La Policía Nacional ha detenido a Rafael P.P, de 67 años y vecino del bloque número 30 del Parque de las Naciones, como autor de la explosión con varias bombonas de butano, un bidón de gasolina y disolvente, que ha provocado heridas leves a once personas, tres de las cuales han tenido que ser ingresadas en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El hombre de 67 años de edad había protagonizado anoche una "bronca" en una reunión de la comunidad de vecinos y se trata de un "desequilibrado" que había pasado una larga temporada en Francia, según informó hoy el concejal de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla, Alfonso Mir.
Según han informado fuentes del 112 y del Centro de Coordinación de Emergencias del Ayuntamiento de Sevilla (Cecop), el incendio se produjo en una vivienda del edificio número 30 de esta barriada poco antes de las 4:40 horas de esta madrugada. Según el resto de vecinos, esta persona había tenido "muchos problemas con el resto, tenía la obsesión de que le robaban y nos había amenazado, e incluso alguna vez había dicho por escrito que iba a hacerle algo al bloque". La única persona que denunció estas amenazas fue al administrador porque los demás vecinos, según han asegurado, "le teníamos miedo". Según el relato de una vecina, el pasado 15 de julio Rafael volvió a amenazar a los vecinos en una reunión y les dijo que "algo gordo iba a pasar".
Mir explicó que el suceso estaba "perfectamente" planeado porque el sujeto colocó una bombona de gas butano en el cuarto de contadores del edificio, ubicado en la planta baja de este bloque de once niveles, al objeto de que esta primera explosión ocasionara una segunda deflagración en su propia vivienda, ubicada inmediatamente encima del cuarto de contadores y donde tenía preparadas siete bombonas de gas butano con sus válvulas abiertas, garrafas de líquido inflamable y trapos a modo de 'cócteles molotov. En su vivienda había también 120.000 euros en billetes de 100 y 50 euros, aunque "se desconoce" el origen y el destino de este dinero. Además, había esparcido gasolina por las cinco o seis primeras plantas del edificio. "Podría haber provocado una catástrofe", advirtió el concejal. En ese sentido, explicó que el detenido, quien "vivía solo", protagonizó anoche una verdadera "bronca" en la última reunión de la comunidad de propietarios.
En declaraciones a los periodistas, el inspector de la Policía Nacional José María Arce explicó que el presunto autor del fuego había preparado su vivienda "a modo de trampa", mientras que había colocado en el ascensor del inmueble un carro de la compra con un bidón de cinco litros de gasolina y un periódico situado en el envase para producir la deflagración.
De igual modo, y tras explicar que el detenido había dispuesto en los once rellanos del edificio tres ó cuatro recipientes de gasolina, José María Arce indicó que el origen del incendio se encuentra en la combustión de un bidón con gasolina colocado a la entrada del portal, una combustión tras la que se produjeron una serie de pequeñas explosiones, la principal en un cuarto de contadores.
En este sentido, señaló que en el referido cuarto de contadores había colocados varios depósitos de gasolina y una bombona de gas butano expeliendo gas, por lo que quiso dejar claro que "no se ha producido ninguna explosión de bombona de gas butano, sino que lo que se ha producido es la combustión de la gasolina y la deflagración de gas". Según dijo el inspector, si llegan a explosionar todos los dispositivos dispuestos a tal efecto en el inmueble por el presunto autor del fuego "hubiera derribado el bloque entero", pero destacó que ese fatal desenlace "se evitó con la primera actuación tanto de Bomberos como de los efectivos de los Tedax", los cuales "se percataron de la trampa que había colocado el individuo en su domicilio y tomaron las medidas oportunas".
"El detenido podría haber causado una desgracia irreparable de consecuencias inmensas", según puso de manifiesto José María Arce, quien informó en este punto de que Rafael P.P. fue detenido en torno a las 8,00 horas de hoy viernes en la Alameda de Hércules mientras paseaba con su perro, tras lo cual se espera que pase a disposición judicial en las próximas horas.
Por su parte, el jefe de Extincion de Incendios del Cuerpo de Bomberos, Luis Lopez Mateos, explicó que una vez que se produjo la primera deflagración se generó un incendio que provocó el corte de luz en el edificio "lo que evitó la segunda deflagración preparada por el detenido, por lo que ha sido una auténtica suerte".
La mezcla de butano, gasolina y disolvente provocó una "explosión enorme" con gran humareda, por lo que los bomnberos tuvieron que proceder al desalojo del edificio de once plantas a oscuras. De hecho, cuando los bomberos entraron en el edificio pudieron comprobar como el cuarto de calderas había quedado destrozado por la explosión y hallaron bombonas de butano y garrafas de combustible colocadas entre la planta baja -donde se ubica el cuarto de calderas- y la primera planta. En total, hay 44 pisos afectados. Gracias a la rápida intervención de los bomberos, las llamas no han alcanzado el material inflamable que hubiera provocado una catástrofe de mayor envergadura.
Como consecuencia de las llamas, 80 vecinos han tenido que ser desalojados y 11 de ellos resultaron heridos leves. De éstos, ocho fueron atendidos por los servicios sanitarios en el lugar de los hechos, mientras que los otros tres tuvieron que ser trasladados al Hospital Virgen del Rocío, dos por inhalación de humo y otro por quemaduras en un brazo. Por el momento, los vecinos permanecen en la calle a la espera de poder volver a sus casas, ya que aunque no existe riesgo de derrumbe, en el edificio no hay ni agua ni electricidad.
Hasta el lugar de los hechos se han trasladado nueve dotaciones del 061, una ambulancia de bomberos, cinco dotaciones de la Policía Local, 15 de la Policía Nacional, y el Cecop social, que ha atendido a los vecinos, así como el delegado de Convivencia y Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, Alfonso Mir. Además, han participado la Policía Científica y efectivos de los Tedax de la Policía Nacional, mientras que Tussam ha tenido que desviar una serie de líneas debido al acordonamiento de la zona y Lipasam ha procedido a limpiar la zona.
Según han informado fuentes del 112 y del Centro de Coordinación de Emergencias del Ayuntamiento de Sevilla (Cecop), el incendio se produjo en una vivienda del edificio número 30 de esta barriada poco antes de las 4:40 horas de esta madrugada. Según el resto de vecinos, esta persona había tenido "muchos problemas con el resto, tenía la obsesión de que le robaban y nos había amenazado, e incluso alguna vez había dicho por escrito que iba a hacerle algo al bloque". La única persona que denunció estas amenazas fue al administrador porque los demás vecinos, según han asegurado, "le teníamos miedo". Según el relato de una vecina, el pasado 15 de julio Rafael volvió a amenazar a los vecinos en una reunión y les dijo que "algo gordo iba a pasar".
Mir explicó que el suceso estaba "perfectamente" planeado porque el sujeto colocó una bombona de gas butano en el cuarto de contadores del edificio, ubicado en la planta baja de este bloque de once niveles, al objeto de que esta primera explosión ocasionara una segunda deflagración en su propia vivienda, ubicada inmediatamente encima del cuarto de contadores y donde tenía preparadas siete bombonas de gas butano con sus válvulas abiertas, garrafas de líquido inflamable y trapos a modo de 'cócteles molotov. En su vivienda había también 120.000 euros en billetes de 100 y 50 euros, aunque "se desconoce" el origen y el destino de este dinero. Además, había esparcido gasolina por las cinco o seis primeras plantas del edificio. "Podría haber provocado una catástrofe", advirtió el concejal. En ese sentido, explicó que el detenido, quien "vivía solo", protagonizó anoche una verdadera "bronca" en la última reunión de la comunidad de propietarios.
En declaraciones a los periodistas, el inspector de la Policía Nacional José María Arce explicó que el presunto autor del fuego había preparado su vivienda "a modo de trampa", mientras que había colocado en el ascensor del inmueble un carro de la compra con un bidón de cinco litros de gasolina y un periódico situado en el envase para producir la deflagración.
De igual modo, y tras explicar que el detenido había dispuesto en los once rellanos del edificio tres ó cuatro recipientes de gasolina, José María Arce indicó que el origen del incendio se encuentra en la combustión de un bidón con gasolina colocado a la entrada del portal, una combustión tras la que se produjeron una serie de pequeñas explosiones, la principal en un cuarto de contadores.
En este sentido, señaló que en el referido cuarto de contadores había colocados varios depósitos de gasolina y una bombona de gas butano expeliendo gas, por lo que quiso dejar claro que "no se ha producido ninguna explosión de bombona de gas butano, sino que lo que se ha producido es la combustión de la gasolina y la deflagración de gas". Según dijo el inspector, si llegan a explosionar todos los dispositivos dispuestos a tal efecto en el inmueble por el presunto autor del fuego "hubiera derribado el bloque entero", pero destacó que ese fatal desenlace "se evitó con la primera actuación tanto de Bomberos como de los efectivos de los Tedax", los cuales "se percataron de la trampa que había colocado el individuo en su domicilio y tomaron las medidas oportunas".
"El detenido podría haber causado una desgracia irreparable de consecuencias inmensas", según puso de manifiesto José María Arce, quien informó en este punto de que Rafael P.P. fue detenido en torno a las 8,00 horas de hoy viernes en la Alameda de Hércules mientras paseaba con su perro, tras lo cual se espera que pase a disposición judicial en las próximas horas.
Por su parte, el jefe de Extincion de Incendios del Cuerpo de Bomberos, Luis Lopez Mateos, explicó que una vez que se produjo la primera deflagración se generó un incendio que provocó el corte de luz en el edificio "lo que evitó la segunda deflagración preparada por el detenido, por lo que ha sido una auténtica suerte".
La mezcla de butano, gasolina y disolvente provocó una "explosión enorme" con gran humareda, por lo que los bomnberos tuvieron que proceder al desalojo del edificio de once plantas a oscuras. De hecho, cuando los bomberos entraron en el edificio pudieron comprobar como el cuarto de calderas había quedado destrozado por la explosión y hallaron bombonas de butano y garrafas de combustible colocadas entre la planta baja -donde se ubica el cuarto de calderas- y la primera planta. En total, hay 44 pisos afectados. Gracias a la rápida intervención de los bomberos, las llamas no han alcanzado el material inflamable que hubiera provocado una catástrofe de mayor envergadura.
Como consecuencia de las llamas, 80 vecinos han tenido que ser desalojados y 11 de ellos resultaron heridos leves. De éstos, ocho fueron atendidos por los servicios sanitarios en el lugar de los hechos, mientras que los otros tres tuvieron que ser trasladados al Hospital Virgen del Rocío, dos por inhalación de humo y otro por quemaduras en un brazo. Por el momento, los vecinos permanecen en la calle a la espera de poder volver a sus casas, ya que aunque no existe riesgo de derrumbe, en el edificio no hay ni agua ni electricidad.
Hasta el lugar de los hechos se han trasladado nueve dotaciones del 061, una ambulancia de bomberos, cinco dotaciones de la Policía Local, 15 de la Policía Nacional, y el Cecop social, que ha atendido a los vecinos, así como el delegado de Convivencia y Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, Alfonso Mir. Además, han participado la Policía Científica y efectivos de los Tedax de la Policía Nacional, mientras que Tussam ha tenido que desviar una serie de líneas debido al acordonamiento de la zona y Lipasam ha procedido a limpiar la zona.
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