Re: Post PSOE + Zapatero
Jojojojojo...
Grandes tortazos en la cara a los poquitos españoles que aún defienden la gestión de Zapatero y su gobierno.
Ahí van unas pocas de propuestas que el PP ha presentado y con el tiempo se ha llegado a la conclusión de que eran acertadas, además de demostrar la total incapacidad del gobierno actual.
Si es que eso de que el PP es igual que el PSOE no se lo cree nadie ya...
Afortunadamente, sólo quedan 3 meses para las elecciones generales, que pasen rápido por favor.
Originalmente publicado por Josema1907
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Originalmente publicado por Lusho
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No se si se habra hablado de esto ya por aqui, pero...
El Ejecutivo, contra las cuerdas, acapara iniciativas del PP que antes despreciaba
En tres años, el gabinete de Zapatero ha desechado y, después, aprobado, diez medidas de los «populares». Algunas, como establecer un límite constitucional al gasto, fueron primero criticadas de forma muy dura
Corría el sábado 26 de junio de 2010. El día anterior, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, había propuesto en el Foro Nueva Economía una reforma de la Constitución para incluir en ella los «principios de estabilidad presupuestarios»: techos de gasto y endeudamiento para todas las administraciones. La iniciativa cosechó una catarata de críticas desde las filas del Partido Socialista y del Gobierno, especialmente las del por entonces ministro del Interior y vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien irónicamente tachó la iniciativa de «idea genial», y pidió a los «populares» que, para variar, «digan algo útil». Entonces, el hoy candidato socialista a la presidencia criticó que Rajoy propusiera una modificación de la Carta Magna, «algo que como todos sabemos se cambia fácilmente y en un plis-plas nos arregla la crisis». Cuatrocientos veintiséis días después, es decir, el viernes pasado, PP y PSOE llegaban a un acuerdo para ligar el déficit a Europa y que no supere el 4 por ciento. Esta vez, Rubalcaba calificó la reforma como «muy importante» y «necesaria».
No ha sido la única rectificación, aunque sí la más sonada. Desde 2008, el Gobierno se ha apropiado de más de diez medidas propuestas por el principal partido de la oposición. A algunas, incluso, se habían opuesto con uñas y dientes, pero cuando la situación económica se complicó, no dudaron en echar mano de ellas.
Suma y sigue
Es el caso de la línea ICO de 3.000 millones de euros para que los ayuntamientos morosos puedan pagar a proveedores. La medida fue aprobada por el Congreso en junio de 2010 con el voto en contra del Gobierno, que finalmente consiguió derogarla en los Presupuestos 2011, sin que llegara a aplicarse. No obstante, la presión de unas pymes endeudadas hasta el cuello por los impagos de las administraciones locales llevaron al Ejecutivo a rectificar. Tras el primer Consejo de Ministros de julio de 2011, Rubalcaba anunció que el Gobierno propondría una línea de crédito de 3.400 millones para que los ayuntamientos saldaran sus deudas, algo que finalmente el Congreso sacó adelante el 14 de julio de 2011, más de un año después de que el PP lo propusiera, y demasiado tarde para las decenas de pequeñas empresas que quebraron por el camino.
Otra rectificación, casi igual de sangrante, tuvo que ver con las ayudas destinadas a estimular la venta de automóviles. Después de que las matriculaciones se hundieran en 2008 —se vendieron casi 500.000 automóviles menos que el año anterior— el Partido Popular reclamó, en enero de 2009, ayudas directas de 1.000 euros y un nuevo Plan Prever que sirviera de estímulo a la venta de coches. Fue predicar en el desierto: Miguel Sebastián, ministro de Industria, sentenció en marzo de ese año que «el Plan Vive —consistente en subvenciones financieras a la adquisición de automóviles, y tachado una y otra vez de insuficiente por el sector— es más que razonable, y cuando se acabe, se acabó». Poco tardó en verse obligado a enmendar sus palabras. Concretamente, dos meses. El día 22 de mayo, tras conocer el desplome de las ventas de turismos en el comienzo del ejercicio, el Gobierno reaccionaba y anunciaba el Plan 2000E, que contemplaba ayudas directas a la adquisición de automóviles.
Y eso sin mencionar las 1.300 enmiendas a los Presupuestos Generales de 2010 que el PP presentó en octubre de 2009 y que, según sus cálculos, permitirían reducir el gasto en 10.000 millones. Entonces, el Ejecutivo las rechazó porque los presupuestos ya eran suficientemente «austeros». Apenas cinco meses después, un cabizbajo Jose Luis Rodríguez Zapatero se vió obligado a anunciar un duro paquete de medidas, que incluían una congelación de las pensiones y una bajada del sueldo de los funcionarios, con el objetivo de reducir el déficit en 15.000 millones de euros.
El Gobierno socialista tampoco supo anticiparse al deterioro del mercado laboral. En 2008, Cristóbal Montoro reclamó «una reforma del mercado de trabajo en línea con la conseguida en 1997». Poco después, Celestino Corbacho, a la sazón ministro de Trabajo, afirmaba rontundamente no estar «en absoluto de acuerdo en que el problema de la crisis económica se resuelva con una reforma del mercado laboral». Tuvieron que pasar dos años antes de que el Ejecutivo cambiara de parecer, aprobando finalmente una reforma que los expertos alabaron por ir en la buena dirección, pese a quedarse corta.
Vivienda sí, vivienda no
Siguiendo la línea, una de las últimas correcciones del Gobierno tuvo que ver con la rebaja del IVA para la adquisición de vivienda nueva, una medida diametralmente opuesta a la eliminación de la deducción por la compra de pisos que Zapatero había anunciado a bombo y platillo en 2009. La caída de las ventas en los escasos seis meses que lleva en vigor obligaron al Ejecutivo a aprobar otra medida que la contrarrestara, como desde el primer día pidió la oposición.
Cierra la larga lista de enmiendas del Ejecutivo la conocida popularmente como «rebaja del IVA del fontanero» —una bajada de los impuestos que gravan las pequeñas obras domésticas para reducir el fraude—. Fue la oposición quién presentó, en diciembre de 2009, una proposición de ley para aprobarla, y su insistencia llevó a la diputada socialista Montserrat Colldeforns a pedirles, tiempo después, que abandonaran «su populismo». No obstante, el Consejo de Ministros acabó dando el visto bueno a la iniciativa en abril de 2010.
Alguien dijo una vez que rectificar es de sabios. Fue el ex presidente del Gobierno, Felipe González, el artífice de añadir al dicho una cruel coletilla: «Y de necios, hacerlo a diario»,
Fuente: El Ejecutivo, contra las cuerdas, acapara iniciativas del PP que antes despreciaba - ABC.es
El Ejecutivo, contra las cuerdas, acapara iniciativas del PP que antes despreciaba
En tres años, el gabinete de Zapatero ha desechado y, después, aprobado, diez medidas de los «populares». Algunas, como establecer un límite constitucional al gasto, fueron primero criticadas de forma muy dura
Corría el sábado 26 de junio de 2010. El día anterior, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, había propuesto en el Foro Nueva Economía una reforma de la Constitución para incluir en ella los «principios de estabilidad presupuestarios»: techos de gasto y endeudamiento para todas las administraciones. La iniciativa cosechó una catarata de críticas desde las filas del Partido Socialista y del Gobierno, especialmente las del por entonces ministro del Interior y vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien irónicamente tachó la iniciativa de «idea genial», y pidió a los «populares» que, para variar, «digan algo útil». Entonces, el hoy candidato socialista a la presidencia criticó que Rajoy propusiera una modificación de la Carta Magna, «algo que como todos sabemos se cambia fácilmente y en un plis-plas nos arregla la crisis». Cuatrocientos veintiséis días después, es decir, el viernes pasado, PP y PSOE llegaban a un acuerdo para ligar el déficit a Europa y que no supere el 4 por ciento. Esta vez, Rubalcaba calificó la reforma como «muy importante» y «necesaria».
No ha sido la única rectificación, aunque sí la más sonada. Desde 2008, el Gobierno se ha apropiado de más de diez medidas propuestas por el principal partido de la oposición. A algunas, incluso, se habían opuesto con uñas y dientes, pero cuando la situación económica se complicó, no dudaron en echar mano de ellas.
Suma y sigue
Es el caso de la línea ICO de 3.000 millones de euros para que los ayuntamientos morosos puedan pagar a proveedores. La medida fue aprobada por el Congreso en junio de 2010 con el voto en contra del Gobierno, que finalmente consiguió derogarla en los Presupuestos 2011, sin que llegara a aplicarse. No obstante, la presión de unas pymes endeudadas hasta el cuello por los impagos de las administraciones locales llevaron al Ejecutivo a rectificar. Tras el primer Consejo de Ministros de julio de 2011, Rubalcaba anunció que el Gobierno propondría una línea de crédito de 3.400 millones para que los ayuntamientos saldaran sus deudas, algo que finalmente el Congreso sacó adelante el 14 de julio de 2011, más de un año después de que el PP lo propusiera, y demasiado tarde para las decenas de pequeñas empresas que quebraron por el camino.
Otra rectificación, casi igual de sangrante, tuvo que ver con las ayudas destinadas a estimular la venta de automóviles. Después de que las matriculaciones se hundieran en 2008 —se vendieron casi 500.000 automóviles menos que el año anterior— el Partido Popular reclamó, en enero de 2009, ayudas directas de 1.000 euros y un nuevo Plan Prever que sirviera de estímulo a la venta de coches. Fue predicar en el desierto: Miguel Sebastián, ministro de Industria, sentenció en marzo de ese año que «el Plan Vive —consistente en subvenciones financieras a la adquisición de automóviles, y tachado una y otra vez de insuficiente por el sector— es más que razonable, y cuando se acabe, se acabó». Poco tardó en verse obligado a enmendar sus palabras. Concretamente, dos meses. El día 22 de mayo, tras conocer el desplome de las ventas de turismos en el comienzo del ejercicio, el Gobierno reaccionaba y anunciaba el Plan 2000E, que contemplaba ayudas directas a la adquisición de automóviles.
Y eso sin mencionar las 1.300 enmiendas a los Presupuestos Generales de 2010 que el PP presentó en octubre de 2009 y que, según sus cálculos, permitirían reducir el gasto en 10.000 millones. Entonces, el Ejecutivo las rechazó porque los presupuestos ya eran suficientemente «austeros». Apenas cinco meses después, un cabizbajo Jose Luis Rodríguez Zapatero se vió obligado a anunciar un duro paquete de medidas, que incluían una congelación de las pensiones y una bajada del sueldo de los funcionarios, con el objetivo de reducir el déficit en 15.000 millones de euros.
El Gobierno socialista tampoco supo anticiparse al deterioro del mercado laboral. En 2008, Cristóbal Montoro reclamó «una reforma del mercado de trabajo en línea con la conseguida en 1997». Poco después, Celestino Corbacho, a la sazón ministro de Trabajo, afirmaba rontundamente no estar «en absoluto de acuerdo en que el problema de la crisis económica se resuelva con una reforma del mercado laboral». Tuvieron que pasar dos años antes de que el Ejecutivo cambiara de parecer, aprobando finalmente una reforma que los expertos alabaron por ir en la buena dirección, pese a quedarse corta.
Vivienda sí, vivienda no
Siguiendo la línea, una de las últimas correcciones del Gobierno tuvo que ver con la rebaja del IVA para la adquisición de vivienda nueva, una medida diametralmente opuesta a la eliminación de la deducción por la compra de pisos que Zapatero había anunciado a bombo y platillo en 2009. La caída de las ventas en los escasos seis meses que lleva en vigor obligaron al Ejecutivo a aprobar otra medida que la contrarrestara, como desde el primer día pidió la oposición.
Cierra la larga lista de enmiendas del Ejecutivo la conocida popularmente como «rebaja del IVA del fontanero» —una bajada de los impuestos que gravan las pequeñas obras domésticas para reducir el fraude—. Fue la oposición quién presentó, en diciembre de 2009, una proposición de ley para aprobarla, y su insistencia llevó a la diputada socialista Montserrat Colldeforns a pedirles, tiempo después, que abandonaran «su populismo». No obstante, el Consejo de Ministros acabó dando el visto bueno a la iniciativa en abril de 2010.
Alguien dijo una vez que rectificar es de sabios. Fue el ex presidente del Gobierno, Felipe González, el artífice de añadir al dicho una cruel coletilla: «Y de necios, hacerlo a diario»,
Fuente: El Ejecutivo, contra las cuerdas, acapara iniciativas del PP que antes despreciaba - ABC.es

Grandes tortazos en la cara a los poquitos españoles que aún defienden la gestión de Zapatero y su gobierno.
Ahí van unas pocas de propuestas que el PP ha presentado y con el tiempo se ha llegado a la conclusión de que eran acertadas, además de demostrar la total incapacidad del gobierno actual.
Si es que eso de que el PP es igual que el PSOE no se lo cree nadie ya...
Afortunadamente, sólo quedan 3 meses para las elecciones generales, que pasen rápido por favor.
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