Os dejo la noticia que aparece en El Correo de Andalucía hoy sobre un negocio que ha tenido que hechar el cerrojo. A ver que os parece:
Cierra el templo cafetero de la Avenida tras 30 años de servicio
J.G.P.
Actualizado 06/05/2010 21:04
En el interior del local pocos vestigios pregonan ya su pasada existencia. Ya no hay barra, han desaparecido las vitrinas y no hay ni rastro de la sobreexplotada máquina del café del que ha sido uno de los mejores templos cafeteros de la ciudad. Que se lo pregunten, si no, a los turistas italianos. La antigua cafetería La Ibense, en la esquina de Correos de la Avenida de la Constitución, ha echado para siempre la persiana después de 29 años asomada al mejor cahíz de tierra, ese mágico triángulo que conforman la Catedral de Sevilla, el Archivo de Indias y el Alcázar.
Un desacuerdo a la hora de renovar el contrato entre la empresa La Ibense, arrendataria de este local propiedad de Incecosa, y Francisco Hermosilla, el industrial sanluqueño que regentaba el negocio, ha terminado por colgar el cartel de "cerrado" de las cristaleras de este histórico establecimiento, convertido con el paso de los años en el de mayor solera de los negocios hosteleros de la Avenida.
El litigio sobre las condiciones del subarrendamiento se han prolongado, sin éxito, durante más de tres años. Las nuevas condiciones que imponía el arrendatario en el contrato de subarriendo, con "cantidades desorbitadas" y un sistema de franquicia inasumible, no le han dejado otra salida a Hermosilla que la de echar la persiana del que fue recordado bar Correos, primeramente, luego cafetería La Ibense, y por último el café Avenida Correos.
Desde que abriera sus puertas el 18 de diciembre de 1981, por sus mesas y veladores desfilaban a diario oleadas de turistas y una selecta clientela de la tierra en la que no faltaban canónigos de la Catedral, figuras del toreo como El Cid y políticos como el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra o el ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, "al que le encantaban los helados de la Ibense", apunta Hermosilla, quien atendía el negocio junto a sus tres hijos: Javier, Jorge y David. En el listado de habituales de la casa no podía faltar Joaquín Moeckel, "quien ya desde los 16 años se ofreció a llevarme la administración del negocio y me hacía las veces de abogado".
Detrás de la barra, Hermosilla ha sido testigo directo durante estos casi 30 años de acontecimientos excepcionales en la ciudad, caso de las dos visitas del Papa Juan Pablo II o la boda de la Infanta Elena, aunque entre todos ellos guarda especial recuerdo de la final de la Copa de la UEFA que enfrentó en Sevilla al Celtic de Glasgow y al equipo luso del Oporto. "Ése ha sido de los días más grandes que se ha vivido aquí. Se agotó la cerveza en la ciudad".
"Servicio, calidad y limpieza" han constituido, según Hermosilla, las claves del éxito de un negocio al que no han parado de salirle novios y que durante estos casi 30 años ha servido hasta de plató para el rodaje de alguna película.
Pero como tampoco ha lugar a demasiadas lamentaciones, Francisco Hermosilla ya proyecta un inminente futuro, también en el negocio de la hostelería, en un enclave más o menos cercano a la que hasta ahora había sido su segunda casa.
El industrial sanluqueño anda pendiente de inaugurar "muy prontito" dos nuevos negocios de hostelería que regentará junto a su familia.
Uno de ellos es muy posible que esté ubicado en la misma Avenida de la Constitución, mientras que el segundo se localizará no muy lejos, "en los alrededores" de este eje peatonal. La idea de Hermosilla es dedicar íntegramente uno de estos locales a la venta de helados, y el segundo de ellos a las comidas rápidas, desde sandwiches a baguettes, pasando por las pizzas y las buenas ensaladas.
Fuente: www.elcorreoweb.es
Miren ustedes como el propietario de INCECOSA, solo le gusta PEDIR DINERO.
Cierra el templo cafetero de la Avenida tras 30 años de servicio
J.G.P.
Actualizado 06/05/2010 21:04 En el interior del local pocos vestigios pregonan ya su pasada existencia. Ya no hay barra, han desaparecido las vitrinas y no hay ni rastro de la sobreexplotada máquina del café del que ha sido uno de los mejores templos cafeteros de la ciudad. Que se lo pregunten, si no, a los turistas italianos. La antigua cafetería La Ibense, en la esquina de Correos de la Avenida de la Constitución, ha echado para siempre la persiana después de 29 años asomada al mejor cahíz de tierra, ese mágico triángulo que conforman la Catedral de Sevilla, el Archivo de Indias y el Alcázar.
Un desacuerdo a la hora de renovar el contrato entre la empresa La Ibense, arrendataria de este local propiedad de Incecosa, y Francisco Hermosilla, el industrial sanluqueño que regentaba el negocio, ha terminado por colgar el cartel de "cerrado" de las cristaleras de este histórico establecimiento, convertido con el paso de los años en el de mayor solera de los negocios hosteleros de la Avenida.
El litigio sobre las condiciones del subarrendamiento se han prolongado, sin éxito, durante más de tres años. Las nuevas condiciones que imponía el arrendatario en el contrato de subarriendo, con "cantidades desorbitadas" y un sistema de franquicia inasumible, no le han dejado otra salida a Hermosilla que la de echar la persiana del que fue recordado bar Correos, primeramente, luego cafetería La Ibense, y por último el café Avenida Correos.
Desde que abriera sus puertas el 18 de diciembre de 1981, por sus mesas y veladores desfilaban a diario oleadas de turistas y una selecta clientela de la tierra en la que no faltaban canónigos de la Catedral, figuras del toreo como El Cid y políticos como el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra o el ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, "al que le encantaban los helados de la Ibense", apunta Hermosilla, quien atendía el negocio junto a sus tres hijos: Javier, Jorge y David. En el listado de habituales de la casa no podía faltar Joaquín Moeckel, "quien ya desde los 16 años se ofreció a llevarme la administración del negocio y me hacía las veces de abogado".
Detrás de la barra, Hermosilla ha sido testigo directo durante estos casi 30 años de acontecimientos excepcionales en la ciudad, caso de las dos visitas del Papa Juan Pablo II o la boda de la Infanta Elena, aunque entre todos ellos guarda especial recuerdo de la final de la Copa de la UEFA que enfrentó en Sevilla al Celtic de Glasgow y al equipo luso del Oporto. "Ése ha sido de los días más grandes que se ha vivido aquí. Se agotó la cerveza en la ciudad".
"Servicio, calidad y limpieza" han constituido, según Hermosilla, las claves del éxito de un negocio al que no han parado de salirle novios y que durante estos casi 30 años ha servido hasta de plató para el rodaje de alguna película.
Pero como tampoco ha lugar a demasiadas lamentaciones, Francisco Hermosilla ya proyecta un inminente futuro, también en el negocio de la hostelería, en un enclave más o menos cercano a la que hasta ahora había sido su segunda casa.
El industrial sanluqueño anda pendiente de inaugurar "muy prontito" dos nuevos negocios de hostelería que regentará junto a su familia.
Uno de ellos es muy posible que esté ubicado en la misma Avenida de la Constitución, mientras que el segundo se localizará no muy lejos, "en los alrededores" de este eje peatonal. La idea de Hermosilla es dedicar íntegramente uno de estos locales a la venta de helados, y el segundo de ellos a las comidas rápidas, desde sandwiches a baguettes, pasando por las pizzas y las buenas ensaladas.
Fuente: www.elcorreoweb.es
Miren ustedes como el propietario de INCECOSA, solo le gusta PEDIR DINERO.