LLEIDA | Derechos de autor
La SGAE reclama 661 euros del canon a un fallecido en Lleida
El hombre traspasó el bar en 2001 con las cuotas al día y murió en 2002
Le seguían reclamando el pago argumentando que no se había dado de baja
Su hija y su yerno denunciaron el caso y la sociedad ha pedido disculpas
Lo atribuye a un error de comunicación entre dos departamentos
Un error de comunicación entre dos departamentos de la SGAE ha llevado a la entidad a reclamar el pago del canon a la hija de un hostelero de Lleida fallecido hace nueve años, pese a que traspasó el bar en 2001 con las cuotas al día y murió en 2002. La cantidad, correspondiente a las cuotas de 2001 a 2005, ascendía a 661 euros y la sociedad, por medio de una empresa de gestión de cobros, amenazó a la hija del fallecido con ir a juicio. A raíz de la publicación del caso en el diario 'Segre', la sociedad de autores ha pedido disculpas y ha atribuído la confusión a un "error interno". Además, ha asegurado que la familia no tendrá que pagar nada.
Los hechos se remontan a 2001, cuando Ángel López traspasó su cafetería, situada en el Paseo de Ronda de Lleida, por motivos de salud. Ya en aquel momento la SGAE le reclamó 100.000 pesetas en concepto de atrasos, que el afectado optó por pagar "para evitarse problemas", según recordaba su yerno en declaraciones a Segre.
Sin embargo, una vez vendido el negocio y cuando su padre ya llevaba años muerto, Eva López recibió en 2005 la comunicación de la SGAE en la que le pedía el pago de las cuotas desde 2001 hasta aquél momento argumentando que no se había dado de baja. López envió el certificado de defunción a la sociedad confiando en que había saldado la confusión, por lo que su sorpresa fue mayúscula cuando este mes recibió dos cartas más, todavía dirigidas a su difunto padre, con la misma reclamación y con la amenaza de emprender la vía judicial.
"Es una vergüenza", han denunciado la hija y su marido, con quienes la SGAE ya ha mostrado su voluntad de ponerse en contacto para trasladarles personalmente sus disculpas por la confusión. La portavoz de la entidad ha confirmado que el departamento administrativo recibió el certificado de defunción en 2005, pero que por un "problema de comunicación interna" no lo trasladó al departamento jurídico. En consecuencia, la licencia por el uso de la radio y la televisión en el local siguió operativa y se continuó facturando. La entidad ya ha garantizado que de ninguna manera los herederos deberán pagar estas cuotas.
La SGAE reclama 661 euros del canon a un fallecido en Lleida
El hombre traspasó el bar en 2001 con las cuotas al día y murió en 2002
Le seguían reclamando el pago argumentando que no se había dado de baja
Su hija y su yerno denunciaron el caso y la sociedad ha pedido disculpas
Lo atribuye a un error de comunicación entre dos departamentos
Un error de comunicación entre dos departamentos de la SGAE ha llevado a la entidad a reclamar el pago del canon a la hija de un hostelero de Lleida fallecido hace nueve años, pese a que traspasó el bar en 2001 con las cuotas al día y murió en 2002. La cantidad, correspondiente a las cuotas de 2001 a 2005, ascendía a 661 euros y la sociedad, por medio de una empresa de gestión de cobros, amenazó a la hija del fallecido con ir a juicio. A raíz de la publicación del caso en el diario 'Segre', la sociedad de autores ha pedido disculpas y ha atribuído la confusión a un "error interno". Además, ha asegurado que la familia no tendrá que pagar nada.
Los hechos se remontan a 2001, cuando Ángel López traspasó su cafetería, situada en el Paseo de Ronda de Lleida, por motivos de salud. Ya en aquel momento la SGAE le reclamó 100.000 pesetas en concepto de atrasos, que el afectado optó por pagar "para evitarse problemas", según recordaba su yerno en declaraciones a Segre.
Sin embargo, una vez vendido el negocio y cuando su padre ya llevaba años muerto, Eva López recibió en 2005 la comunicación de la SGAE en la que le pedía el pago de las cuotas desde 2001 hasta aquél momento argumentando que no se había dado de baja. López envió el certificado de defunción a la sociedad confiando en que había saldado la confusión, por lo que su sorpresa fue mayúscula cuando este mes recibió dos cartas más, todavía dirigidas a su difunto padre, con la misma reclamación y con la amenaza de emprender la vía judicial.
"Es una vergüenza", han denunciado la hija y su marido, con quienes la SGAE ya ha mostrado su voluntad de ponerse en contacto para trasladarles personalmente sus disculpas por la confusión. La portavoz de la entidad ha confirmado que el departamento administrativo recibió el certificado de defunción en 2005, pero que por un "problema de comunicación interna" no lo trasladó al departamento jurídico. En consecuencia, la licencia por el uso de la radio y la televisión en el local siguió operativa y se continuó facturando. La entidad ya ha garantizado que de ninguna manera los herederos deberán pagar estas cuotas.
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