Copio integramente un evento que me ha llegado al tuenti, para que podamos opinar. Estoy bastante de acuerdo con el.
Todos no somos Marta
Las pancartas y camisetas lo proclaman en Sevilla: “¡Todos somos Marta!”. Bueno, todos no. Yo, al menos, no soy Marta. Lamento de verdad que la joven Marta del Castillo haya desaparecido, y me solidarizo con sus padres, familiares y amigos, pero no me convence ni poco ni mucho que nuestra sociedad se declare conmovida de manera tan llamativa con algunas desgracias particulares y, a la vez, se muestre tan distante, ignorante e indiferente ante las decenas de miles de tragedias que se producen a diario en todo el mundo, de muchísimas de las cuales también son víctimas criaturas de edad temprana, casi desvalidas (aunque personas casi desvalidas las haya de todas las edades: gente hambrienta, explotada hasta la extenuación, enferma, obligada a prostituirse, sin agua, encerrada en mazmorras, moribunda sin remedio, metida en guerras absurdas, cadáver cualquier día).
Algunas de estas manifestaciones públicas de ahora, tan masivas como restringidas, son meras coartadas. Hay muchos que se apuntan a ese género de solidaridad para ocultar –para no plantearse siquiera– que no mueven un dedo para paliar la riada diaria de violencia y crueldad que anega el mundo. ¿Cuántos que dicen que son Marta asumen que calzan unas zapatillas deportivas fabricadas en Asia por niños tratados como esclavos, o que el transistor con el que escuchan las noticias proviene de tres cuartos de lo mismo, o que los políticos a los que votan son cómplices de la barbarie? Prefieren no pensar en ello.
“Todos somos Marta”, ya, pero aquí casi nadie es Kim, ni Li, ni Alí, ni Ibrahim, ni Yusú, ni Valdemar, ni Sha’Aban, ni Ben, ni Rosita.
No me apunto. O todos somos todos, o todos no somos ni nada ni nadie.
(Aparecido en Público el 13 de febrero de 2009)
Ahora quería dar mi opinión personal aunque estoy bastante de acuerdo con el artículo quería añadir que con todo mi respeto y mis condolencias a la familia de Marta la gente deberia a veces pararse a pensar porque tan siquiera conoce lo sucedido... me explico desaparece una persona al día en solo en España, muere un niño de hambre cada 5 segundos me; esta claro, si la gente se ha movilizado tanto ha sido por la televisión. Al principio sacaron la desaparición por cierto relacionándola con que lo ultimo que había hecho era estar al tuenti y que alguien podía haberla engañado haciendo gala del amarillismo más rancio de nuestra televisión(la que nos merecemos). He creado el evento solo para hacer reflexionar a la gente que ocurren muchas tragedias en el mundo y que están ahí aunque no salgan por la televisión y que la misma voluntad que se ha mostrado con esta tragedia se podría utilizar para otras muchas cosas.
Todos no somos Marta
Las pancartas y camisetas lo proclaman en Sevilla: “¡Todos somos Marta!”. Bueno, todos no. Yo, al menos, no soy Marta. Lamento de verdad que la joven Marta del Castillo haya desaparecido, y me solidarizo con sus padres, familiares y amigos, pero no me convence ni poco ni mucho que nuestra sociedad se declare conmovida de manera tan llamativa con algunas desgracias particulares y, a la vez, se muestre tan distante, ignorante e indiferente ante las decenas de miles de tragedias que se producen a diario en todo el mundo, de muchísimas de las cuales también son víctimas criaturas de edad temprana, casi desvalidas (aunque personas casi desvalidas las haya de todas las edades: gente hambrienta, explotada hasta la extenuación, enferma, obligada a prostituirse, sin agua, encerrada en mazmorras, moribunda sin remedio, metida en guerras absurdas, cadáver cualquier día).
Algunas de estas manifestaciones públicas de ahora, tan masivas como restringidas, son meras coartadas. Hay muchos que se apuntan a ese género de solidaridad para ocultar –para no plantearse siquiera– que no mueven un dedo para paliar la riada diaria de violencia y crueldad que anega el mundo. ¿Cuántos que dicen que son Marta asumen que calzan unas zapatillas deportivas fabricadas en Asia por niños tratados como esclavos, o que el transistor con el que escuchan las noticias proviene de tres cuartos de lo mismo, o que los políticos a los que votan son cómplices de la barbarie? Prefieren no pensar en ello.
“Todos somos Marta”, ya, pero aquí casi nadie es Kim, ni Li, ni Alí, ni Ibrahim, ni Yusú, ni Valdemar, ni Sha’Aban, ni Ben, ni Rosita.
No me apunto. O todos somos todos, o todos no somos ni nada ni nadie.
(Aparecido en Público el 13 de febrero de 2009)
Ahora quería dar mi opinión personal aunque estoy bastante de acuerdo con el artículo quería añadir que con todo mi respeto y mis condolencias a la familia de Marta la gente deberia a veces pararse a pensar porque tan siquiera conoce lo sucedido... me explico desaparece una persona al día en solo en España, muere un niño de hambre cada 5 segundos me; esta claro, si la gente se ha movilizado tanto ha sido por la televisión. Al principio sacaron la desaparición por cierto relacionándola con que lo ultimo que había hecho era estar al tuenti y que alguien podía haberla engañado haciendo gala del amarillismo más rancio de nuestra televisión(la que nos merecemos). He creado el evento solo para hacer reflexionar a la gente que ocurren muchas tragedias en el mundo y que están ahí aunque no salgan por la televisión y que la misma voluntad que se ha mostrado con esta tragedia se podría utilizar para otras muchas cosas.
Comentario