LABORAL | Piden 30 millones a la Junta para reactivar el sector
Los trabajadores de Astilleros intentan encadenarse en San Telmo como protesta
Los manifestantes han volcado los contenedores que encontraban a su paso
A. Sarrià | P. Barahona | Sevilla
Actualizado jueves 23/09/2010 14:17 horas

Los trabajadores de Astilleros de Sevilla han protagonizado una jornada de protesta por las calles de Sevilla. Unos 20 empleados han intentado encadenarse por sopresa a las rejas del Palacio de San Telmo, presidencia de la Junta de Andalucía, topándose con la oposición de la Policía Nacional.

Al grito de "Astilleros no se cierra" un centenar de manifestantes -250 según los organizadores- han pedido a la Junta que cumpla su compromiso de salvar al sector de la grave crisis en la que está sumido. Convocados por el sindicato mayoritario, CCOO, los asistentes han completado el recorrido que va desde los jardines de Cristina hasta la Glorieta de Andalucía, al final de la avenida Blas Infante.

Custodiados permanentemente por efectivos de la Policía Nacional, los manifestantes han volcado los contenedores que se encontraban a su paso por la avenida República Argentina, en la que también han explosionado varios pedardos. Agentes de la Policía Local han reconducido el tráfico para evitar la coincidencia con el paso de la protesta. Los autobuses de Tussam también han sido desviados ante la sorpresa de los ususarios.

Los momentos más tensos han llegado con la quema de balizas de plástico en el paseo de Colón. Los representantes sindicales portaban una pancarta con el lema "Astilleros de Sevilla. Por el empleo ¡Paro! No". Los manifestantes cantaban consignas en contra de Zapatero y de Griñán a los que llamaban embusteros. Rajoy y Arenas tampoco han escapado de los insultos.

Los viandantes que han presenciado la protesta han mostrado división de opiniones. Algunos a favor, que incluso llegaban a sacar sus teléfonos móviles para fotografiar a los manifestantes; y otros en contra, que debían modificar su ruta para llegar a su destino.

La Junta moverá ficha

El secretario general de la sección sindical de CCOO en Astilleros, Joaquín Blanco, ha confirmado que el viceconsejero de Innovación de la Junta se ha puesto en contacto con la Federación sindical para convocar una mesa de negociacióm. Las pretensiones de los trabajadores es que el Gobierno andaluz inyecte 30 millones de euros al sector para poder reactivar la actividad.

Ese aporte de la Junta supondría la incorporación de "1.500 puestos de trabajo directos y de cuatro a seis mil indirectos", asegura Blanco. "Queremos que se hable de actividad industrial", ha insistido el sindicalista.

"¿Cuánto cuesta un parado a la Junta?", se pregunta Blanco, que ha asegurado que "hay tres barcos parados, pendiente de entrega o de botadura, que reportarían activos a la empresa". Los convocantes han hecho una valoración "positiva" de la manifestación.

Fuentes sindicales han explicado que el calendario de protestas fue decidido por el comité de empresa y son comunicadas posteriormente a los trabajadores. Estas movilizaciones tendrán todas un carácter "sorpresivo" y estarán marcadas por la huelga general. "Seguramente llevaremos a cabo otra el jueves que viene, después de que concluya la jornada del 29 de septiembre", han confirmado los sindicalistas. Blanco ha instado a los trabajadores a encontrarse el lunes a las 10 de la mañana en Astilleros.

Reuniones de la industria auxiliar naval

Coincidiendo con esta protesta, la industria auxiliar naval de Sevilla ha pedido la gestión de Astilleros, asumiendo el compromiso de acabar los barcos actuales, con lo que "se generaría 1.500 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos", al mismo tiempo que plantearía un plan de negocio que incluyera "la continuidad del astillero en el futuro".

Los empresarios sevillanos han planteado a los sindicatos su intención de presentar a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Industria su propuesta de pedir la gestión de Astilleros.

La industria auxiliar naval sevillana ha recordado que lleva desde el mes de enero de 2009 sufriendo retrasos en los pagos, devoluciones de efectos y retrasos en la facturación, lo que se traduce "en una pérdida de casi 1.300 empleos directos y están en el aire casi 26 millones de euros".