Por favor, no os perdáis el vídeo. Dos albañiles se ponen a cantar sevillanas en medio de la calle Tetuán para ganar algunos euros. Os vais a descojonar!!
Cantos del cisne ante la crisis
Cantos del cisne ante la crisis - abcdesevilla.es
Ya se sabe que la necesidad agudiza el ingenio. Y que Sevilla es cuna de ganapanes tan célebres como Rinconete y Cortadillo. Por eso aquí se han producido las últimas grandes revelaciones para luchar contra la crisis. Los primeros gurúes han sido dos albañiles que están convencidos de haber encontrado el remedio contra el batacazo económico de su sector.
Su hallazgo fue casual, pero en apenas unos meses han certificado su importancia. Todo empezó durante las últimas navidades, cuando, aprovechando el rato de asueto dedicado al célebre bocadillo del albañil, los dos protagonistas de esta historia decidieron salir a la puerta de la obra y ponerse a cantar un villancico. Al terminar pasaron la gorra. Mejor dicho, el casco de obra. Y lo que se habían planteado como una simple broma les dejó en la caja un buen pellizco. Aclárese aquí que el sitio de la obra es clave. Están haciendo una sucursal de la tienda de juguetes Imaginarium en toda la calle Tetuán, que está atestada a media mañana todos los días. Así que los dos albañiles han decidido darle continuidad a su travesura y, todos los días, aprovechando el descanso para comer, colocan un tablón de andamio sobre varios sacos de cemento, se sientan en él y comienzan la actuación. El primero usa una lata de pintura como tambor. El segundo toca la guitarra en el envés de una pala. Y ya han compuesto hasta letras sobre el entorno en el que triunfan. «Tengo una vecina enfrente / que se llama Mary Paz / con otra vecina al lao / que es la de premamá». Estribillo: «Es una cosa sencilla / con un arte sin igual, / cantar aquí en mi Sevilla, / en la calle Tetuán». El público no para de soltar monedas en el casco. Y ellos ya saben a qué van a destinar los beneficios. Lo pone claramente en el cartel que hay a sus pies: «Pa cafelito de los albañiles en crisis».
Pero esta jocosa iniciativa no es la única que ha trascendido en Sevilla en los últimos días para salir del pozo económico. Varios empresarios de San Pablo han creado la Unión de Comerciantes Tiesos, UCT, cuya principal actividad es convocar la Sociedad Gastronómica de Comerciantes Tiesos, gracias a la cual se reunirán mensualmente para disfrutar de un guiso elaborado por uno de sus socios y lamentarse de manera conjunta de la ruina que tienen encima. El texto fundacional es bastante aclaratorio: «Cuando nos vimos gratamente sorprendidos por los murales pintados en los grandes flancos de los bloques de San Pablo, se me ocurrió que habría que solicitar a nuestros dirigentes locales que pintasen en uno de sus murales uno que nos recordara al muro de las lamentaciones para que lloráramos todos los comerciantes una hora antes de abrir nuestros negocios». Los albañiles con su quejío y los empresarios de San Pablo con sus lamentaciones ya han compuesto el canto del cisne de Sevilla: convertir lo trágico en cómico.
Cantos del cisne ante la crisis
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Ya se sabe que la necesidad agudiza el ingenio. Y que Sevilla es cuna de ganapanes tan célebres como Rinconete y Cortadillo. Por eso aquí se han producido las últimas grandes revelaciones para luchar contra la crisis. Los primeros gurúes han sido dos albañiles que están convencidos de haber encontrado el remedio contra el batacazo económico de su sector.
Su hallazgo fue casual, pero en apenas unos meses han certificado su importancia. Todo empezó durante las últimas navidades, cuando, aprovechando el rato de asueto dedicado al célebre bocadillo del albañil, los dos protagonistas de esta historia decidieron salir a la puerta de la obra y ponerse a cantar un villancico. Al terminar pasaron la gorra. Mejor dicho, el casco de obra. Y lo que se habían planteado como una simple broma les dejó en la caja un buen pellizco. Aclárese aquí que el sitio de la obra es clave. Están haciendo una sucursal de la tienda de juguetes Imaginarium en toda la calle Tetuán, que está atestada a media mañana todos los días. Así que los dos albañiles han decidido darle continuidad a su travesura y, todos los días, aprovechando el descanso para comer, colocan un tablón de andamio sobre varios sacos de cemento, se sientan en él y comienzan la actuación. El primero usa una lata de pintura como tambor. El segundo toca la guitarra en el envés de una pala. Y ya han compuesto hasta letras sobre el entorno en el que triunfan. «Tengo una vecina enfrente / que se llama Mary Paz / con otra vecina al lao / que es la de premamá». Estribillo: «Es una cosa sencilla / con un arte sin igual, / cantar aquí en mi Sevilla, / en la calle Tetuán». El público no para de soltar monedas en el casco. Y ellos ya saben a qué van a destinar los beneficios. Lo pone claramente en el cartel que hay a sus pies: «Pa cafelito de los albañiles en crisis».
Pero esta jocosa iniciativa no es la única que ha trascendido en Sevilla en los últimos días para salir del pozo económico. Varios empresarios de San Pablo han creado la Unión de Comerciantes Tiesos, UCT, cuya principal actividad es convocar la Sociedad Gastronómica de Comerciantes Tiesos, gracias a la cual se reunirán mensualmente para disfrutar de un guiso elaborado por uno de sus socios y lamentarse de manera conjunta de la ruina que tienen encima. El texto fundacional es bastante aclaratorio: «Cuando nos vimos gratamente sorprendidos por los murales pintados en los grandes flancos de los bloques de San Pablo, se me ocurrió que habría que solicitar a nuestros dirigentes locales que pintasen en uno de sus murales uno que nos recordara al muro de las lamentaciones para que lloráramos todos los comerciantes una hora antes de abrir nuestros negocios». Los albañiles con su quejío y los empresarios de San Pablo con sus lamentaciones ya han compuesto el canto del cisne de Sevilla: convertir lo trágico en cómico.