Se han robado unas 1.500 bicicletas, de las que aún no se han recuperado casi 400
Cerca de 400 bicis destrozadas llegan al taller de Sevici a la semana
Nicol Jiménez
Las bicicletas estropeadas se amontonan en el taller de Sevici. Foto: Javier Díaz.

Al mes, un 60% de los vehículos de Sevici –servicio que gestiona JC Decaux– entran con algún tipo de avería en el taller que la empresa ha abierto en el Polígono El Pino. En estos 1.700 metros cuadrados se acopian bicicletas con las cestas rotas, ruedas pinchadas, cuadros arrancados, radios abollados... Una decena de personas se encargan de arreglarlas, probarlas, limpiarlas y devolverlas a las calles. Yno se pueden dormir.

Los responsables de JC Decaux incluso apuntan a que hace unos meses sufrieron un “vandalismo organizado” contra sus instalaciones. Eso sí, las últimas medidas introducidas en el sistema –como la anulación de los botones que permitían la retirada de las bicis– han parado este fenómeno. “En un mes se han cambiado más de mil botones”, indica el responsable del servicio de reparaciones.
“No nos esperábamos estos niveles de vandalismo, se ha disparado y, de seguir así, se desequilibrará el sistema de concesión del servicio”, advierten. Con todo, ahora lo que más preocupa es el mal uso de las bicis.

Precisamente, la multinacional del sector de la publicidad negocia con el Ayuntamiento los nuevos requisitos de la concesión, lo que conllevará, entre otras cosas, la subida del precio –los abonos anuales podrían pasar de 10 a 20 euros–. También se debate la ampliación de la red, así como nuevas medidas de seguridad, reforzar la red de mantenimiento, aplicar normas de uso que incluyan incluso un catálogo de sanciones por las malas prácticas... Según los responsables de la empresa, todo esto podrían estar definido en días.

De todas estas bicis, 2.500, casi el 60% entran en el taller al mes. Por las instalaciones de JC Decaux pasan alrededor de 1.500 bicis mensualmente, si bien hay días (sobre todo lunes) en los que se han recibido entre 80 y 100 bicicletas con algún tipo de avería. Y hay que sumar los desperfectos, más leves, que se arreglan en la misma calle.

Ahora, la avería más común es la rotura de la horquilla que aguanta la cesta (porque la gente se sienta encima o le da golpes). En lo que va de mes se han soldado 400 horquillas. Le siguen el robo de puños, los pinchazos y los golpes en los radios.

A estas unidades inutilizadas (lo que va en perjuicio de los 57.000 abonados de larga duración y los 85.000 de corta) se suman los robados. Desde que en julio de 2007 se inaugurase el servicio (que fue creciendo por fases) se robaron más de 1.500 bicicletas. Más de mil se han recuperado, pero entre 386 y 390 aún están en manos de amigos de lo ajeno. Se da la circunstancia de que muchas de las recuperadas son tuneadas para intentar que pasen desapercibidas.

En el taller, de hecho, se pueden ver cómo muchas personas se dedican a pintar bicis de Sevici para transformarlas. “La dorada la recuperó la policía y la rosa –con una barra de madera para disimular– la encontraron trabajadores nuestros cerca del taller, en Su Eminencia. Todavía tenía la pintura fresca”, aseguró el responsable del servicio de reparaciones, que ya ni se sorprende al ver bicicletas desmontadas y modificadas al gusto del consumidor-ladrón.

Además, el personal de Sevici ha encontrado bicis calcinadas, desgüazadas y llenas de fango. “Cuando se drenó el río en la búsqueda de Marta del Castillo salieron a la luz entre 20 y 30 bicicletas”, apuntaron.

Con todo, Sevici registra ya 8,7 millones de usos, lo que significa que al día cada bicicleta es utilizada, de media, diez veces.
“Estamos consolidando el sistema, que ha crecido poco a poco, para adaptarnos a la realidad y ver las necesidades. Ahora analizamos los datos”, alegan desde la dirección de JC Decaux, que no quieren que, como se auguró en un principio, el servicio pueda morir de éxito. JC Decaux es el número uno mundial de bicis de alquiler con 40.000 vehículos en 60 ciudades.