Tienen edades entre los 7 y 11 años de edad y son llamados “los niños del cable” porque para llegar a su escuela tienen que descender por un cable de acero de 800 metros de largo, a una altura de 200 metros, solo con la ayuda de unas desgastadas poleas y unas improvisadas y poco resistentes cuerdas. El vertiginoso descenso dura entre 30 y 40 segundos y al llegar al final del cable frenan con una horqueta de palo. Para regresar a casa después de clases deben subir un cerro y volver por otro cable que los lleva de nuevo al puente, desafiando de nuevo a una suerte que parecen no tener pero que les acompaña cada mañana en el cable.
La verda es que incleible lo que hacen estos niños para ir al colegio, y pensar que hay algunos que se quejan porque tengan que andar un poco para ir al colegio en este pais manda narices.
La verda es que incleible lo que hacen estos niños para ir al colegio, y pensar que hay algunos que se quejan porque tengan que andar un poco para ir al colegio en este pais manda narices.
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