Los taxistas de la provincia de Sevilla son los que más infracciones cometen con los clientes, según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un estudio presentado ayer por la organización. Tras analizar 193 trayectos agrupados en tres recorridos (carrera corta, intermedia y larga) en 13 provincias españolas, entre ellas Málaga y Sevilla, la OCU indica que los taxistas realizaron 523 infracciones, de las cuales, 61, la cifra más alta, se registraron en Sevilla.
Siguen a Sevilla, Bilbao, con 49 faltas, y Madrid, con 39; mientras que Oviedo, La Coruña y Zaragoza, con 28 faltas, 27 y 17 respectivamente son las que menos infracciones del reglamento u ordenanzas cometen en sus recorridos, en su mayoría, todas leves. A la vista de los datos obtenidos, mantienen que hay ciudades como Sevilla, Bilbao o Madrid "donde los abusos son más frecuentes" y señalan que es difícil reclamar, por lo que exigen a las autoridades locales que extremen la vigilancia para acabar con las prácticas que perjudican al consumidor y a los profesionales "honestos" del sector.
La organización ha analizado la calidad del servicio del taxi teniendo en cuenta la relación con las infracciones establecidas en las diferentes normas que se aplican en este sector (nacionales, autonómicas y municipales). La situación actual, aunque no homogénea en las diferentes ciudades, no ha mejorado respecto al estudio anterior de 2001.
La OCU ha comprobado aspectos como si los taxímetros estaban visibles para el usuario. En la gran mayoría lo estaban, sin embargo no ocurría lo mismo con las tarifas, el 24% de los taxis del estudio circulaban sin llevar sus tarifas visibles. Además, añaden que "más difícil aún es ver el número de licencia municipal, número de matrícula y el carné de conductor".
En términos generales, en el 11% de los recorridos analizados se tomó una ruta que supuso una carrera más cara sin ahorro de tiempo, es decir, se dio un rodeo. La Organización recuerda que es el pasajero el que tiene que elegir el itinerario, y que, a falta de instrucciones, el conductor debe elegir la ruta más corta en distancia o en tiempo. También se aplican mal las tarifas y hasta en 23 ocasiones se cobraron cantidades indebidas, una infracción que la OCU considera "muy grave" y por la que el taxista se puede enfrentar a una sanción importante.
Por su parte, la Asociación Gremial de Auto-Taxi y la Unión Nacional del Taxi han iniciado los trámites para adoptar "medidas legales" contra la OCU por "informaciones claramente injuriosas".
Siguen a Sevilla, Bilbao, con 49 faltas, y Madrid, con 39; mientras que Oviedo, La Coruña y Zaragoza, con 28 faltas, 27 y 17 respectivamente son las que menos infracciones del reglamento u ordenanzas cometen en sus recorridos, en su mayoría, todas leves. A la vista de los datos obtenidos, mantienen que hay ciudades como Sevilla, Bilbao o Madrid "donde los abusos son más frecuentes" y señalan que es difícil reclamar, por lo que exigen a las autoridades locales que extremen la vigilancia para acabar con las prácticas que perjudican al consumidor y a los profesionales "honestos" del sector.
La organización ha analizado la calidad del servicio del taxi teniendo en cuenta la relación con las infracciones establecidas en las diferentes normas que se aplican en este sector (nacionales, autonómicas y municipales). La situación actual, aunque no homogénea en las diferentes ciudades, no ha mejorado respecto al estudio anterior de 2001.
La OCU ha comprobado aspectos como si los taxímetros estaban visibles para el usuario. En la gran mayoría lo estaban, sin embargo no ocurría lo mismo con las tarifas, el 24% de los taxis del estudio circulaban sin llevar sus tarifas visibles. Además, añaden que "más difícil aún es ver el número de licencia municipal, número de matrícula y el carné de conductor".
En términos generales, en el 11% de los recorridos analizados se tomó una ruta que supuso una carrera más cara sin ahorro de tiempo, es decir, se dio un rodeo. La Organización recuerda que es el pasajero el que tiene que elegir el itinerario, y que, a falta de instrucciones, el conductor debe elegir la ruta más corta en distancia o en tiempo. También se aplican mal las tarifas y hasta en 23 ocasiones se cobraron cantidades indebidas, una infracción que la OCU considera "muy grave" y por la que el taxista se puede enfrentar a una sanción importante.
Por su parte, la Asociación Gremial de Auto-Taxi y la Unión Nacional del Taxi han iniciado los trámites para adoptar "medidas legales" contra la OCU por "informaciones claramente injuriosas".
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