Bundestag tras el recuento de casi todos los distritos electorales. "Aunque esta vez no haya conseguido un nuevo mandato directo, quiero agradecer sinceramente a todos los votantes su confianza", declaró. La anterior ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, también perdió su distrito, pero entrará, como Habeck en el Bundestag a través de la lista estatal.
Habeck asumirá las consecuencias del resultado electoral, decepcionante para los Verdes y para él personalmente. "No voy a reclamar ni a aspirar a ningún puesto de liderazgo en las listas de personal de los Verdes" adelanto en rueda de prensa. Según el resultado final provisional, su partido ha obtenido el 11,6 % de los votos y será el segundo partido de la oposición en el próximo Bundestag, siempre y cuando la Unión y el SPD lleguen a un acuerdo de coalición. El miércoles, los Verdes elegirán una nueva junta directiva del grupo parlamentario de los Verdes. Baerbock, que fue candidata a la cancillería de 2021, podría corresponderle un papel fundamental. Baerbock no ha respondido a la pregunta de si quiere ser presidenta de grupo parlamentario o como imagina su futuro político.
Aclarado está el caso del ex ministro de Finanzas y cabeza de lista de los Liberales (FDP), Christian Lindner. No ha superado el umbral del 5%. Lindner anunció ya en la noche electoral que dejaba la política, y poco después el vicepresidente federal del Bundestag, Wolfgang Kubicki: "La semana que viene cumpliré 73 años, no tengo fuerzas para intentar sacar el parido adelante".
Ahora el giro de 180 grados: como informó en un principio el periódico Bild Zeitung, Kubicki está considerando ahora presentarse como candidato a la presidencia del FDP. "Esta noche, muchas personas del partido y simpatizantes me han pedido que asuma el liderazgo del partido, tanto que estoy pensando seriamente en presentarme en mayo para mantener unido al partido y motivarlo de nuevo".
El partido de la izquierda se queda en 64 escaños, 25 más de los que tenía. Ha sido una de las sorpresas de estas elecciones. Hace unos meses, la existencia del partido estaba en entredicho. Sufrió una escisión, liderada por Sahra Wagenknecht, que dio lugar a una alianza homónima (BSW). Le faltaron apenas 13.435 votos en toda Alemania para entrar en el Bundestag. Una cifra muy pequeña teniendo en cuenta que se emitieron casi 50 millones de votos. BSW obtuvo un total de 2,4 millones de votos y, debido a lo ajustado del resultado, este partido es el único para el que la presidenta de la Oficina Federal de Elecciones indica tres decimales en la tabla de resultados: el 4,972 % de los votos secundarios.
El líder de la CSU, Markus Söder, ya ha empezado la campaña de seducción, "Si miramos atrás en la historia, el SPD fue el único partido que realmente resistió hasta el final y mantuvo su honor precisamente frente a los nazis", afirmó Söder. "Y por eso es importante que el SPD esté en un Gobierno, porque es un partido que conoce su responsabilidad debido a su historia".
Wagenknecht afirmó hoy en rueda de prensa que quiere seguir adelante, al menos por ahora, pese a los rumores de que si el partido no conseguía entrar en el Bundestag dimitiría. Seguir adelante para intentarlo en 2029 porque ese 4,972% "lo entendemos como un mandato". Al mismo tiempo, anuncio que estudiará la posibilidad de impugnar las elecciones: al parecer, muchos alemanes residentes en el extranjero no pudieron votar. Y si el BSW no consigue entrar en el Bundestag por unos 13.000 votos, entonces "se plantea la cuestión de la validez jurídica del resultado de las elecciones. Lo estudiaremos", afirmó.
Sostuvo que elecciones anticipadas llegaron demasiado pronto para su partido. Hubo que fundar tres asociaciones regionales a toda prisa y tampoco ayudó al BSW que la campaña electoral se centrara en el tema de la inmigración. Al final, se llevó a cabo una "campaña mediática negativa" contra su partido. Incluso acusa al instituto de sondeos Forsa de "manipulación deliberada", porque poco antes de las elecciones realizó una encuesta
Todo apunta a que el próximo Gobierno alemán será una coalición de democristianos y socialdemócratas, bajo la dirección del líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Friedrich Merz. "Cuando miro la distribución de escaños en el Bundestag (Cámara Baja) alemán, tenemos entre CDU y la Unión Socialcristiana (CSU, de Baviera) 208 escaños (...) y junto con los escaños de los socialdemócratas, que tienen 120 diputados, estaremos 328 escaños de 630, por supuesto en condiciones de formar Gobierno, una coalición negri-roja, y eso es exactamente lo que queremos", señaló en una rueda de prensa Merz.
Su aliado, jefe de la Unión Socialcristiana (CSU) y primer ministro de Baviera, Markus Söder, ya ha empezado la campaña de seducción. "Si miramos atrás en la historia, el SPD fue el único partido que realmente resistió hasta el final y mantuvo su honor precisamente frente a los nazis", afirmo Söder. "Y por eso es importante que el SPD esté en un gobierno, porque es un partido que conoce su responsabilidad debido a su historia".
En las tres elecciones regionales celebradas en el este del país el año pasado, el partido de ultraderecha había experimentado un fuerte crecimiento, pero solo se había convertido en la fuerza más fuerte en Turingia

Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en las elecciones generales de ayer en la fuerza más votada en todos los estados federados de Alemania Oriental excepto en Berlín, según datos de las juntas electorales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandemburgo, Sajonia-Anhalt, Sajonia y Turingia.
"El resultado de las elecciones también es una advertencia a los demás partidos para que no sigan excluyendo a la AfD", afirmó el copresidente de AfD, Tino Chrupalla en una rueda de prensa con la también copresidenta y candidata a la Cancillería, Alice Weidel. Han hablado en varias ocasiones de la voluntad de los votantes, han derrochado buen humor por el triunfo, el cual se ha desvanecido un poco con cada pregunta crítica de los periodistas. Weidel ha acusa finalmente a la prensa capitalina de ser "medios de comunicación convencionales" que siempre se limitan a reflejar la posición del Gobierno. La sala ha estallado en murmullos y el moderador, Tim Szent-Iványi, ha terminado dando las gracias a Weidel por la "instrucción".
Weidel también señaló que recibió la llamada de Elon Musk para felicitar a su formación.
En Turingia, el partido obtuvo el 38,6% de los votos, en Sajonia el 37,3 %. En Sajonia-Anhalt, la AfD también obtuvo con diferencia la mayoría de los votos, con un 37,1%. En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, según los resultados provisionales, el 35% de los votantes eligieron a la AfD, que desbancó así al SPD del primer puesto. En Brandeburgo, obtuvo el 32,5 % de los votos secundarios.
En las tres elecciones regionales celebradas en el este del país el año pasado, la AfD había experimentado un fuerte crecimiento, pero solo se había convertido en la fuerza más fuerte en Turingia. Las oficinas regionales de protección constitucional de Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt clasifican a las asociaciones regionales de la AfD como de extrema derecha.

Pero AfD ha ampliado su presencia en todo el territorio federal hasta convertirse en la segunda fuerza política del país. De los 630 escaños que tendrá el Bundestag esta legislatura, AfD obtendrá 152 escaños, 69 más. La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Friedrich Merz, ganadora de los comicios, contará con 164, es decir, 12 escaños más que hasta ahora, pero añadirá los 44 obtenidos por su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU)
El Partido Socialdemócrata (SPD) pierde 86 escaños y se queda en 120. Ha sido una derrota histórica que ya está teniendo consecuencias en el partido. Tras una reunión de la Presidencia a última hora de la tarde, Rolf Mützenich, que ha liderado el grupo parlamentario durante seis años, anunció su renuncia. "Hoy hemos llegado a la conclusión en la dirección del partido de que es bueno que los más jóvenes sigan tirando del carro y que se unan las fuerzas", reza la carta enviada por Mützenich. Le sucederá el copresidente del SPD, Lars Klingbeil. Eso despeja la duda de hasta donde la Ejecutiva de los socialdemócratas asumiría la responsabilidad de salir a la carrera electoral con el impopular canciller Olaf Scholz en vez de con el ministro de Defensa, Boris Pistorius, el político más popular de Alemania.
Klingbeil había calificado el resultado de punto de inflexión: "Este resultado exigirá cambios en el SPD". Habrá que reorganizarse, replantearse el programa y también será necesario "replantearnos el personal". El cambio generacional en el SPD debe iniciarse ahora. Y será sin Scholz, que, sale de la Cancillería, pero no de la política. Ganó el mandato directo en su circunscripción y su intención es representar esos intereses como diputado. "Ser diputado es el cargo más alto al que se puede ser elegido directamente en Alemania. Por eso, es un honor para mí representar a mi circunscripción también en el próximo Bundestag alemán", declaró.
Los Verdes han perdido 33 escaños y se quedan en 85. El candidato a la Cancillería de esta formación, Robert Habeck, perdió su circunscripción de Flensburg-Schleswig en las elecciones al Bundestag tras el recuento de casi todos los distritos electorales. "Aunque esta vez no haya conseguido un nuevo mandato directo, quiero agradecer sinceramente a todos los votantes su confianza", declaró. La anterior ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, también perdió su distrito, pero entrará, como Habeck en el Bundestag a través de la lista estatal.

Habeck asumirá las consecuencias del resultado electoral, decepcionante para los Verdes y para él personalmente. "No voy a reclamar ni a aspirar a ningún puesto de liderazgo en las listas de personal de los Verdes" adelanto en rueda de prensa. Según el resultado final provisional, su partido ha obtenido el 11,6 % de los votos y será el segundo partido de la oposición en el próximo Bundestag, siempre y cuando la Unión y el SPD lleguen a un acuerdo de coalición. El miércoles, los Verdes elegirán una nueva junta directiva del grupo parlamentario de los Verdes. Baerbock, que fue candidata a la cancillería de 2021, podría corresponderle un papel fundamental. Baerbock no ha respondido a la pregunta de si quiere ser presidenta de grupo parlamentario o como imagina su futuro político.
Aclarado está el caso del ex ministro de Finanzas y cabeza de lista de los Liberales (FDP), Christian Lindner. No ha superado el umbral del 5%. Lindner anunció ya en la noche electoral que dejaba la política, y poco después el vicepresidente federal del Bundestag, Wolfgang Kubicki: "La semana que viene cumpliré 73 años, no tengo fuerzas para intentar sacar el parido adelante".
Ahora el giro de 180 grados: como informó en un principio el periódico Bild Zeitung, Kubicki está considerando ahora presentarse como candidato a la presidencia del FDP. "Esta noche, muchas personas del partido y simpatizantes me han pedido que asuma el liderazgo del partido, tanto que estoy pensando seriamente en presentarme en mayo para mantener unido al partido y motivarlo de nuevo".
El partido de la izquierda se queda en 64 escaños, 25 más de los que tenía. Ha sido una de las sorpresas de estas elecciones. Hace unos meses, la existencia del partido estaba en entredicho. Sufrió una escisión, liderada por Sahra Wagenknecht, que dio lugar a una alianza homónima (BSW). Le faltaron apenas 13.435 votos en toda Alemania para entrar en el Bundestag. Una cifra muy pequeña teniendo en cuenta que se emitieron casi 50 millones de votos. BSW obtuvo un total de 2,4 millones de votos y, debido a lo ajustado del resultado, este partido es el único para el que la presidenta de la Oficina Federal de Elecciones indica tres decimales en la tabla de resultados: el 4,972 % de los votos secundarios.
El líder de la CSU, Markus Söder, ya ha empezado la campaña de seducción, "Si miramos atrás en la historia, el SPD fue el único partido que realmente resistió hasta el final y mantuvo su honor precisamente frente a los nazis", afirmó Söder. "Y por eso es importante que el SPD esté en un Gobierno, porque es un partido que conoce su responsabilidad debido a su historia".
Wagenknecht afirmó hoy en rueda de prensa que quiere seguir adelante, al menos por ahora, pese a los rumores de que si el partido no conseguía entrar en el Bundestag dimitiría. Seguir adelante para intentarlo en 2029 porque ese 4,972% "lo entendemos como un mandato". Al mismo tiempo, anuncio que estudiará la posibilidad de impugnar las elecciones: al parecer, muchos alemanes residentes en el extranjero no pudieron votar. Y si el BSW no consigue entrar en el Bundestag por unos 13.000 votos, entonces "se plantea la cuestión de la validez jurídica del resultado de las elecciones. Lo estudiaremos", afirmó.
Sostuvo que elecciones anticipadas llegaron demasiado pronto para su partido. Hubo que fundar tres asociaciones regionales a toda prisa y tampoco ayudó al BSW que la campaña electoral se centrara en el tema de la inmigración. Al final, se llevó a cabo una "campaña mediática negativa" contra su partido. Incluso acusa al instituto de sondeos Forsa de "manipulación deliberada", porque poco antes de las elecciones realizó una encuesta
Todo apunta a que el próximo Gobierno alemán será una coalición de democristianos y socialdemócratas, bajo la dirección del líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Friedrich Merz. "Cuando miro la distribución de escaños en el Bundestag (Cámara Baja) alemán, tenemos entre CDU y la Unión Socialcristiana (CSU, de Baviera) 208 escaños (...) y junto con los escaños de los socialdemócratas, que tienen 120 diputados, estaremos 328 escaños de 630, por supuesto en condiciones de formar Gobierno, una coalición negri-roja, y eso es exactamente lo que queremos", señaló en una rueda de prensa Merz.
Su aliado, jefe de la Unión Socialcristiana (CSU) y primer ministro de Baviera, Markus Söder, ya ha empezado la campaña de seducción. "Si miramos atrás en la historia, el SPD fue el único partido que realmente resistió hasta el final y mantuvo su honor precisamente frente a los nazis", afirmo Söder. "Y por eso es importante que el SPD esté en un gobierno, porque es un partido que conoce su responsabilidad debido a su historia".