La prima de riesgo centra este miércoles la atención de todos los españoles, que temen que los 539 puntos a los que ha llegado esta mañana obliguen al Gobierno a pedir un rescate. Sin embargo, este indicador, que muestra el sobrecoste que paga España en los mercados frente a Alemania por financiarse a 10 años, ha demostrado ser insuficiente para valorar si un país como España está abocado a un rescate.
No es una línea roja

La prima de riesgo no es otra cosa que el sobrecoste que paga España en los mercados frente a Alemania por financiarse a 10 años. Esto significa que no sólo depende del interés que exigen los inversores en los mercados secundarios por comprar el bono español a 10 años, sino también del que paga el alemán.

El 'bund' lleva semanas en mínimos históricos gracias a que Alemania es para los inversores el activo refugio más seguro de la Eurozona. Según Bloomberg, a media mañana, el bono germano ofrecía una rentabilidad próxima al 1,4% en los mercados secundarios, frente al 6,64% del español.

"No vivimos de que Alemania se financie barato en los mercados, sino de cómo de caro sea para España colocar su deuda", recuerda el analista financiero Juan Ignacio Crespo, que añade que España llegó a soportar unos intereses del 7% el pasado noviembre.
La cuarta economía del euro

Grecia, Portugal e Irlanda solicitaron su rescate cuando los mercados exigieron por su deuda unos intereses de entre el 8,40 y el 8,60%.

Para estos países, pasar de la rentabilidad del 6,5% al 8% fue cuestión de semanas. Sin embargo, Italia llegó a financiarse a un interés próximo al 7,5% en noviembre y logró salir de esa 'línea roja'. Tampoco hay que olvidar que en aquel momento de alta tensión, España también llegó a pagar un 7% por su deuda.

La capacidad de aguante de esos países al desafío de los mercados y el papel del BCE fueron clave para evitar el rescate. Además, el episodio de noviembre puso de manifiesto que la Eurozona no puede permitirse dejar caer a sus grandes economías.
El porcentaje de intereses sobre PIB

Es fundamental tener en cuenta el tamaño de la economía española para evaluar si el país va a necesitar un rescate.

El Gobierno prevé gastar este año cerca de 30.000 millones de euros en el pago de los intereses de la deuda española. Sin embargo, esto representa un 2,8% del PIB. "En el año 2000, España destinaba un 3% del PIB al pago de su deuda. Esto significa que todavía hay margen aunque no sea agradable afrontar este coste", explica el estratega de IG Markets, Daniel Pingarrón.

Otro dato revelador es el porcentaje de deuda sobre PIB, que en el caso de España rondará este año el 79%, según estimaciones del Gobierno, frente al 105% de países rescatados, como Portugal.
Tipo medio

El Tesoro Público ya ha cubierto más de la mitad de sus emisiones previstas para este año, lo que ha dado cierto margen a España para pisar el freno de las subastas en las últimas semanas de alta tensión.

Además, pese al coste del bono español a 10 años en los mercados secundarios, no hay que olvidar que el tipo medio al que se está financiando el país es del 4,07%, según los últimos datos del Tesoro.
Curva de intereses invertida

Cuando un país se acerca al impago, los intereses que paga por su deuda a corto plazo llegan a superar a los que ofrece por sus bonos a 10 años. En el caso español, este fenómeno todavía no se ha dado.

Frente al 6,64% que están exigiendo los mercados por el bono a 10 años, España está pagando un 5% por su bono a dos años. Este último se había mantenido fuerte hasta ahora, aunque es preocupante la escalada que ha iniciado en los últimos días, en los que ha abandonado la línea del 4,5%. No obstante, Crespo recuerda que en noviembre el diferencial entre estos dos bonos llegó a ser de medio punto.
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