Diamantino García Acosta nació en Salamanca en el año 1944. Con cinco años, su familia se traslada a Sevilla instalándose en el barrio del Cerro del Águila. Es aquí donde vive su infancia y su adolescencia.
En 1969 se ordena sacerdote y pide ser trasladado "allí donde no quería ir nadie". De esta forma, llega al pueblo de Los Corrales, en la sierra sur de la provincia de Sevilla, comarca social y económicamente muy deprimida en aquella época. Renunció desde el principio a su paga como sacerdote, ganándose el pan, literalmente, con el sudor de su frente, trabajando, como uno más, de jornalero y de temporero.
En 1976 fundó el Sindicato de Obreros del Campo (SOC). Creó la ONG, "Entrepueblos", y en 1991 fundó la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Así mismo, fue uno de los precursores de la Candidatura Unitaria de trabajadores (CUT).
Por su sinceridad y entrega, fue respetado y temido por las autoridades,tanto civiles como religiosas. Fue vigilado, perseguido, multado, encarcelado...
Falleció en Sevilla el 9 de febrero de 1995. Con anterioridad, el Gobierno Andaluz le había concedido la Medalla de Andalucía. Había vivido con radicalidad su compromiso de servir a los pobres y a la justicia.
"No existen causas perdidas, sino causas difíciles". "Las causas por las que luchamos son difíciles, pero son tan justas que algún día las ganaremos" (Diamantino García Acosta).
Personas como él no debieran morir nunca.
En 1969 se ordena sacerdote y pide ser trasladado "allí donde no quería ir nadie". De esta forma, llega al pueblo de Los Corrales, en la sierra sur de la provincia de Sevilla, comarca social y económicamente muy deprimida en aquella época. Renunció desde el principio a su paga como sacerdote, ganándose el pan, literalmente, con el sudor de su frente, trabajando, como uno más, de jornalero y de temporero.
En 1976 fundó el Sindicato de Obreros del Campo (SOC). Creó la ONG, "Entrepueblos", y en 1991 fundó la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Así mismo, fue uno de los precursores de la Candidatura Unitaria de trabajadores (CUT).
Por su sinceridad y entrega, fue respetado y temido por las autoridades,tanto civiles como religiosas. Fue vigilado, perseguido, multado, encarcelado...
Falleció en Sevilla el 9 de febrero de 1995. Con anterioridad, el Gobierno Andaluz le había concedido la Medalla de Andalucía. Había vivido con radicalidad su compromiso de servir a los pobres y a la justicia.
"No existen causas perdidas, sino causas difíciles". "Las causas por las que luchamos son difíciles, pero son tan justas que algún día las ganaremos" (Diamantino García Acosta).
Personas como él no debieran morir nunca.
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