Los taxistas piden que se retiren licencias para poder sobrevivir a la «ruina» de la crisis
La crisis parace haberse cebado también con un colectivo que ya estaba muy castigado por la peatonalización de ciertas calles del centro y por la subida del combustible del pasado verano y de los repuestos de sus coches.
El presidente de Solidaridad del Taxi, Enrique Filgueras, critica que el Ayuntamiento de Sevilla aún no haya cumplido el II Plan de Modernización del Sector del Taxi, «aprobado en Pleno por unanimidad» que «debía haber rescatado 39 licencias y sólo ha retirado 5 coches de los 2.250 que hay en toda la ciudad».
Se quejan los taxistas de que hay mucha oferta para tan poca demanda y que existe poco control con los que se embarcan en una nueva licencia y que tienen que echar horas a destajo para pagar sus deudas, «pues las cuentas no están en contar las carreras que hacíamos antes y las que hacemos ahora sino en evaluar la calidad de las carreras; el cliente ya no es el mismo y el tema no es sólo retirar licencias sino controlar que el coche que quede no haga dos y tres turnos al día», afirma a ABC Filgueras. «Eso de mirar el reloj y llamar a la parienta para que eche el arroz “que a las tres de la tarde estoy allí” pasó a la historia», comenta el presidente de Solidaridad del Taxi.
Cada día peor
Los taxistas están haciendo cuentas , barajando cifras, hasta el punto de que dicen que las pérdidas que están acusando llegan al 40%. De ahí no baja. Y lo peor es que la ruina va a más. Si los días entresemana son malos, los sábados y domingos, cuando está la mitad de la flota en la calle, la recaudación resulta más endeble aún.
«La peatonalización nos ha hecho mucho daño —sigue Filgueras — porque el cliente se da cuenta de la vuelta que hay que dar para llegar al Duque, por poner un ejemplo y de que a pie, llega en cinco minutos. Así se pasea y se ahorra 4,80 ó 5 euros. Después, yo no sé qué pensarán los demás pero el metro en un mes, en dos o en tres, está ya aquí y ¿qué?, ¿que quien pueda no va a montarse aunque sea por la novelería?».
Filgueras ve a sus compañeros «aguantando el chaparrón», como se suele decir, y lo peor «es nadie nos dice cuándo va a terminar esta crisis».
El presidente de Solidaridad del Taxi considera que la Administración tiene algo que decir y hacer cómo hacen las empresas que están en quiebra despidiendo a sus empleados. En los mismos términos se expresa su homólogo en el otro sindicato, Unión Sevillana del Taxi.
Instituto del Taxi
Fernando Morales, cifra este mes de enero el descenso de los ingresos entre un 40 y un 50% porque «el año pasado ya bajamos un 25% y lo que va de enero, casi el 20».
Como su compañero, describe la situación triste y con los «ánimos de los compañeros muy alterados porque son muchas horas d e trabajo, muy poca recaudación, las perspectivas, muy negras y las noticias de los medios de comunicación muy malas». Va a solicitar una entrevista con el director del Instituto del Taxi, Enrique Alcoba, para a ver «qué se hace y se cumple un plan que está dormido de amortización de licencias».
ABC
La crisis parace haberse cebado también con un colectivo que ya estaba muy castigado por la peatonalización de ciertas calles del centro y por la subida del combustible del pasado verano y de los repuestos de sus coches.
El presidente de Solidaridad del Taxi, Enrique Filgueras, critica que el Ayuntamiento de Sevilla aún no haya cumplido el II Plan de Modernización del Sector del Taxi, «aprobado en Pleno por unanimidad» que «debía haber rescatado 39 licencias y sólo ha retirado 5 coches de los 2.250 que hay en toda la ciudad».
Se quejan los taxistas de que hay mucha oferta para tan poca demanda y que existe poco control con los que se embarcan en una nueva licencia y que tienen que echar horas a destajo para pagar sus deudas, «pues las cuentas no están en contar las carreras que hacíamos antes y las que hacemos ahora sino en evaluar la calidad de las carreras; el cliente ya no es el mismo y el tema no es sólo retirar licencias sino controlar que el coche que quede no haga dos y tres turnos al día», afirma a ABC Filgueras. «Eso de mirar el reloj y llamar a la parienta para que eche el arroz “que a las tres de la tarde estoy allí” pasó a la historia», comenta el presidente de Solidaridad del Taxi.
Cada día peor
Los taxistas están haciendo cuentas , barajando cifras, hasta el punto de que dicen que las pérdidas que están acusando llegan al 40%. De ahí no baja. Y lo peor es que la ruina va a más. Si los días entresemana son malos, los sábados y domingos, cuando está la mitad de la flota en la calle, la recaudación resulta más endeble aún.
«La peatonalización nos ha hecho mucho daño —sigue Filgueras — porque el cliente se da cuenta de la vuelta que hay que dar para llegar al Duque, por poner un ejemplo y de que a pie, llega en cinco minutos. Así se pasea y se ahorra 4,80 ó 5 euros. Después, yo no sé qué pensarán los demás pero el metro en un mes, en dos o en tres, está ya aquí y ¿qué?, ¿que quien pueda no va a montarse aunque sea por la novelería?».
Filgueras ve a sus compañeros «aguantando el chaparrón», como se suele decir, y lo peor «es nadie nos dice cuándo va a terminar esta crisis».
El presidente de Solidaridad del Taxi considera que la Administración tiene algo que decir y hacer cómo hacen las empresas que están en quiebra despidiendo a sus empleados. En los mismos términos se expresa su homólogo en el otro sindicato, Unión Sevillana del Taxi.
Instituto del Taxi
Fernando Morales, cifra este mes de enero el descenso de los ingresos entre un 40 y un 50% porque «el año pasado ya bajamos un 25% y lo que va de enero, casi el 20».
Como su compañero, describe la situación triste y con los «ánimos de los compañeros muy alterados porque son muchas horas d e trabajo, muy poca recaudación, las perspectivas, muy negras y las noticias de los medios de comunicación muy malas». Va a solicitar una entrevista con el director del Instituto del Taxi, Enrique Alcoba, para a ver «qué se hace y se cumple un plan que está dormido de amortización de licencias».
ABC
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