Hace 99 años que la dirigente comunista alemana Clara Zetkin propuso el establecimiento de una fecha para celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en un encuentro de mujeres socialistas celebrado en Copenhague. La fecha del 8 de marzo se instauró años después en memoria de las 140 mujeres fallecidas en una fábrica textil de Nueva York (EEUU) debido a un incendio, quienes un año antes de la tragedia habían protagonizado la primera huelga de mujeres obreras de la historia de ese país.
Hoy en día, a pesar de los grandes avances logrados, sobre todo en los países desarrollados, la situación laboral de la mujer sigue estando marcada por la desigualdad y los agravios comparativos; como los que señalan que 1/3 de media menos reciben de salario las mujeres en comparación con sus pares varones a la hora de hacer el mismo trabajo; o como los que demuestran que la participación de la mujer en los puestos importantes de dirección de grandes empresas es prácticamente inexistente.
Mucho camino recorrido, pero aún más queda por recorrer. Que este 8 de marzo sirva para remover un poquito las conciencias.
Hoy en día, a pesar de los grandes avances logrados, sobre todo en los países desarrollados, la situación laboral de la mujer sigue estando marcada por la desigualdad y los agravios comparativos; como los que señalan que 1/3 de media menos reciben de salario las mujeres en comparación con sus pares varones a la hora de hacer el mismo trabajo; o como los que demuestran que la participación de la mujer en los puestos importantes de dirección de grandes empresas es prácticamente inexistente.
Mucho camino recorrido, pero aún más queda por recorrer. Que este 8 de marzo sirva para remover un poquito las conciencias.
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