Hola béticos/as del universo, os pongo rápido en situación. Hace poco he conocido a una chica, pues bueno, que me ha levantado el ánimo, podriamos decirlo asi. El caso es que a mi, pues me gusta escribir, pero lo hago cuando me encuentro inspirado, y entre ayer y hoy pues he compuesto unas poesias y un microrrelato, y me gustaria compartirlo con ustedes, que me dierais vuestras opiniones, y asi saber si el regalo que he compuesto para ella, le gustará. ahi vamos:


Del encontrarte
Cuando escucho tu voz pasional cantarle al amor,
Cuando hablo contigo y sonrío por fuera y por dentro
Me doy cuenta que he encontrado a alguien especial
Alguien que me trae el frescor de nuevos vientos,
y vivo con la esperanza que algun dia te dejes alcanzar
y vivo con la esperanza, que algun dia te dejes enamorar.
Doy gracias al cielo, a Dios, a Alá, a Buda, a la suerte,
A lo que sea, gracias, gracias por haberme hecho cometer todos los errores que he cometido,
porque todos y cada uno de ellos, me han llevado hasta ti,
a conocerte, gracias, gracias, gracias, y mil veces gracias por existir.



Del describirte
Cuantas veces habras escuchado ¡que bonita eres!
Pocas en comparacion de las que te mereces
tengo piropos para cada uno de los lunares de tu rostro
tengo alabanzas para cada una de tus sonrisas
sobre tus ojos escribiría que desataron guerras por amor
Y de tu pelo ... que no diria de tu pelo! Que no daría por acaraciciarlo!
Y de tus labios ... y de tus perlas blancas ... y d tu nariz ...
no puedo dejar de pensar en ti ...


Del alagarte
Hoy e llamado a Neruda, y no podia escribir poemas sobre ti,
He llamado a Becquer, y se ha negado a hacerlo de ti
Desesperado llamé a Lorca, tampoco quiso saber nada de ti
Enfadado les pedí explicacion, y todos coincidieron en lo mismo,
No hay palabras que merezcan describir la belleza que hay en ti,
Porque cuando una mujer es bella por dentro y por fuera,
Raras son las palabras que contigo justicia hicieran.



Del envidiarte
Hoy he echado mi imaginacion a volar
Y te he visto durmiendo en tu cama
Con tu pelo enmarañado, y tus ojos cerrados
Y han crecido en mi todas las envidias sanas:
Quien fuera sábanas para arroparte!!
Quien fuera colchón para acomodarte!
Quien fuera la luz que iluminase por las mañanas tu cara
Quien fuera almohada para sentir tus pensamientos
Y quien fuera el dichoso que a tu lado durmiendo estara


Del necesitarte
necesito tus ojos puestos en los mios
necesito tu pecho apoyado sobre el mio
necesito oir tu voz diciendo que soy tuyo
necesito que tu olor se impregne en mi,
necesito sentir el sabor de tu lengua y tus labios,
pero sobre todo, te necesito aqui, junto a mi.



Del perderte
Con una fuerte angustia de no tenerte,
con el miedo de perderte sin conocerte,
no se puede vivir asi, no respiro lo suficiente,
golpean en mi cabeza ideas, desconfianza y desazón,
pensar siquiera que no llegue a besarte
hasta hace que me duela el corazón ...


Del prometerte
prometo no dejar de sorprenderte con poesias y sonetos
con caricias y besos, con fuego y deseo
prometo poner un alago nuevo cada dia en mis labios
prometo estar a tu lado los dias buenos y malos
prometo mostrarte que el amor no es pasajero
prometo hacerte ver que para mí, siempre serás lo primero



estos eran los poemas, a continuación el microrrelato, espero lo disfruteis:


Érase una vez, la favorita de un Sultán, llamativa como una flor exótica, preciosa como los atardeceres de La Alhambra. Todo en ella era embriagador, era la única a la que el Sultán pedia consejos, a la única que escuchaba, con la única que compartía sus secretos, y a la única que hacía partícipe de sus deseos.
El pueblo la amaba, pues conocían de sus virtudes, pero nadie, solo ella, era conocedora de su gran verdad, de su gran secreto, de sus miedos...
Era lista y perspicaz, y como tal, era consciente de su condición, al fin y al cabo, no sería mas que la muñeca de un hombre, tendría que hacer o decir lo que a él le agradara. Para ella, esto, a sus 17 años, era una losa demasiado pesada el pensar que el amor que recibía, no era sincero y por lo tanto no lo podría corresponder, por lo que ella no sabia lo que era realmente amar.
Cada dia que pasaba era para ella un suplicio, era un dia menos de libertad, y uno mas sin saber amar de verdad.
El azucar ya no era tan dulce, los sueños ya no eran tan mágicos y profundos como los que tenia con edad mas tierna. A medida que pasaban los meses, su carácter cambiaba, se volvió melancólica, uraña, se la veia llorar, la tristeza invadía su alma, lo pudo notar hasta el mismo Sultán, ver que su joya mas preciada no lucía, le hacia enfadar.

Una noche, una noche arabesca llena de estrellas, una noche en la que en el desierto reinaba la quietud, una noche en la que la frescura del ambiente, invitaba a toda Arabia a asomarse a balcones y ventanas para respirar tranquilidad y sosiego,en una noche tan maravillosa como esa, en un balcón del Palacio Real, el Sultán hizo a su favorita llamar. Cuando esta apareció, pidió a todo su séquito que se fueran, pues solo con ella quería hablar.

Cuando ésta se inclinó para hacer la reverencia, el Sultán se lo impidío, pues no le gustaba ver a su joya mas preciada , en sus pies postrada. Ella lo miró, y con una mirada seria, triste se dirigió a él con voz dulce:

-¿ En que puedo servirle esta noche, Majestad?
- Esta noche, Ojos Verdes, vamos a jugar, esta noche me tendrás que ganar.
-¿ Un juego? En una noche como esta, no prefiere su Alteza mirar al horizonte como antaño hacía y reflexionar?
- Hace tiempo que ambos dejamos de soñar, Ojos Verdes, pues ni tu ni yo podemos permitirnos ya soñar, tú por servir y yo por reinar.
-Mi alteza, su posición nunca será la mia, y su voluntad siempre será cumplida, y la mia, a nadie interesa. Pero dígame Majestad ... ¿ A que quiere usted jugar?
-Ya estamos jugando Ojos Verdes, hace rato que lo hacemos, pero hasta ahora, solo yo conozco las reglas. Pero contestame, ¿Que desea una mujer como tú? ¿Que le falta para ser feliz? ¿Que riquezas tengo que poner a tus pies, para volver a verte sonreir?
-Para verme sonreir, solo lo tiene mi alteza que pedir. En cuanto a las riquezas que yo necesito, no hay diamante en bruto o pulido que me pueda consolar, tiempo ha, mi Majestad que no me importa lo material. Y en cuanto a mis deseos, que importan ellos ya, yo queria ser un pájaro libre, con alas para volar, encontrar a alguien, un alma a la que poder amar de verdad.
-¿ Es que no me amas a mí, que soy tu Señor, pero que a la vez te idolatra, te oye, te cree, te engasaja ... no tienes suficente con amarme a mi?
-Mi señor, nunca será igual, siempre habrá diferencias, usted siempre mandará y yo no tendré libertad.
-¿ Que deseas pues que yo te pueda dar?
- Libertad, no quiero nada mas, libertad para poder ser amada por alguien a quien amar.
- Me pides demasiado, no te puedo dejar ir, eres mi favorita, no se que haría sin ti!!
-Entonces no puede su alteza ofrecerme nada mas, es lo único que una mujer como yo desea, y si no me lo puedes dar no quiero nada mas ... ¿ Seguimos jugando, mi Alteza?
- En realidad ya ganaste Ojos Verdes, hace tiempo que ganaste el juego, solo quería asegurarme que lo ganabas de verdad.
-No lo entiendo, ¿Como pasó?
- Verás, ambos nacimos para esto, tu para servir y yo para reinar, pero hay una diferencia en la que tu no has caido, a ti se te puede liberar, solo lo tiene que desear el Sultán, pero a mí que soy tal, me atan las leyes de Alá, leyes por encima de ti y de mi y que no puedo quebrantar.
Pero tú, que siempre has estado ahi para mí, tú que no miraste quien era yo para decirme la verdad, tú que has sido la única persona que me ha visto de adulto llorar, tú eres la unica que se ha ganado su libertad. Esta noche, en esta magnifca noche, sólo me quería asegurar, que la deseabas de verdad.

Y asi fue como el Sultán, liberó a su favorita y le permitió partir en busca de sus sueños, que no eran pocos. No diré que pasó despues, si encontró el amor o no, posiblemente si, pues pretendientes no le faltarian, y seguro a uno bueno elegiría, pues su audacia e inteligencia bien se habian ganado fama en Oriente. Pero si diré algo, desde aquel dia, el Sultán aun fue mas querido por su pueblo, aun mas respetado por sus enemigos, aun mas amado por sus otras mujeres, pues no se tenía por costumbre entre las majestades de la época, dar tal muestra de comprensión y amor, pues al fin al cabo, fue el amor que sentia por ella, lo que le hizo dejarla marchar, pues antepuso la felicidad de ella a la suya. ¿Hay sacrificio mas grande por amor que ese? En Arabia, aun hoy en dia, se piensa que no.



Nada mas, me gustaria leer vuestras opiniones, y si a alguno le gusta tanto que se lo quiera copiar, puede hacerlo, soy anti-SGAE xDDD

Gracias y un saludo!