Re: OKUPAS,sobre el guadalquivir.
EL RIO LE DICE A SEVILLA: MIRA LO ALTO DEL PUENTE.
A ciento veinte metros de altura, subidos a lo más alto de la estructura de un puente sevillano, el del quinto centenario, pasan noches y días dos resistentes que mantienen, junto a muchas más personas, al CSOA Casas viejas, más allá del desalojo, vivo y activo. Piden que no haya penas, la retirada de cargos, contra quienes se encadenaron en el túnel. Es Lógico. En eso consiste la solidaridad, un término de procedencia jurídica, en compartir las responsabilidades. Los encadenados no actuaban en su nombre ni defendían sus intereses, representaban a un colectivo, igual que ahora hacen los escaladores. Un ejemplo, de libro, de solidaridad.
A ciento veinte metros de altura no llega el ABC, que en esta historia se ha ganado el premio Pinocho del año, ni papeles similares. Alguna ventaja tenía que tener estar ahí, encaramados, con el frío que hace, y lo bien que se está en casa; el que la tenga. Piden también una investigación sobre los malos tratos y torturas que han denunciado Ibán, el de Cádiz, no el de Bilbao, y Agustín; los encadenados. La policía niega, como siempre. No dijeron que iban a meter ***** en el túnel, ni los amenazaron, ni los ataron, ni tiraron de ellos con violencia. Ni utilizaron inopinadamente las porras contra quienes apoyaban la acción desde la calle. Nada por aquí, nada por allá.
A ciento veinte metros de altura, esplendida atalaya, dos compañeros del CSOA Casas viejas, y los que siguen acontecimientos a ras de suelo, creen que no está bien que la policía, y la subdelegación del gobierno, anden diciendo por ahí que el entorno de ETA tiene algo que ver. Exigen una rectificación. No parece mucho pedir. Si alguien te pega, te insulta, dice que eres de ETA y, además te denuncia, es normal sentir algo de malestar. Si los periódicos, (¿de donde sacarían la información?), se inventan una película de terror y patinan, adoban una nota policial, o simplemente recogen un bulo, lo que hacen no es periodismo, es publicar cotilleos, mentir, intoxicar. Faltar al respeto a los actores de la noticia, a sus compañeros de profesión y a sus lectores.
A ciento veinte metros de altura se sostiene Casas viejas mientras el cuerpo aguante. El río sigue para Sanlucar. Las gentes respetables miran de reojo. Paquito, el puente, por su parecido con el de la bahía de San Francisco, coge el relevo. Primero fue un túnel. Después un puente. Si yo fuera subdelegado del gobierno resolvería el problema antes de que se atrincheren en la Maestranza. Esta gente sabe lo que se hace.
Gracias Abel.
EL RIO LE DICE A SEVILLA: MIRA LO ALTO DEL PUENTE.
A ciento veinte metros de altura, subidos a lo más alto de la estructura de un puente sevillano, el del quinto centenario, pasan noches y días dos resistentes que mantienen, junto a muchas más personas, al CSOA Casas viejas, más allá del desalojo, vivo y activo. Piden que no haya penas, la retirada de cargos, contra quienes se encadenaron en el túnel. Es Lógico. En eso consiste la solidaridad, un término de procedencia jurídica, en compartir las responsabilidades. Los encadenados no actuaban en su nombre ni defendían sus intereses, representaban a un colectivo, igual que ahora hacen los escaladores. Un ejemplo, de libro, de solidaridad.
A ciento veinte metros de altura no llega el ABC, que en esta historia se ha ganado el premio Pinocho del año, ni papeles similares. Alguna ventaja tenía que tener estar ahí, encaramados, con el frío que hace, y lo bien que se está en casa; el que la tenga. Piden también una investigación sobre los malos tratos y torturas que han denunciado Ibán, el de Cádiz, no el de Bilbao, y Agustín; los encadenados. La policía niega, como siempre. No dijeron que iban a meter ***** en el túnel, ni los amenazaron, ni los ataron, ni tiraron de ellos con violencia. Ni utilizaron inopinadamente las porras contra quienes apoyaban la acción desde la calle. Nada por aquí, nada por allá.
A ciento veinte metros de altura, esplendida atalaya, dos compañeros del CSOA Casas viejas, y los que siguen acontecimientos a ras de suelo, creen que no está bien que la policía, y la subdelegación del gobierno, anden diciendo por ahí que el entorno de ETA tiene algo que ver. Exigen una rectificación. No parece mucho pedir. Si alguien te pega, te insulta, dice que eres de ETA y, además te denuncia, es normal sentir algo de malestar. Si los periódicos, (¿de donde sacarían la información?), se inventan una película de terror y patinan, adoban una nota policial, o simplemente recogen un bulo, lo que hacen no es periodismo, es publicar cotilleos, mentir, intoxicar. Faltar al respeto a los actores de la noticia, a sus compañeros de profesión y a sus lectores.
A ciento veinte metros de altura se sostiene Casas viejas mientras el cuerpo aguante. El río sigue para Sanlucar. Las gentes respetables miran de reojo. Paquito, el puente, por su parecido con el de la bahía de San Francisco, coge el relevo. Primero fue un túnel. Después un puente. Si yo fuera subdelegado del gobierno resolvería el problema antes de que se atrincheren en la Maestranza. Esta gente sabe lo que se hace.
Gracias Abel.
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