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Hay cosas que nunca faltan año tras año y por mucha crisis global o mucho cambio climático todos sabemos que nunca cambiarán. Cosas como el papel de España en Eurovisión, la cuestionable calidad de la canción del verano y la discusión que se forma entre cuál será este año el mejor simulador de fútbol en consolas, Fifa o Pro (vale, otro clásico era que España se iba para casa en cuartos, pero ese por suerte se ha caído de la lista de convocados al tópico veraniego).
La Liga, tras un mes de pachangas veraniegas y todo tipo de experimentos tácticos, está apunto de comenzar y tras la resaca mundialista toca volver a los clubes, a los fichajes y a las jornadas de domingo en el campo o pegados al televisor. EA Sports y Konami tienen ya casi listos sus apuestas por representar ese fútbol durante la temporada 2010/2011 y nosotros pudimos probarlos a fondo, ver sus novedades y hacernos una idea de quién se llevará el gato al agua este año. ¿Volverá EA A repetir éxito? ¿Podrá Konami recuperar su trono perdido hace ya tanto tiempo? Veamos…
FIFA 11
Desde que David Rutter y su estudio de EA en Canada tomó las riendas de la saga Fifa, claramente por detrás de su rival japones, y se decidió invertir en un motor gráfico de nueva generación, la evolución de Fifa desde el 08 hasta Fifa 10 ha sido imparable, alcanzando esta última unas cotas de calidad que ya pocos usuarios – incluso los más accérrimos a la marca rival – podían negar. Fifa 11 sigue apostando por la línea continuísta del año pasado basada en dos pilares básicos: escuchar a la comunidad y pulir todos esos defectos que aún le separan de la excelencia sin tocar demasiado un núcleo jugable que funciona. Todas esas mejoras, el Pro Passing, el Personality +, sentir que realmente estás controlando a jugadores como Kaká, Iniesta o Piqué ya no sólo por su aspecto físico sino por sus propias animaciones y habilidades controlando, pasando o chutando son aspectos que saltan a la vista en cuanto te pones a los mandos. No vamos a entrar a detallar todas esas mejoras porque ya tuvimos ocasión de hablar de ellas en la presentación de Madrid, así que nos centraremos en las novedades anunciadas en la Gamescom.
We are 11. Casi era obligado pensar que una de las novedades de esta edición sería la inclusión del portero en los partidos online, de forma que no haya ni un sólo jugador en el campo que se quede sin ser controlado por un humano en los partidos en línea. También cabía esperar que EA no se dedicase a incluirlo allí sin más y añadir un par de animaciones para tirarse a los lados y sacar de puerta. Cuando implementan algo, quieren hacerlo bien.
De esta forma el propio Rutter nos mostró a puerta cerrada todo el sistema montado alrededor de la figura del portero, desde el campo de entrenamiento donde la máquina o un amigo puede practicar unos tiros mientras probamos nuestros reflejos y capacidad de colocación – algo muy importante en este caso – como el modo “Conviértete en profesional: Portero”, donde podremos disputar temporadas completas manejando a un guardameta. Para no caer en el tedio que supondría un partido sin que el equipo rival te haga ocasiones, EA Sports ha creado un sistema de mandatos al equipo para que nosotros bajo palos podamos seguir la acción con una cámara cercana al balón y podamos indicar a nuestros compañeros que pasen, presionen o disparen a puerta.
La decisión de EA de que el portero siempre se tire en la dirección a la que va el balón puede ser más o menos discutible, aunque con las experiencias de control del cancerbero en otros juegos casi que preferimos esa “falta de libertad”, ya que nos centraremos en situarnos bien, anticiparnos a la dirección posible de disparo (señalada con una pequeña flecha roja) y escoger el momento justo para volar por los aires.
Este modo además incluye una buena cantidad de logros y desafíos para que nuestras proezas como porteros no caigan en saco roto, cosas como parar dos penaltis en un mismo partido, impedir el gol en el último minuto o incluso marcarlo en una subida alocado cuando el tiempo está apunto de cumplirse son trofeos que podremos lucir ante nuestros amigos.
Pro Evolution Soccer 2011
Uno se fija en las novedades de PES 11 y no puede dejar de tener claras dos cosas: Que estos chicos de Konami lo intentan año tras año buscando un estilo propio y que, pese a su avance palpable queda una sensación de dos pasos adelante y otro hacia atrás en cada nueva edición.
Las novedades que también os contamos en su día se centran en un nuevo sistema de pases con unas barras de potencia para que imprimamos la fuerza y dirección que más nos acerque al gol, así como un renovado sistema de físicas en las luchas cuerpo a cuerpo, una edición de estrategias basado en una pizarra virtual bastante intuitivo y un sistema de regates asignables al pad digital para que podamos incluso encadenar combos y conseguir jugadas antológicas. Las novedades no se quedan ahí, ni mucho menos, la Liga Master podrá jugarse por primera vez en línea, el sistema de menús también se ha retocado y se han incluido nuevas licencias como la Copa Libertadores o la Supercopa de Europa, más de 1000 animaciones nuevas o un editor de estadios, personajes y balones muy divertido, que nos permitirá jugar en estadios con un cielo más propio de un Mario Bros y una delantera de gladiadores pegándole patadas a un barril o un caramelo gigante. Una deliciosa locura.
Tal vez tantas novedades y opciones de edición tapen en cierta medida las carencias que sigue arrastrando la licencia desde que se pasó al HD porque al final, por encima de los torneos que tengas, el parecido de las caras de los jugadores o el sistema de iluminación que ofrezca cesped fotorrealista, en un juego de fútbol sólo importa la jugabilidad, la sensación de estar jugando al fútbol en toda su esencia.
Sensaciones de los mandos
Un aspecto en el que ambas compañías están invirtiendo meses de trabajo es en dotar al jugador de una libertad con el mando hasta ahora inédita, permitir que su jugador se mueva en total libertad 360º y permitir que sus pases y avances se dirijan a donde nuestra mente estratega decida en cada momento. PES 11 introduce este año esta libertad en pases y lo cierto es que funciona muy bien, tanto en fuerza como en dirección, pese a que los jugadores vuelven a no dar la sensación de moverse en 360 grados, quizás por las carencias del propio sistema de animaciones.
Porque en el caso de Pro las animaciones tienen un claro contraste, luces y sombras, en algunos casos los añadidos nos dejan animaciones más que interesantes, incluso personalizadas por jugador, lo que le añade un plus de personalidad (algo que Fifa ha querido alcanzar con Personality + para no estar siempre por debajo en este sentido), aunque otras animaciones básicas como la de correr siguen mostrándose algo irrealistas, como fuera de lugar, más propias de generaciones pasadas. Otro fallo lo encontramos a la hora de enlazar estas animaciones entre sí, a veces queda muy fluído y se consiguen movimientos completos muy estéticos, en otros momentos la transición entre animaciones “canta” demasiado y todo el realismo pretendido se pierde. Además tampoco se ha conseguido mejorar demasiado (algo sí) el tiempo de respuesta a la hora de controlar el balón, girarse o armar el disparo, perdiendo unos tiempos muy exagerados que en su mayor parte nos hacen perder la ocasión y frustrarnos. Fifa por su parte sigue refinando esta transición entre animaciones para conseguir movimientos más orgánicos, incluyendo este año una mayor dificultad a la hora de controlar ciertos balones dependiendo de parámetros como la dirección, la fuerza o la presión rival y por supuesto distintos si cogemos a un superclase con el balón en los pies o un defensa patoso. La conclusión es que en ambos juegos fallaremos muchos controles y pases, pero las razones en uno y otro caso son muy distintas.
Pasamos a las luchas cuerpo a cuerpo entre jugadores, un aspecto del fútbol tan importante como habitual en un partido real donde se producen constantes choques, cargas y pérdidas de balón. En este caso ambos títulos han avanzado mucho respecto a su edición anterior, PES 11 dándole el protagonismo que no tuvo el año pasado con una mayor contundencia, especialmente defensiva, y Fifa 11 añadiendo la tan citada libertad 360º también para meter el cuerpo desde cualquier ángulo posible para luchar la posesión. Pese al buen trabajo del primero y la mejora palpable, el sistema de físicas de Fifa en este sentido le saca varios cuerpos de ventaja, permitiendo incluso que las luchas lleven al jugador a cambiar la trayectoria de la carrera mientras el avance del balón sigue su camino y ofreciendo un enfoque jugable muy cercano a lo que supone este tipo de disputas en la vida real, convirtiendo estas disputas en una fórmula donde intervienen muchos factores y la torna imprevisible.
El sistema de físicas vuelve a mostrarse muy competente en ambos juegos y tal vez sea más una cuestión de gustos decidirse por uno u otro. Si bien en Fifa 11 se comporta muy realista, los cambios respecto a la edición de 2010 y sobre todo del juego del Mundial de Sudáfrica apenas han variado, tal vez los tiros vuelven a estar algo mejorados y determinados jugadores nos sorprendan con obuses gracias a la nueva personalización, mostrando diferentes los tiros de jugadores especialistas en la media distancia como Roonie o Diego Forlán. La velocidad del balón en los centros altos sigue siendo más directa en PES 11 y en ocasiones se consiguen auténticos efectos “banana” que dan lugar a golazos espectaculares. Lo mismo sucede con los remates a puerta con el pie y la cabeza, más espectaculares en Pro, especialmente estos últimos, y más difíciles de conseguir en Fifa. Dependerá de cada uno si busca más sencillez o prefiere pensar en todos los parámetros intervinientes antes de probar suerte. En cuanto a los pases ambos juegos han mejorado la libertad a la hora de dirigir un balón, ya sea en pases directos o al hueco, si bien en Pro la sensación de que el balón “pesa” más cuando va por raso se mantiene respecto al pasado año y la velocidad de respuesta del pase lastran un poco la experiencia, y el Pro-Passing de Fifa 11 nos ofrece una mayor curva de dificultad para que no podamos enlazar jugadas como si de la selección española se tratase a las primeras de cambios. Costará cogerlo, pero una vez conseguido la satisfacción será total.
Pero llegamos al caballo de batalla, un aspecto que sin duda puede tirar todo por tierra si no se resuelve bien. Hablamos de la Inteligencia Artificial, tanto de nuestros compañeros controlados por la CPU como los rivales, y es que aquí es donde más se nota la diferencia entre uno y otro juego y donde se decanta la balanza porque… ¿de qué sirve contar con un gran sistema de físicas o unas animaciones increíbles si uno es capaz de recorrerse fácilmente el campo con Messi o Cristiano Ronaldo sin perder el cuero y marcar con cierta facilidad?
Esto, por desgracia, es posible en PES 2011, y es que la pasividad defensiva, el ver al rival mirando cuando pasamos a su lado y que alrededor del balón sólo dos o tres jugadores se mueven mientras los otros contemplan como estatuas lo que va aconteciendo es algo que por desgracia se deja ver cada vez que vemos o jugamos un partido.
Esa sensación de posición, de cubrir espacios propios o los de un compeñero que dejó su sitio, ese dinamismo donde parece que todo el equipo interviene, de una forma u otra en la jugada aunque este a muchos metros del balón es algo que Fifa consigue, pese a que aún tenga margen de mejora, y que Pro Evolution Soccer debe revisar si no quiere quedarse tan atrás en esta particular carrera, ya que es sin duda su mayor problema por encima de todos.
Como te dirá todo entrenador, en un equipo el primer defensa es el delantero y defienden todos. Aquí el único que defiendes serás tú con el jugador que controles, y aunque algunas veces es cierto que la defensa cubre bien los espacios y tapa huecos, no será raro ver una exasperante pasividad en determinadas jugadas, limitada, eso sí, si decidimos montar un sistema táctico basado en la defensa y ponemos el autobús, y aún así todavía nos quedará el portero con sus salidas psicóticas fuera del marco, otro error de IA que en no pocas ocasiones nos dejará tan vendido como cabreado.
Por último, aunque un poco fuera del contexto jugable comentar que la personalización de los jugadores sigue resultándome ligeramente superior en PES por el gran parecido de las caras de muchos de sus jugadores pese a que Fifa 11 ha realizado un enorme trabajo en este sentido ofreciendo más complexiones en los cuerpos (algunas propias para determinados jugadores), animaciones personales y un modelado impecable en (sólo) ciertos jugadores, especialmente de la liga inglesa (en el Real Madrid, por poner algún ejemplo, jugadores como Van der Vaart o Arbeloa tienen un parecido más que discutible), si bien en otros jugadores como Messi o Piqué la animación conseguida en cada movimiento es más fiel a la realidad en Fifa, el cómputo global podría llevarselo Pro, aunque esta vez sin tanta diferencia como en pasadas ediciones, y es que el trabajo de EA Sports en este sentido se ha dejado notar.
Conclusiones
Fifa y Pro. Pro y Fifa. Lo visto hasta ahora en la feria no se distinguirá mucho de lo que salga en las tiendas a primeros de Octubre y a mediados de Septiembre podremos probarlos y emitir nuestros propios veredictos, pero lo cierto es que la hegemonía de Fifa seguirá presente mientras Konami siga apostando por un motor desfasado y cada edición la cargue de decenas de mejoras que no ataquen diréctamente el corazón del problema, la jugabilidad, ese aspecto que tanta gloria le dio en el pasado aunque su rival tuviese más licencias, más torneos y más laureles.
Mientras tanto, cualquier usuario podrá comprar Pro este año y divertirse con los amigos, jugar con las tácticas, crearse un equipo de cabezones con gafas de sol y marcar goles maradonianos.
Pero quizás prefieran optar por el fútbol más realista. En este caso la decisión es clara. Fifa 11 vuelve a ser el rey.
Via | PS3P
Hay cosas que nunca faltan año tras año y por mucha crisis global o mucho cambio climático todos sabemos que nunca cambiarán. Cosas como el papel de España en Eurovisión, la cuestionable calidad de la canción del verano y la discusión que se forma entre cuál será este año el mejor simulador de fútbol en consolas, Fifa o Pro (vale, otro clásico era que España se iba para casa en cuartos, pero ese por suerte se ha caído de la lista de convocados al tópico veraniego).
La Liga, tras un mes de pachangas veraniegas y todo tipo de experimentos tácticos, está apunto de comenzar y tras la resaca mundialista toca volver a los clubes, a los fichajes y a las jornadas de domingo en el campo o pegados al televisor. EA Sports y Konami tienen ya casi listos sus apuestas por representar ese fútbol durante la temporada 2010/2011 y nosotros pudimos probarlos a fondo, ver sus novedades y hacernos una idea de quién se llevará el gato al agua este año. ¿Volverá EA A repetir éxito? ¿Podrá Konami recuperar su trono perdido hace ya tanto tiempo? Veamos…
FIFA 11
Desde que David Rutter y su estudio de EA en Canada tomó las riendas de la saga Fifa, claramente por detrás de su rival japones, y se decidió invertir en un motor gráfico de nueva generación, la evolución de Fifa desde el 08 hasta Fifa 10 ha sido imparable, alcanzando esta última unas cotas de calidad que ya pocos usuarios – incluso los más accérrimos a la marca rival – podían negar. Fifa 11 sigue apostando por la línea continuísta del año pasado basada en dos pilares básicos: escuchar a la comunidad y pulir todos esos defectos que aún le separan de la excelencia sin tocar demasiado un núcleo jugable que funciona. Todas esas mejoras, el Pro Passing, el Personality +, sentir que realmente estás controlando a jugadores como Kaká, Iniesta o Piqué ya no sólo por su aspecto físico sino por sus propias animaciones y habilidades controlando, pasando o chutando son aspectos que saltan a la vista en cuanto te pones a los mandos. No vamos a entrar a detallar todas esas mejoras porque ya tuvimos ocasión de hablar de ellas en la presentación de Madrid, así que nos centraremos en las novedades anunciadas en la Gamescom.
We are 11. Casi era obligado pensar que una de las novedades de esta edición sería la inclusión del portero en los partidos online, de forma que no haya ni un sólo jugador en el campo que se quede sin ser controlado por un humano en los partidos en línea. También cabía esperar que EA no se dedicase a incluirlo allí sin más y añadir un par de animaciones para tirarse a los lados y sacar de puerta. Cuando implementan algo, quieren hacerlo bien.
De esta forma el propio Rutter nos mostró a puerta cerrada todo el sistema montado alrededor de la figura del portero, desde el campo de entrenamiento donde la máquina o un amigo puede practicar unos tiros mientras probamos nuestros reflejos y capacidad de colocación – algo muy importante en este caso – como el modo “Conviértete en profesional: Portero”, donde podremos disputar temporadas completas manejando a un guardameta. Para no caer en el tedio que supondría un partido sin que el equipo rival te haga ocasiones, EA Sports ha creado un sistema de mandatos al equipo para que nosotros bajo palos podamos seguir la acción con una cámara cercana al balón y podamos indicar a nuestros compañeros que pasen, presionen o disparen a puerta.
La decisión de EA de que el portero siempre se tire en la dirección a la que va el balón puede ser más o menos discutible, aunque con las experiencias de control del cancerbero en otros juegos casi que preferimos esa “falta de libertad”, ya que nos centraremos en situarnos bien, anticiparnos a la dirección posible de disparo (señalada con una pequeña flecha roja) y escoger el momento justo para volar por los aires.
Este modo además incluye una buena cantidad de logros y desafíos para que nuestras proezas como porteros no caigan en saco roto, cosas como parar dos penaltis en un mismo partido, impedir el gol en el último minuto o incluso marcarlo en una subida alocado cuando el tiempo está apunto de cumplirse son trofeos que podremos lucir ante nuestros amigos.
Pro Evolution Soccer 2011
Uno se fija en las novedades de PES 11 y no puede dejar de tener claras dos cosas: Que estos chicos de Konami lo intentan año tras año buscando un estilo propio y que, pese a su avance palpable queda una sensación de dos pasos adelante y otro hacia atrás en cada nueva edición.
Las novedades que también os contamos en su día se centran en un nuevo sistema de pases con unas barras de potencia para que imprimamos la fuerza y dirección que más nos acerque al gol, así como un renovado sistema de físicas en las luchas cuerpo a cuerpo, una edición de estrategias basado en una pizarra virtual bastante intuitivo y un sistema de regates asignables al pad digital para que podamos incluso encadenar combos y conseguir jugadas antológicas. Las novedades no se quedan ahí, ni mucho menos, la Liga Master podrá jugarse por primera vez en línea, el sistema de menús también se ha retocado y se han incluido nuevas licencias como la Copa Libertadores o la Supercopa de Europa, más de 1000 animaciones nuevas o un editor de estadios, personajes y balones muy divertido, que nos permitirá jugar en estadios con un cielo más propio de un Mario Bros y una delantera de gladiadores pegándole patadas a un barril o un caramelo gigante. Una deliciosa locura.
Tal vez tantas novedades y opciones de edición tapen en cierta medida las carencias que sigue arrastrando la licencia desde que se pasó al HD porque al final, por encima de los torneos que tengas, el parecido de las caras de los jugadores o el sistema de iluminación que ofrezca cesped fotorrealista, en un juego de fútbol sólo importa la jugabilidad, la sensación de estar jugando al fútbol en toda su esencia.
Sensaciones de los mandos
Un aspecto en el que ambas compañías están invirtiendo meses de trabajo es en dotar al jugador de una libertad con el mando hasta ahora inédita, permitir que su jugador se mueva en total libertad 360º y permitir que sus pases y avances se dirijan a donde nuestra mente estratega decida en cada momento. PES 11 introduce este año esta libertad en pases y lo cierto es que funciona muy bien, tanto en fuerza como en dirección, pese a que los jugadores vuelven a no dar la sensación de moverse en 360 grados, quizás por las carencias del propio sistema de animaciones.
Porque en el caso de Pro las animaciones tienen un claro contraste, luces y sombras, en algunos casos los añadidos nos dejan animaciones más que interesantes, incluso personalizadas por jugador, lo que le añade un plus de personalidad (algo que Fifa ha querido alcanzar con Personality + para no estar siempre por debajo en este sentido), aunque otras animaciones básicas como la de correr siguen mostrándose algo irrealistas, como fuera de lugar, más propias de generaciones pasadas. Otro fallo lo encontramos a la hora de enlazar estas animaciones entre sí, a veces queda muy fluído y se consiguen movimientos completos muy estéticos, en otros momentos la transición entre animaciones “canta” demasiado y todo el realismo pretendido se pierde. Además tampoco se ha conseguido mejorar demasiado (algo sí) el tiempo de respuesta a la hora de controlar el balón, girarse o armar el disparo, perdiendo unos tiempos muy exagerados que en su mayor parte nos hacen perder la ocasión y frustrarnos. Fifa por su parte sigue refinando esta transición entre animaciones para conseguir movimientos más orgánicos, incluyendo este año una mayor dificultad a la hora de controlar ciertos balones dependiendo de parámetros como la dirección, la fuerza o la presión rival y por supuesto distintos si cogemos a un superclase con el balón en los pies o un defensa patoso. La conclusión es que en ambos juegos fallaremos muchos controles y pases, pero las razones en uno y otro caso son muy distintas.
Pasamos a las luchas cuerpo a cuerpo entre jugadores, un aspecto del fútbol tan importante como habitual en un partido real donde se producen constantes choques, cargas y pérdidas de balón. En este caso ambos títulos han avanzado mucho respecto a su edición anterior, PES 11 dándole el protagonismo que no tuvo el año pasado con una mayor contundencia, especialmente defensiva, y Fifa 11 añadiendo la tan citada libertad 360º también para meter el cuerpo desde cualquier ángulo posible para luchar la posesión. Pese al buen trabajo del primero y la mejora palpable, el sistema de físicas de Fifa en este sentido le saca varios cuerpos de ventaja, permitiendo incluso que las luchas lleven al jugador a cambiar la trayectoria de la carrera mientras el avance del balón sigue su camino y ofreciendo un enfoque jugable muy cercano a lo que supone este tipo de disputas en la vida real, convirtiendo estas disputas en una fórmula donde intervienen muchos factores y la torna imprevisible.
El sistema de físicas vuelve a mostrarse muy competente en ambos juegos y tal vez sea más una cuestión de gustos decidirse por uno u otro. Si bien en Fifa 11 se comporta muy realista, los cambios respecto a la edición de 2010 y sobre todo del juego del Mundial de Sudáfrica apenas han variado, tal vez los tiros vuelven a estar algo mejorados y determinados jugadores nos sorprendan con obuses gracias a la nueva personalización, mostrando diferentes los tiros de jugadores especialistas en la media distancia como Roonie o Diego Forlán. La velocidad del balón en los centros altos sigue siendo más directa en PES 11 y en ocasiones se consiguen auténticos efectos “banana” que dan lugar a golazos espectaculares. Lo mismo sucede con los remates a puerta con el pie y la cabeza, más espectaculares en Pro, especialmente estos últimos, y más difíciles de conseguir en Fifa. Dependerá de cada uno si busca más sencillez o prefiere pensar en todos los parámetros intervinientes antes de probar suerte. En cuanto a los pases ambos juegos han mejorado la libertad a la hora de dirigir un balón, ya sea en pases directos o al hueco, si bien en Pro la sensación de que el balón “pesa” más cuando va por raso se mantiene respecto al pasado año y la velocidad de respuesta del pase lastran un poco la experiencia, y el Pro-Passing de Fifa 11 nos ofrece una mayor curva de dificultad para que no podamos enlazar jugadas como si de la selección española se tratase a las primeras de cambios. Costará cogerlo, pero una vez conseguido la satisfacción será total.
Pero llegamos al caballo de batalla, un aspecto que sin duda puede tirar todo por tierra si no se resuelve bien. Hablamos de la Inteligencia Artificial, tanto de nuestros compañeros controlados por la CPU como los rivales, y es que aquí es donde más se nota la diferencia entre uno y otro juego y donde se decanta la balanza porque… ¿de qué sirve contar con un gran sistema de físicas o unas animaciones increíbles si uno es capaz de recorrerse fácilmente el campo con Messi o Cristiano Ronaldo sin perder el cuero y marcar con cierta facilidad?
Esto, por desgracia, es posible en PES 2011, y es que la pasividad defensiva, el ver al rival mirando cuando pasamos a su lado y que alrededor del balón sólo dos o tres jugadores se mueven mientras los otros contemplan como estatuas lo que va aconteciendo es algo que por desgracia se deja ver cada vez que vemos o jugamos un partido.
Esa sensación de posición, de cubrir espacios propios o los de un compeñero que dejó su sitio, ese dinamismo donde parece que todo el equipo interviene, de una forma u otra en la jugada aunque este a muchos metros del balón es algo que Fifa consigue, pese a que aún tenga margen de mejora, y que Pro Evolution Soccer debe revisar si no quiere quedarse tan atrás en esta particular carrera, ya que es sin duda su mayor problema por encima de todos.
Como te dirá todo entrenador, en un equipo el primer defensa es el delantero y defienden todos. Aquí el único que defiendes serás tú con el jugador que controles, y aunque algunas veces es cierto que la defensa cubre bien los espacios y tapa huecos, no será raro ver una exasperante pasividad en determinadas jugadas, limitada, eso sí, si decidimos montar un sistema táctico basado en la defensa y ponemos el autobús, y aún así todavía nos quedará el portero con sus salidas psicóticas fuera del marco, otro error de IA que en no pocas ocasiones nos dejará tan vendido como cabreado.
Por último, aunque un poco fuera del contexto jugable comentar que la personalización de los jugadores sigue resultándome ligeramente superior en PES por el gran parecido de las caras de muchos de sus jugadores pese a que Fifa 11 ha realizado un enorme trabajo en este sentido ofreciendo más complexiones en los cuerpos (algunas propias para determinados jugadores), animaciones personales y un modelado impecable en (sólo) ciertos jugadores, especialmente de la liga inglesa (en el Real Madrid, por poner algún ejemplo, jugadores como Van der Vaart o Arbeloa tienen un parecido más que discutible), si bien en otros jugadores como Messi o Piqué la animación conseguida en cada movimiento es más fiel a la realidad en Fifa, el cómputo global podría llevarselo Pro, aunque esta vez sin tanta diferencia como en pasadas ediciones, y es que el trabajo de EA Sports en este sentido se ha dejado notar.
Conclusiones
Fifa y Pro. Pro y Fifa. Lo visto hasta ahora en la feria no se distinguirá mucho de lo que salga en las tiendas a primeros de Octubre y a mediados de Septiembre podremos probarlos y emitir nuestros propios veredictos, pero lo cierto es que la hegemonía de Fifa seguirá presente mientras Konami siga apostando por un motor desfasado y cada edición la cargue de decenas de mejoras que no ataquen diréctamente el corazón del problema, la jugabilidad, ese aspecto que tanta gloria le dio en el pasado aunque su rival tuviese más licencias, más torneos y más laureles.
Mientras tanto, cualquier usuario podrá comprar Pro este año y divertirse con los amigos, jugar con las tácticas, crearse un equipo de cabezones con gafas de sol y marcar goles maradonianos.
Pero quizás prefieran optar por el fútbol más realista. En este caso la decisión es clara. Fifa 11 vuelve a ser el rey.
Via | PS3P
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