El Plan Centro hunde la campaña de Navidad y acelera el cierre de comercios
Los comerciantes hablan de hasta un 30% menos de ingresos en la campaña de Navidad. Advierten que la situación se recrudecerá tras las rebajas
M. D. ALVARADO / SEVILLA
Día 08/01/2011 - 08.12h
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J. M. SERRANO
Un comercio de la calle Laraña, a la que resulta muy difícil acceder en coche tras el Plan Centro, anuncia su cierre para el 30 de enero
El balance de la primera campaña de Navidad con el plan centro, que restringe la circulación de los vehículos privados en el casco histórico, es para los comerciantes «nefasta» y lo peor es que puede ir a más, generando más pérdidas de empleos y el cierre de establecimientos. Los datos que barajan las asociaciones de comerciantes hablan de que el número de locales que se están quedando vacíos va en aumento y aventuran que la situación se recrudecerán una vez que pase la Feria.

El descenso en las ventas de esta campaña supera, según Aprocom, la federación del comercio sevillano, el 20% aunque Alcentro, la asociación de comerciantes del casco histórico, habla de un 30%, el mismo tanto por ciento en el que se ha reducido la afluencia de público a esta zona de la ciudad. Para José Cañete, presidente de Aprocom, en ese descenso ha influido tanto el temor a una multa por las restricciones al tráfico como por la crisis, que ha reducido mucho el importe de las compras. Apunta que las calles principales de la zona comercial, el entorno de Tetuán y Sierpes, han aguantado bien la campaña pero que otras zonas más alejadas, desde la misma calle Cuna a Puente y Pellón, han notado más la bajada en las ventas, azuzado por las dificultades de acceso al tráfico privado y al hecho de que los autobuses, al no llegar a la Encarnación, no facilitan tampoco el acceso de los ciudadanos a esta zona comercial.

Desde Alcentro la situación se considera mucho más crítica, de «auténtico desastre» en opinión del presidente de esta entidad, Enrique Arias. Ni siquiera la mayor afluencia de gente al centro en los primeros días de enero y en estos días de rebaja, normal en estas fechas, va a mejorar mucho la situación, sólo va a retrasar los efectos de las restricciones de acceso al del tráfico al centro. A este respecto Arias explica que la campaña de invierno y las rebajas son la mejor época para el comercio, cuando más se vende, por lo que por muy mal que vaya un establecimiento siempre esperará que pasen estas fechas para quitarse stock y conseguir liquidez, por lo que a partir de primavera, y sobre todo cuando pase la Feria —las Fiestas Mayores de la ciudad suelen generar también mucha actividad comercial—, se va a ver cómo muchos comercios del centro deciden echar el cierre y no continuar con esa actividad.

Desde el punto de vista del empleo la situación ya ha empezado a ser crítica. Como apuntaba recientemente un sindicato el comercio es uno de los sectores que más empleo ha perdido y muchos de esos puestos de trabajo, señala Arias, estaban en el centro.

Ante esta situación, Alcentro insiste en reclamar al Ayuntamiento que reconsidere el plan del centro porque no se entiende que haya más restricciones a la circulación a la zona más comercial de la ciudad en una época de crisis tan brutal como la que estamos viviendo. Aprocom por su parte ya ha desistido de pedir más reuniones a un Gobierno municipal que, señala Cañete, siempre defiende que este es su modelo de ciudad y que lo va a ejecutar, sin más, «sólo confiamos en que tras las elecciones quien coja el mando lo cambie».

Mal pronóstico
ADRIANO
Aunque los comercios tuvieron ayer un gran día, como es norma todos los 7 de enero por el inicio de las rebajas, los comerciantes, especialmente los del Centro, consideran un espejismo esta afluencia. Los datos de la Navidad no dejan lugar a dudas y de ello culpan, en buena parte, al Plan Centro. Y no son los únicos.

La lluvia y la crisis no impiden un arranque masivo de las rebajas
Miles de ciudadanos toman las zonas comerciales de la ciudad en busca de alguna ganga, a pesar de las bajas estimaciones de los comerciantes, que prevén un descenso de las ventas de más del 10%.
FERNANDO PÉREZ ÁVILA / SEVILLA | ACTUALIZADO 08.01.2011 - 06:45

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Como cada año, el primer día de las rebajas de invierno volvió a tener un seguimiento masivo por parte del público. Decenas de personas esperando para pagar en las cajas, empleados desbordados, ropa apilada y tirada por los suelos como si se tratase de un mercadillo y las calles peatonales del centro colapsadas de gente fueron algunas de las estampas de la jornada de ayer, que ya parecen clásicas cada 7 de enero. Ni la intensa lluvia que cayó sobre Sevilla a las diez de la mañana, hora de apertura de las tiendas, ni las previsiones de los comerciantes, menos esperanzadoras que otros años, frenaron ayer a la riada humana que tomó las zonas comerciales de la ciudad en busca de alguna ganga.

Desde antes de las diez había gente esperando la apertura de puertas de centros como El Corte Inglés. Muchos de los que entraban iban preparados para la lluvia, con impermeables, chubasqueros, paraguas y botas. Otros prefirieron esperar a que el tiempo fuera mejorando a medida que avanzaba el día. En cualquier caso, a media mañana había colas prácticamente en todos los comercios. Se juntaban quienes habían encontrado alguna oferta en las rebajas con quien pretendía descambiar algún regalo de los Reyes Magos.

Que el 7 de enero cayera en viernes fue, además, una bendición para los comerciantes. Muchas personas continuaban ayer de vacaciones o habían hecho puente con la jornada festiva del 6. Además, muchos padres dejaron a sus hijos en los colegios, que sí retomaron las clases, y dedicaron la mañana libre a comprar en las rebajas. A medida que avanzó la mañana dejó de llover y eso provocó que hubiera todavía más gente en el centro.

"Los primeros días de las rebajas, como siempre, son jornadasde muchísima afluencia de público. Que llueva siempre frena, pero hoy hemos tenido suerte y desde las once y media en adelante ya no ha llovido y la gente se ha echado a la calle. Esperemos que se mantenga esta racha", explicó ayer Tomás González, representante de la Federación Provincial de Comercio (Aprocom).

Uno de los establecimientos que siempre están repletos de público en rebajas es El Corte Inglés. "Ayer pensamos que iba a haber más gente en los centros de Nervión, Sevilla Este o incluso en San Juan de Aznalfarache, que la gente no iba a venir tanto al centro, pero el Duque estaba realmente lleno y esto nos ha sorprendido. Durante la primera media hora había mucha gente, luego ha habido un parón entre las diez y media y las once y media, hasta que ha dejado de llover, y entonces ha vuelto a llenarse de gente hasta estar completamente repleto", explicó a este periódico un portavoz de la cadena, que confirmaba las mismas impresiones que el resto de comerciantes sobre la gran cantidad de público que ayer recorrió las calles del centro.

Ni siquiera el plan especial de tráfico que prohíbe el acceso al casco histórico a los vehículos particulares restó gente de las calles, pese a que los comerciantes de esta zona de la ciudad se han quejado insistentemente durante las Navidades y aseguran que la nueva reordenación del tráfico les ha causado una bajada de las ventas de en torno el 30%.

Las estimaciones de los comerciantes no son tan halagüeñas para este año como para temporadas anteriores. En Sevilla está previsto que se facturen en este periodo de rebajas de invierno 67,4 millones de euros, casi un 11% menos que en la campaña de 2010, según los cálculos de la Confederación Empresarial del Comercio de Andalucía (CECA). En el global de la comunidad las previsiones apuntan a una facturación de 300 millones de euros, cuando el año anterior se estimaba que se cerraría la campaña con 330 millones.

Parte de esta bajada en la facturación se debe a los descuentos agresivos con los que los comerciantes han iniciado las rebajas, puesto que hay muchos stocks acumulados desde el pasado otoño. Las ventas en el tramo final de 2010 no han sido tan elevadas como otros años y esto ha hecho que las tiendas opten por descuentos de entre el 50% y el 70% para tratar de dar salida a la mercancía almacenada. Animados por estas ofertas, miles de ciudadanos tomaron ayer las tiendas. Para hoy se espera una jornada todavía más multitudinaria, aprovechando el descanso del sábado.