Siete de las 11 ONG internacionales que forman el lobby internacional Foro sobre Información y Democracia recibieron casi tres millones y medio de euros del especulador de las finanzas George Soros para predicar sus postulados globalistas. La financiación fue canalizada, entre 2017 y 2018, a través de la organización del filántropo multimillonario, Open Society Foundation (OSF), como se refleja en su contabilidad a la que ha tenido acceso OKDIARIO.
Las 11 ONG internacionales que conforman el Foro sobre Información y Democracia.
El Foro sobre Información y Democracia, al que se han unido 38 gobiernos, entre ellos el de Pedro Sánchez, remitió a La Moncloa el 12 de noviembre un marco regulatorio con más de 250 recomendaciones para acabar, según sus observaciones, con lo que definían como “infodemia”. La iniciativa del Foro, que fue creado en 2019, servía de contrafuerte para reforzar el nuevo organismo ideado por el Gobierno de Sánchez para el control de la información, ya conocido con el “Ministerio de la Verdad”.
El lobby mundial está integrado por 11 organizaciones no gubernamentales: Digital Rights Foundation (DRF), Reporteros Sin Fronteras (RSF), Observacom de la Fundación Libertis, Institute for Strategic Dialogue (ISD), Human Rights Center, Open Government Partnership (OGP), Center for International Governance Innovation, Peace Research Institute Oslo (PRIO), Research ICT Africa, Civicus y Free Press Unlimited.
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Siete de ellas han sido subvencionadas por las organizaciones de Soros en tan sólo dos años con algo más de 3,2 millones de euros (3.859.907 dólares). Las cantidades desembolsadas por OSF van desde un millón de dólares a 36.000 euros para proyectos de contenido humanitario.
Dos millones para una sola ONG
La ONG más beneficiada con los fondos de Soros fue Civicus con una aportación de 2,3 millones de dólares, entre 2016 y 2018. Sólo en 2018 percibió 1,1 millones. Civicus fue creada en 1993 en Johannesburgo (Sudáfrica) y dispone de 4.000 miembros repartidos en 175 países. Además, cuenta con dos subsedes en Ginebra y Nueva York. La Fundación de Soros también cuenta en Sudáfrica con una ONG propia: Open Society Initiative for Southern Africa.
La ONG Civicus, la más beneficiada por el especulador de las finanzas Soros entre 2016 y 2018.
Uno de los lemas de Civicus es: “Implicados con la construcción de una solidaridad global desde las bases y más allá de las fronteras”. Su presidenta, Julia Sánchez, fue candidata del partido socialdemócrata en las últimas elecciones federales de Canadá.
La segunda ONG del Foro sobre la Información y la Democracia, que más dinero recibió de Soros, es Open Government Partnership (Alianza para el Gobierno Abierto, en español). Sólo en 2018 recibió de las arcas de OSF un millón de dólares para el “programa de justicia económica”. Se trata de una organización que fue creada en 2011 y tiene presencia en 78 países.
La segunda ONG más financiada por Soros es Open Government Partnership.
Las otras cuatro ONG subvencionadas por el multimillonario húngaro-americano son: Peace Research Institute Oslo (PRIO), que recibió 140.000 dólares, en 2017; Institute for Strategic Dialogue, 155.771, en 2017/18; Observacom de la Fundación Libertis, 100.000, en 2016; y Digital Rights Foundation, 114.136, entre 2016 y 2017.
Peace Research Institute Oslo y el Institute for Strategic Dialogue también fueron financiadas entre 2015 y 2017 por George Soros.
Por su parte, la asociación de periodistas Reporteros sin Fronteras (RSF) no figura en la contabilidad de los años 2016-2018 de Open Society Foundation, pero sí en ejercicios anteriores. En su página oficial reconoce haber recibido dinero del especulador Soros para ejecutar sus proyectos.
El magnate Soros también financió entre 2016 y 2018 la Fundación Libertis y a Digital Rights Foundation.
El papel de RSF
El presidente de RSF, Christophe Deloire, es a su vez el máximo responsable del Foro sobre Información y Democracia. Su director es Harlem Désir, el fundador de SOS Racisme (1984), que fue secretario del Grupo Socialista del Parlamento Europeo entre 2012-2014.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) reconoce haber sido financiado por George Soros.
La ONG internacional, a la que La Moncloa ha recibido con los brazos abiertos, destaca en su manifiesto que “no es inmune a nuevas formas de censura, manipulación y control de la información”. Por ello, utilizando su propio lenguaje, el Foro dice defender: la regulación pública para imponer requisitos de transparencia a los proveedores de servicios en línea; un nuevo modelo de metarregulación en la moderación del contenido; medidas que limiten la viralidad de contenidos engañosos; un marco de corregulación para la promoción de contenidos periodísticos de interés público, basado en estándares de corregulación; el aumento del número de moderadores con un presupuesto mínimo de los ingresos para mejorar la calidad de la revisión del contenido de la información; y la moderación de contenidos, clasificación de contenidos y construcción de influencia social, entre otros.
Resulta paradójico que el Foro exija a las “plataformas” -como ellos denominan- un acuerdo para alcanzar una mayor transparencia, cuando sus socios de La Moncloa silencian de manera sistemática los datos reclamados a cerca de los viajes de Sánchez con dinero público. Según el lobby próximo a Soros, “los reguladores responsables de hacer cumplir los requisitos de transparencia deben tener un fuerte control democrático”.
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El 15 de mayo de 2018 cuando la Fundación Open Society de Soros decidió cerrar sus oficinas en Budapest y abandonar Hungría, Reporteros sin Fronteras salió en defensa de la ONG del especulador multimillonario y cargó contra el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
La página web de Reporteros Sin Fronteras (RSF) recoge el comunicado en defensa de Open Society de Soros.
PSF presentaba a Soros como un emprendedor que había consagrado “parte de su fortuna a promover la transparencia democrática con medios independientes”. Y señalaba: “En RSF estamos preocupados por la decisión de cerrar las oficinas de Open Society Foundation en Budapest como resultado de las continuas presiones del gobierno húngaro sobre la organización”.
El Gobierno húngaro había aprobado una ley contra las organizaciones que, según sus investigaciones, apoyaban a la inmigración ilegal en contra de las medidas gubernamentales. Paralelamente, Bruselas, incluso, señaló a Open Arms -una organización próxima a Soros- de ser utilizada por las mafias del tráfico de inmigrantes.
Un año después, RSF colocaba a Hungría en el ranking 2020 de la peor situación de la libertad de Prensa en el mundo por detrás de Kirguistán, Sierra Leona, Lesoto, Gambia y en el mismo segmento que Guinea Bissau, Liberia, Mauritania, Etiopía, Mali y Kuwait. Tal calificación parecía una exageración para un Estado democrático y miembro de la Unión Europea.
Las relaciones Sánchez-Soros
Pedro Sánchez percibió también dinero del especulador George Soros en su etapa de observador en procesos electorales y en otras misiones internacionales de carácter humanitario, a través de los demócratas norteamericanos del National Democratic Institute (NDI) y de otras ONG’s, vinculadas al magnate de las finanzas. Desde entonces, el presidente mantiene una estrecha relación con la organización fundada por el multimillonario, Open Society Foundation (OSF).
El filántropo y multimillonario Soros reparte todos los años en el mundo a asociaciones e instituciones amigas más de 1.000 millones de dólares para unas supuestas causas solidarias que, finalmente, resultan más políticas que humanitarias. Entre ellas destacan varias asociaciones independentistas catalanas, como ya denunció OKDIARIO.
La NDI es una asociación conectada al Partido Demócrata estadounidense que está subvencionada con fondos de la Fundación de George Soros. Además de OSF figuran como patrocinadores de NDI Amazon y Google. Tras la llegada de Sánchez a La Moncloa el canon para las conocidas como sociedades tecnológicas quedó aparcado.
A finales de los 90, cuando Sánchez tenía tan sólo 24 años, fue asistente de Carlos Westendorp, durante su cargo de Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina de las Naciones Unidas en el proceso de pacificación de la entonces Yugoslavia. En la delegación de Sarajevo y en sus continuos viajes a Nueva York, donde el diplomático fue nombrado embajador de España ante la ONU, Sánchez fue urdiendo sus relaciones internacionales con gente próxima a Soros.
Tan estrecha era la relación de Sánchez y Soros que la primera visita que recibió el presidente recién llegado a La Moncloa tras la moción de censura fue la de George Soros.
Las 11 ONG internacionales que conforman el Foro sobre Información y Democracia.
El Foro sobre Información y Democracia, al que se han unido 38 gobiernos, entre ellos el de Pedro Sánchez, remitió a La Moncloa el 12 de noviembre un marco regulatorio con más de 250 recomendaciones para acabar, según sus observaciones, con lo que definían como “infodemia”. La iniciativa del Foro, que fue creado en 2019, servía de contrafuerte para reforzar el nuevo organismo ideado por el Gobierno de Sánchez para el control de la información, ya conocido con el “Ministerio de la Verdad”.
El lobby mundial está integrado por 11 organizaciones no gubernamentales: Digital Rights Foundation (DRF), Reporteros Sin Fronteras (RSF), Observacom de la Fundación Libertis, Institute for Strategic Dialogue (ISD), Human Rights Center, Open Government Partnership (OGP), Center for International Governance Innovation, Peace Research Institute Oslo (PRIO), Research ICT Africa, Civicus y Free Press Unlimited.
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Siete de ellas han sido subvencionadas por las organizaciones de Soros en tan sólo dos años con algo más de 3,2 millones de euros (3.859.907 dólares). Las cantidades desembolsadas por OSF van desde un millón de dólares a 36.000 euros para proyectos de contenido humanitario.
Dos millones para una sola ONG
La ONG más beneficiada con los fondos de Soros fue Civicus con una aportación de 2,3 millones de dólares, entre 2016 y 2018. Sólo en 2018 percibió 1,1 millones. Civicus fue creada en 1993 en Johannesburgo (Sudáfrica) y dispone de 4.000 miembros repartidos en 175 países. Además, cuenta con dos subsedes en Ginebra y Nueva York. La Fundación de Soros también cuenta en Sudáfrica con una ONG propia: Open Society Initiative for Southern Africa.
La ONG Civicus, la más beneficiada por el especulador de las finanzas Soros entre 2016 y 2018.
Uno de los lemas de Civicus es: “Implicados con la construcción de una solidaridad global desde las bases y más allá de las fronteras”. Su presidenta, Julia Sánchez, fue candidata del partido socialdemócrata en las últimas elecciones federales de Canadá.
La segunda ONG del Foro sobre la Información y la Democracia, que más dinero recibió de Soros, es Open Government Partnership (Alianza para el Gobierno Abierto, en español). Sólo en 2018 recibió de las arcas de OSF un millón de dólares para el “programa de justicia económica”. Se trata de una organización que fue creada en 2011 y tiene presencia en 78 países.
La segunda ONG más financiada por Soros es Open Government Partnership.
Las otras cuatro ONG subvencionadas por el multimillonario húngaro-americano son: Peace Research Institute Oslo (PRIO), que recibió 140.000 dólares, en 2017; Institute for Strategic Dialogue, 155.771, en 2017/18; Observacom de la Fundación Libertis, 100.000, en 2016; y Digital Rights Foundation, 114.136, entre 2016 y 2017.
Peace Research Institute Oslo y el Institute for Strategic Dialogue también fueron financiadas entre 2015 y 2017 por George Soros.
Por su parte, la asociación de periodistas Reporteros sin Fronteras (RSF) no figura en la contabilidad de los años 2016-2018 de Open Society Foundation, pero sí en ejercicios anteriores. En su página oficial reconoce haber recibido dinero del especulador Soros para ejecutar sus proyectos.
El magnate Soros también financió entre 2016 y 2018 la Fundación Libertis y a Digital Rights Foundation.
El papel de RSF
El presidente de RSF, Christophe Deloire, es a su vez el máximo responsable del Foro sobre Información y Democracia. Su director es Harlem Désir, el fundador de SOS Racisme (1984), que fue secretario del Grupo Socialista del Parlamento Europeo entre 2012-2014.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) reconoce haber sido financiado por George Soros.
La ONG internacional, a la que La Moncloa ha recibido con los brazos abiertos, destaca en su manifiesto que “no es inmune a nuevas formas de censura, manipulación y control de la información”. Por ello, utilizando su propio lenguaje, el Foro dice defender: la regulación pública para imponer requisitos de transparencia a los proveedores de servicios en línea; un nuevo modelo de metarregulación en la moderación del contenido; medidas que limiten la viralidad de contenidos engañosos; un marco de corregulación para la promoción de contenidos periodísticos de interés público, basado en estándares de corregulación; el aumento del número de moderadores con un presupuesto mínimo de los ingresos para mejorar la calidad de la revisión del contenido de la información; y la moderación de contenidos, clasificación de contenidos y construcción de influencia social, entre otros.
Resulta paradójico que el Foro exija a las “plataformas” -como ellos denominan- un acuerdo para alcanzar una mayor transparencia, cuando sus socios de La Moncloa silencian de manera sistemática los datos reclamados a cerca de los viajes de Sánchez con dinero público. Según el lobby próximo a Soros, “los reguladores responsables de hacer cumplir los requisitos de transparencia deben tener un fuerte control democrático”.
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El 15 de mayo de 2018 cuando la Fundación Open Society de Soros decidió cerrar sus oficinas en Budapest y abandonar Hungría, Reporteros sin Fronteras salió en defensa de la ONG del especulador multimillonario y cargó contra el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
La página web de Reporteros Sin Fronteras (RSF) recoge el comunicado en defensa de Open Society de Soros.
PSF presentaba a Soros como un emprendedor que había consagrado “parte de su fortuna a promover la transparencia democrática con medios independientes”. Y señalaba: “En RSF estamos preocupados por la decisión de cerrar las oficinas de Open Society Foundation en Budapest como resultado de las continuas presiones del gobierno húngaro sobre la organización”.
El Gobierno húngaro había aprobado una ley contra las organizaciones que, según sus investigaciones, apoyaban a la inmigración ilegal en contra de las medidas gubernamentales. Paralelamente, Bruselas, incluso, señaló a Open Arms -una organización próxima a Soros- de ser utilizada por las mafias del tráfico de inmigrantes.
Un año después, RSF colocaba a Hungría en el ranking 2020 de la peor situación de la libertad de Prensa en el mundo por detrás de Kirguistán, Sierra Leona, Lesoto, Gambia y en el mismo segmento que Guinea Bissau, Liberia, Mauritania, Etiopía, Mali y Kuwait. Tal calificación parecía una exageración para un Estado democrático y miembro de la Unión Europea.
Las relaciones Sánchez-Soros
Pedro Sánchez percibió también dinero del especulador George Soros en su etapa de observador en procesos electorales y en otras misiones internacionales de carácter humanitario, a través de los demócratas norteamericanos del National Democratic Institute (NDI) y de otras ONG’s, vinculadas al magnate de las finanzas. Desde entonces, el presidente mantiene una estrecha relación con la organización fundada por el multimillonario, Open Society Foundation (OSF).
El filántropo y multimillonario Soros reparte todos los años en el mundo a asociaciones e instituciones amigas más de 1.000 millones de dólares para unas supuestas causas solidarias que, finalmente, resultan más políticas que humanitarias. Entre ellas destacan varias asociaciones independentistas catalanas, como ya denunció OKDIARIO.
La NDI es una asociación conectada al Partido Demócrata estadounidense que está subvencionada con fondos de la Fundación de George Soros. Además de OSF figuran como patrocinadores de NDI Amazon y Google. Tras la llegada de Sánchez a La Moncloa el canon para las conocidas como sociedades tecnológicas quedó aparcado.
A finales de los 90, cuando Sánchez tenía tan sólo 24 años, fue asistente de Carlos Westendorp, durante su cargo de Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina de las Naciones Unidas en el proceso de pacificación de la entonces Yugoslavia. En la delegación de Sarajevo y en sus continuos viajes a Nueva York, donde el diplomático fue nombrado embajador de España ante la ONU, Sánchez fue urdiendo sus relaciones internacionales con gente próxima a Soros.
Tan estrecha era la relación de Sánchez y Soros que la primera visita que recibió el presidente recién llegado a La Moncloa tras la moción de censura fue la de George Soros.