Sevilla tendrá el clima de Tucson (Arizona) en el año 2071
El cambio climático provocará un aumento de hasta seis grados de las temperaturas máximas en la Península Ibérica
Día 27/07/2010 - 19.22h
Las consecuencias del cambio climático se podrían materializar en un aumento de las temperaturas máximas de la Península Ibérica para finales de este siglo, lo cual confirmaría la tendencia hacia una reducción de las precipitaciones. Ante estos cambios Madrid tendría un clima parecido al de Sevilla y la capital hispalense se asimilaría a Tucson (Arizona, Estados Unidos) más allá del 2071, según se desprende de las nuevas proyecciones regionalizadas del calentamiento global, elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El trabajo se trata de la segunda fase de actualización de escenarios regionalizados mediante la utilización de nuevos datos procedentes de los modelos globales, que constituyen la base del IV Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés), aprobado en Valencia en 2007. Concretamente, las proyecciones de temperatura muestran un aumento, que será más acusado en las máximas.
Para la zona de España peninsular, el 90 por ciento de las proyecciones obtenidas muestran un incremento de la temperatura máxima para el período 2071-2100 entre tres y seis grados centígrados, respecto a los valores de referencia (1961-1990). Mientras, para la temperatura mínima este incremento está comprendido entre los dos y los cinco grados centígrados, un aumento que será ligeramente inferior en la Comunidad balear, especialmente en los valores máximos, como consecuencia del efecto amortiguador de los océanos, según apunta la AEMET.
Por otro lado, las proyecciones para la precipitación muestran una mayor dispersión de resultados, según indica el informe de AEMET, aunque durante la primera mitad de siglo no existe una tendencia significativa en la precipitación de la España Peninsular, sí existe a la reducción de la misma en la segunda mitad del siglo XXI. Para el último decenio de este siglo, las precipitaciones medias de la España Peninsular podrían situarse probablemente en una horquilla situada entre el 15 por ciento y el 30 por ciento respecto a la precipitación del periodo 1961-1990.
Confirmación de datos
Las proyecciones o escenarios climáticos regionales constituyen uno de los puntos de partida para valorar los impactos, la vulnerabilidad, y las necesidades futuras de adaptación frente al cambio climático. A juicio de la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, que presentó el informe en compañía del presidente de AEMET, Ricardo García, todos estos resultados «confirman los obtenidos previamente». Por su parte, García señaló que «los días serán más calurosos y las noches no tan frías», y que con el cambio climático los inviernos serán «más cálidos» hasta con un «descenso de un 20 por ciento de las precipitaciones». Además, el presidente de AEMET destacó que la agencia colaborará a partir de ahora en la elaboración de informes del IPCC. En esta línea, resaltó que no se trata de una proyección «irremediable» sino de «información para la acción» que hay que trabajar en las políticas de adaptación al cambio climático. Ribera, de esta forma, ha subrayado que la mejor forma de erradicar los efectos de este fenómeno en la Península reside en la reducción de emisiones de efecto invernadero porque España «será uno de los países de Europa más sensibles al encontrarse en el Mediterráneo».
El cambio climático provocará un aumento de hasta seis grados de las temperaturas máximas en la Península Ibérica
Día 27/07/2010 - 19.22h
Las consecuencias del cambio climático se podrían materializar en un aumento de las temperaturas máximas de la Península Ibérica para finales de este siglo, lo cual confirmaría la tendencia hacia una reducción de las precipitaciones. Ante estos cambios Madrid tendría un clima parecido al de Sevilla y la capital hispalense se asimilaría a Tucson (Arizona, Estados Unidos) más allá del 2071, según se desprende de las nuevas proyecciones regionalizadas del calentamiento global, elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El trabajo se trata de la segunda fase de actualización de escenarios regionalizados mediante la utilización de nuevos datos procedentes de los modelos globales, que constituyen la base del IV Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés), aprobado en Valencia en 2007. Concretamente, las proyecciones de temperatura muestran un aumento, que será más acusado en las máximas.
Para la zona de España peninsular, el 90 por ciento de las proyecciones obtenidas muestran un incremento de la temperatura máxima para el período 2071-2100 entre tres y seis grados centígrados, respecto a los valores de referencia (1961-1990). Mientras, para la temperatura mínima este incremento está comprendido entre los dos y los cinco grados centígrados, un aumento que será ligeramente inferior en la Comunidad balear, especialmente en los valores máximos, como consecuencia del efecto amortiguador de los océanos, según apunta la AEMET.
Por otro lado, las proyecciones para la precipitación muestran una mayor dispersión de resultados, según indica el informe de AEMET, aunque durante la primera mitad de siglo no existe una tendencia significativa en la precipitación de la España Peninsular, sí existe a la reducción de la misma en la segunda mitad del siglo XXI. Para el último decenio de este siglo, las precipitaciones medias de la España Peninsular podrían situarse probablemente en una horquilla situada entre el 15 por ciento y el 30 por ciento respecto a la precipitación del periodo 1961-1990.
Confirmación de datos
Las proyecciones o escenarios climáticos regionales constituyen uno de los puntos de partida para valorar los impactos, la vulnerabilidad, y las necesidades futuras de adaptación frente al cambio climático. A juicio de la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, que presentó el informe en compañía del presidente de AEMET, Ricardo García, todos estos resultados «confirman los obtenidos previamente». Por su parte, García señaló que «los días serán más calurosos y las noches no tan frías», y que con el cambio climático los inviernos serán «más cálidos» hasta con un «descenso de un 20 por ciento de las precipitaciones». Además, el presidente de AEMET destacó que la agencia colaborará a partir de ahora en la elaboración de informes del IPCC. En esta línea, resaltó que no se trata de una proyección «irremediable» sino de «información para la acción» que hay que trabajar en las políticas de adaptación al cambio climático. Ribera, de esta forma, ha subrayado que la mejor forma de erradicar los efectos de este fenómeno en la Península reside en la reducción de emisiones de efecto invernadero porque España «será uno de los países de Europa más sensibles al encontrarse en el Mediterráneo».
Lo pienso y lo he dicho muchísimas veces, a aquellos que no creen en el cambio climático, que esto es fruto de la casualidad y que el incremento del CO2 a la atmósfera no tiene nada que ver....al final cuando la naturaleza nos de el pelotazo gordo que nos debe dar nos echaremos las manos a la cabeza.
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