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Elsa Pataky posa por primera vez haciendo yoga con su cuerpo semicubierto por miles de cristales Swarovski en el ELLE de diciembre, un número especial que la revista dedica al lujo espiritual. La mujer de cristal de 2009 trasmite un ideal de belleza exterior e interior en armonía con la naturaleza y el valor de las experiencias, un estilo de vida que simboliza a la perfección el nuevo rumbo de Elsa Pataky, quien estrena una nueva etapa caminando por el lado más sano, auténtico y místico de la vida.
Viajes a la India, comida macrobiótica, práctica de bickram yoga, lecturas de filosofía oriental… y un sentimiento que empieza a aflorar, el de la maternidad, muestran la energía renovada de Elsa Pataky a través de la luz del cristal Swarovski.
La actriz se entusiasmó enseguida con esta idea de protagonizar la edición más 'iluminada' de la revista que, además, se refuerza con unos mensajes grafiteados sobre su piel: Save The Planet, Earth y Peace. 'Quiero que mi cuerpo transmita varios mensajes: paz, espiritualidad y defensa del planeta', confiesa en ELLE la ex de Adrien Brody.
Cómo se hizo
Tras una minuciosa y agotadora sesión de maquillaje y fotografía -con un equipo de 19 personas, Baltasar G. Pinel, de MAC, colocó uno a uno los cristales que Swarovski cedió para la producción- la actriz posó para el prestigioso fotógrafo Jaume de Laiguana.
El método de trabajo, como en anteriores ocasiones, fue totalmente artesanal, no hay otro sistema que pegar uno a uno los cristales Swarovski para conseguir este efecto de body painting que caracteriza las últimas portadas de la edición de diciembre de ELLE.
En concreto, sobre la piel de Elsa se utilizaron siete tonos de azules en cuatro tamaños distintos. Los violáceos formaron las sombras de un diseño que, en palabras de Baltasar, “recuerda la visión del globo cuando te alejas de él: los mares, los océanos y la atmósfera lo tiñen todo de azul y no se aprecian los matices marrones de la tierra”.
En una suite del Sha Wellness Clinic (Valencia) acondicionada con un futón para este minucioso trabajo, la actriz estuvo más de seis horas sin moverse. Leyó largo rato y comió tumbada algo de paella macrobiótica.
Un entorno natural y muy espiritual
De hecho, Elsa ha perdido peso gracias a la dieta macrobiótica que sigue desde el pasado mes de septiembre. A diferencia de años anteriores –donde fueron 'mujer de cristal' Paz Vega y Belén Rueda– esta producción se realizó con luz natural y al aire libre.
Esta localización ha sido el secreto mejor guardado de la revista hasta hoy. Se trata del acantilado de L´Alfás del Pi, uno de los escenarios naturales más imponentes de la geografía española, muy próximo a la clínica Sha de Alicante, un oasis de salud de lujo donde se realizó el resto del reportaje y también en el que Elsa Pataky ha estado pasando una temporada poniéndose a punto para el rodaje de Di Di Hollywood del cineasta Bigas Luna.
'He sufrido un poco en la sesión de fotos’
Después de la intensa sesión de body painting cristalizado y de pasar por peluquería y maquillaje, la actriz española se entregó de lleno a una intensa sesión de fotos bajo la amenaza de una gran tormenta. A pesar de la baja temperatura y de que Elsa es una mujer muy friolera, aguantó sin una queja sobre una roca en posición de la flor de loto.
Tapándose tan solo con una pequeña manta entre disparo y disparo, la actriz madrileña mostró su enorme profesionalidad y una estupenda forma física, que se reflejan en el resultado del reportaje que abre el último número del 2009 de la revista.
Al terminar, la actriz aseguró que se había ‘sufrido un poquito’, aunque ella reconoce que mereció la pena puesto que quería que el reportaje destilara olor a naturaleza, a entorno natural.
‘Me planteo tener un hijo’
Además de este lado tan espiritual, Elsa nos descubre un sentimiento que hasta ahora no había desvelado: Según confiesa ella misma le gustaría conocer muy pronto lo que significa la maternidad. ‘Tengo un carácter rebelde y siempre he defendido mi independencia, pero ahora estoy en una época tranquila en la que me planteo tener un hijo’, asegura.
Sobre el yoga –y en concreto del bikram- Elsa asegura que le aporta todo aquello que necesita y que desde que lo practica no tiene que ir al gimnasio. Sin embargo, dice que no necesita ‘ningún gurú espiritual que me muestre el camino. Tengo una personalidad fuerte y nada adictiva’.
Elsa ha realizado frecuentes viajes a la India, donde reconoce que su caos le aporta mucha libertad. 'Cuando voy en moto por la India y veo tantos coches pitando... Lo que a otros les agobia a mí me vuelve loca’, admite.
De su vida sentimental, sobre la que se ha especulado mucho en los últimos meses sobre todo debido a los rumores que la relacionaban con el también actor Olivier Martinez, ex pareja de Goya Toledo, no hay rastro en esta entrevista.
Elsa y Olivier han sido vistos en París y luego en Madrid, aunque ella, a pesar de la curiosidad que su vida provoca, se niega a comentar qué hay de cierto y si es cierto que su corazón ha vuelto a latir con fuerza.
Habla su madre
Este reportaje único en el que por tercera vez se unen Elle y Swarovski hay un guiño hacia la faceta menos conocida de Elsa, la gran protagonista de este número tan especial. Y es que, además de a ella, la revista ha entrevistado a su madre, Cristina Pataky, de quien ha heredado su belleza y también una de las personas que más la conoce.
Entre los aspectos más desconocidos que desvela es lo desordenada que es su hija. ‘Entrar en el vestidor de Elsa o en su habitación de hotel es adentrarse en la esencia misma del caos. Es incapaz de colgar la ropa. El tema es tan grave que, ante la imposibilidad de encontrar las parejas de los calcetines, ha decidido llevar siempre uno de cada color. Ella piensa que le trae suerte… ¡Ja!’, asegura.
Sobre su pasión por el motor, y en concreto hacia las motos, su madre recuerda cómo desde muy jovencita se vio atraída por estos vehículos de motor ‘y me daba la lata para que le regalara una. Ante mi negativa tajante, llegó a casa con una de segunda mano que se había comprado con el dinero ahorrado trabajando los fines de semana como camarera. Hoy es fácil encontrarla por Los Ángeles montada en su Ducati Monster’, añade.
Ahora, viendo a la estrella en la que se ha convertido su hija, también reconoce que ha aprendido mucho de ella, sobre todo sobre la nutrición y el yoga.
![](http://mujer.terra.es/addon/img/muj/corazon/1145e09elsaptaky22g.jpg)
Elsa Pataky posa por primera vez haciendo yoga con su cuerpo semicubierto por miles de cristales Swarovski en el ELLE de diciembre, un número especial que la revista dedica al lujo espiritual. La mujer de cristal de 2009 trasmite un ideal de belleza exterior e interior en armonía con la naturaleza y el valor de las experiencias, un estilo de vida que simboliza a la perfección el nuevo rumbo de Elsa Pataky, quien estrena una nueva etapa caminando por el lado más sano, auténtico y místico de la vida.
Viajes a la India, comida macrobiótica, práctica de bickram yoga, lecturas de filosofía oriental… y un sentimiento que empieza a aflorar, el de la maternidad, muestran la energía renovada de Elsa Pataky a través de la luz del cristal Swarovski.
La actriz se entusiasmó enseguida con esta idea de protagonizar la edición más 'iluminada' de la revista que, además, se refuerza con unos mensajes grafiteados sobre su piel: Save The Planet, Earth y Peace. 'Quiero que mi cuerpo transmita varios mensajes: paz, espiritualidad y defensa del planeta', confiesa en ELLE la ex de Adrien Brody.
Cómo se hizo
Tras una minuciosa y agotadora sesión de maquillaje y fotografía -con un equipo de 19 personas, Baltasar G. Pinel, de MAC, colocó uno a uno los cristales que Swarovski cedió para la producción- la actriz posó para el prestigioso fotógrafo Jaume de Laiguana.
El método de trabajo, como en anteriores ocasiones, fue totalmente artesanal, no hay otro sistema que pegar uno a uno los cristales Swarovski para conseguir este efecto de body painting que caracteriza las últimas portadas de la edición de diciembre de ELLE.
En concreto, sobre la piel de Elsa se utilizaron siete tonos de azules en cuatro tamaños distintos. Los violáceos formaron las sombras de un diseño que, en palabras de Baltasar, “recuerda la visión del globo cuando te alejas de él: los mares, los océanos y la atmósfera lo tiñen todo de azul y no se aprecian los matices marrones de la tierra”.
En una suite del Sha Wellness Clinic (Valencia) acondicionada con un futón para este minucioso trabajo, la actriz estuvo más de seis horas sin moverse. Leyó largo rato y comió tumbada algo de paella macrobiótica.
Un entorno natural y muy espiritual
De hecho, Elsa ha perdido peso gracias a la dieta macrobiótica que sigue desde el pasado mes de septiembre. A diferencia de años anteriores –donde fueron 'mujer de cristal' Paz Vega y Belén Rueda– esta producción se realizó con luz natural y al aire libre.
Esta localización ha sido el secreto mejor guardado de la revista hasta hoy. Se trata del acantilado de L´Alfás del Pi, uno de los escenarios naturales más imponentes de la geografía española, muy próximo a la clínica Sha de Alicante, un oasis de salud de lujo donde se realizó el resto del reportaje y también en el que Elsa Pataky ha estado pasando una temporada poniéndose a punto para el rodaje de Di Di Hollywood del cineasta Bigas Luna.
'He sufrido un poco en la sesión de fotos’
Después de la intensa sesión de body painting cristalizado y de pasar por peluquería y maquillaje, la actriz española se entregó de lleno a una intensa sesión de fotos bajo la amenaza de una gran tormenta. A pesar de la baja temperatura y de que Elsa es una mujer muy friolera, aguantó sin una queja sobre una roca en posición de la flor de loto.
Tapándose tan solo con una pequeña manta entre disparo y disparo, la actriz madrileña mostró su enorme profesionalidad y una estupenda forma física, que se reflejan en el resultado del reportaje que abre el último número del 2009 de la revista.
Al terminar, la actriz aseguró que se había ‘sufrido un poquito’, aunque ella reconoce que mereció la pena puesto que quería que el reportaje destilara olor a naturaleza, a entorno natural.
‘Me planteo tener un hijo’
Además de este lado tan espiritual, Elsa nos descubre un sentimiento que hasta ahora no había desvelado: Según confiesa ella misma le gustaría conocer muy pronto lo que significa la maternidad. ‘Tengo un carácter rebelde y siempre he defendido mi independencia, pero ahora estoy en una época tranquila en la que me planteo tener un hijo’, asegura.
Sobre el yoga –y en concreto del bikram- Elsa asegura que le aporta todo aquello que necesita y que desde que lo practica no tiene que ir al gimnasio. Sin embargo, dice que no necesita ‘ningún gurú espiritual que me muestre el camino. Tengo una personalidad fuerte y nada adictiva’.
Elsa ha realizado frecuentes viajes a la India, donde reconoce que su caos le aporta mucha libertad. 'Cuando voy en moto por la India y veo tantos coches pitando... Lo que a otros les agobia a mí me vuelve loca’, admite.
De su vida sentimental, sobre la que se ha especulado mucho en los últimos meses sobre todo debido a los rumores que la relacionaban con el también actor Olivier Martinez, ex pareja de Goya Toledo, no hay rastro en esta entrevista.
Elsa y Olivier han sido vistos en París y luego en Madrid, aunque ella, a pesar de la curiosidad que su vida provoca, se niega a comentar qué hay de cierto y si es cierto que su corazón ha vuelto a latir con fuerza.
Habla su madre
Este reportaje único en el que por tercera vez se unen Elle y Swarovski hay un guiño hacia la faceta menos conocida de Elsa, la gran protagonista de este número tan especial. Y es que, además de a ella, la revista ha entrevistado a su madre, Cristina Pataky, de quien ha heredado su belleza y también una de las personas que más la conoce.
Entre los aspectos más desconocidos que desvela es lo desordenada que es su hija. ‘Entrar en el vestidor de Elsa o en su habitación de hotel es adentrarse en la esencia misma del caos. Es incapaz de colgar la ropa. El tema es tan grave que, ante la imposibilidad de encontrar las parejas de los calcetines, ha decidido llevar siempre uno de cada color. Ella piensa que le trae suerte… ¡Ja!’, asegura.
Sobre su pasión por el motor, y en concreto hacia las motos, su madre recuerda cómo desde muy jovencita se vio atraída por estos vehículos de motor ‘y me daba la lata para que le regalara una. Ante mi negativa tajante, llegó a casa con una de segunda mano que se había comprado con el dinero ahorrado trabajando los fines de semana como camarera. Hoy es fácil encontrarla por Los Ángeles montada en su Ducati Monster’, añade.
Ahora, viendo a la estrella en la que se ha convertido su hija, también reconoce que ha aprendido mucho de ella, sobre todo sobre la nutrición y el yoga.
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